No esperes que un hombre sea tu mejor amiga. Entrevista

Louann Brizendine

09/04/2007

Recorre el mundo con un cerebro de plástico que coloca entre el entrevistador y ella. Sus conclusiones no son hipótesis, son pura ciencia. ´El cerebro femenino´ (RBA) es ese tipo de libros que debiéramos leer todos: las mujeres para entenderse y los hombres para entendernos. Esta neurobióloga y neuropsiquiatra publicará en breve ´El cerebro masculino´ y puede que con el tiempo, a base de comprender, modifiquemos nuestra biología y nos volvamos cooperadores. No es el caso por ahora: denuncia el terrible estrés bioquímico que sufre la mujer al tener que compaginar crianza y trabajo en un sistema ideado por y para hombres, resaltando los problemas sociales que causa, entre ellos niños poco saludables, futuros hombres inseguros y violentos por falta de madre. La entrevista fue conducida por Ima Sanchís.

54 años. Nací en Kentucky y vivo en Sausalito. Casada por segunda vez. Fui una madre soltera durante 8 años. Soy la primera catedrática mujer del departamento de Psiquiatría de la Universidad de California. Las mujeres somos excelentes profesionales, debemos luchar para que durante la crianza los trabajos se flexibilicen.
- Dios creó a la mujer y de ella nació el hombre.
- Sí, lo de Adán y Eva va al revés. En la naturaleza el esquema por defecto es hembra. A las ocho semanas de gestación una gran cantidad de testosterona convierte el cerebro femenino en masculino.
- Hoy las adolescentes prefieren ser modelos a científicas, ¿ha fracasado el feminismo?
- Entre los 9 y los 15 años el nivel de testosterona en los varones se multiplica por 20, activando los circuitos cerebrales de la persecución sexual. En la hembra el estrógeno y la progesterona también suben mucho y su misión es atraer a los hombres, por eso las adolescentes africanas se hacen cicatrices o bajo la chilaba de las musulmanas asoma un pantaloncito de color. No es cultura, es biología.
- En Occidente es un grito a veces excesivo.
- El mercado vende a las adolescentes que estando delgadísimas u operándose los pechos atraerán más a los hombres. Están utilizando sus circuitos cerebrales y es peligroso.
- A usted, ¿qué le ha sorprendido de su cerebro femenino?
- Yo pasé tres años investigando sobre lo femenino en diez áreas especializadas diferentes. El problema es que los científicos vivimos en silos paralelos y no nos hablamos ni nos leemos de un silo a otro. Yo, por ejemplo, no sabía que el cerebro de la mujer se encoge durante el embarazo. Fue un shock.
- Pero luego se recupera.
- Sí, seis meses después del parto, y se vuelve más eficiente que antes. El mismo proceso sufre la madre adoptiva. Es un fenómeno relacionado con la secreción de hormonas de vínculo afectivo.
- ¿Algún otro susto hormonal?
- ¡Hay tantos! Se desarrolla mucho el área de protección y de eficiencia, pero en ese periodo la mujer está constantemente agotada y, en los tiempos que corren, muy estresada.
- En esos casos, ¿nada mejor que la compañía de otra mujer?
- Sí, la intimidad compartida excita el cerebro femenino, provoca la liberación de oxitocina, que es una hormona de apego y vínculo, y libera dopamina (como lo hace la cocaína, saltar en paracaídas, un orgasmo…), un producto neuroquímico que causa placer.
- Si obtenemos placer charlando entre mujeres, ¿por qué nos empeñamos en hacerlo con los hombres?
- La decepción por no poder comunicarse a fondo con los hombres es una constante en la mujer desde la adolescencia. Experimentamos el amor cuando "él me habla y me escucha". Los hombres sin embargo afirman: "Sé que me ama porque le gusta hacer el amor conmigo". Aquí tenemos la gran brecha.
- ¿Cómo resolverlo?
- El conocimiento es poder. Nunca esperes que un hombre sea tu mejor amiga.
- ¿Y por qué nos hace esto la biología?
- Porque no quiere la paz entre los sexos, quiere que el ADN se perpetúe.
- Ya, pero si por la mañana nos peleamos por la noche no me apetece el sexo.
- Las mujeres sólo pueden tener orgasmos si desactivan la amígdala, centro de la ansiedad y el temor. Para las mujeres los preliminares son todo lo que sucede en las 24 horas anteriores a la penetración del pene. Para los varones, son lo que sucede 3 minutos antes.
- ¿Y luego llegan los hijos para acabar de alterar la relación?
- El cerebro femenino es inundado por hormonas y la mujer pasa a vivir y respirar para dos. El 50% de las mujeres no recupera el interés sexual hasta 12 meses después del puerperio, pero el hombre no lo entiende y se vuelve muy agresivo. Su chica ahora tiene otro amante, su hijo, y extrañas necesidades: necesita que el hombre adopte otro papel.
- ¿De qué se trata?
- Quiere sentirse protegida, su cerebro necesita ayuda. Si el padre puede hacer esa transición, la relación sobrevivirá y crecerá, pero para eso el hombre tiene que ser psicológicamente maduro. Una tercera parte de los hombres lo consigue.
- ¿. .. Y qué ocurre con el resto?
- Si él no es parte de la solución, es un problema, y la madre no tiene suficiente energía para ocuparse del niño y del hombre inmaduro, que además en esa etapa de la crianza suele quejarse. Ésa es la realidad y es biológica.
- ¿?
- Hormonas, productos neuroquímicos y circuitos cerebrales se dedican a la agresión materna, es decir, la capacidad de matar para defender al bebé. La mujer que trabaja tiene que asegurarse de que el niño se encuentra a salvo mientras ella no está, sólo así se desconecta la amígdala y se centra en el trabajo.
- Y mientras tanto, ¿qué pueden hacer las madres para no estar estresadas?
- La biología les exige estar con sus hijos, no es una opción, es una necesidad, así que hay que luchar por las guarderías en las empresas y el horario flexible. Al niño le ocurre lo mismo, estaría con la madre hasta los 13 años el cien por cien de su tiempo.
- Entonces, ¿qué pintan los padres?
- Los padres generan circuitos cerebrales de dependencia hacia el niño y el niño hacia ellos, como las madres que adoptan. Pero para eso es necesario que el padre tenga un tiempo de responsabilidad primaria.
- ¿El cerebro femenino es más empático?
- Sí, se debe a las hormonas espejo que se activan cuando observamos una expresión facial de otro, captamos mejor los matices emocionales. La reacción típica del cerebro masculino ante una emoción es evitarla.
- ¿La gran capacidad masculina?
- Su cerebro es capaz de ignorar las necesidades de los demás para centrarse más en la tarea que está haciendo; es útil.

Louann Brizendine es neurobióloga y neuropsiquiatra

Fuente:
La Vanguardia, 06 marzo 2007

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