Sergi Raventós
Àngel Ferrero
19/12/2023
Conviene seguir defendiendo esta política transformadora, que cuenta con un apoyo ciudadano real, amplio y estable, como demuestra una encuesta de 2022
Ha sido defendida en los últimos años por el expresidente de EEUU Barack Obama, por el Papa Francisco o por el secretario general de la ONU, António Guterres, y es una de las propuestas que aparecen con más regularidad en los debates sobre las medidas a adoptar para hacer frente a los grandes retos del siglo XXI. Y, asimismo, sigue siendo una iniciativa bastante desconocida para grandes sectores de la población. La renta básica universal es una de aquellas utopías reales de las que habló el sociólogo estadounidense Erik Olin Wright. Aunque pueda parecerlo por el impulso que ha tomado esta propuesta en los últimos años, especialmente a raíz de las consecuencias económicas provocadas por las medidas para combatir la propagación de la covid-19, la renta básica universal no es una idea nueva: la propuesta de otorgar un ingreso individual e incondicional a toda la población ha sido planteada por diferentes autores desde el siglo XVIII y los investigadores de la renta básica incluso han encontrado antecedentes en Tomás Moro y Josep Lluís Vives. La medida se ha estudiado y difundido con otros nombres –“ingreso ciudadano”, “salario ciudadano”, “renta incondicional”, “dividendo ciudadano”– hasta llegar al que hoy se utiliza más a menudo de “renta básica universal” (RBU).
La realización de un plan piloto de renta básica en Cataluña fue una de las propuestas incluidas en el acuerdo de investidura de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat al que llegaron la CUP y ERC. Para diseñar, desplegar y evaluar el Plan piloto de renta básica universal, el Govern creó en junio de 2021 la Oficina del Plan Piloto para Implementar la Renta Básica Universal, que, durante el año 2022, y una vez se constituyó su equipo técnico, comenzó a trabajar en el diseño del proyecto.
¿Cuál es el estado actual del Plan piloto de la renta básica?
Una propuesta como la de la RBU está destinada a ser recibida con incomprensión, sino directamente rechazo, por determinados sectores sociales, y el caso catalán no ha sido por desgracia una excepción. El grupo parlamentario Partit dels Socialistes de Catalunya-Units per Avançar (PSC-Units) presentó una moción en la que pedía directamente el cierre de la Oficina del Plan Piloto que salió con los votos de la derecha y de la extrema derecha, pero también lo hizo otra, impulsada por el grupo parlamentario de ERC, en la que se pedía la continuidad.
Esta situación en el Parlament de Catalunya –que posiblemente tiene también alguna relación con una competición electoral que nada tiene que ver con la propuesta de la RBU como tal– contrasta con el amplio apoyo a la RBU en Cataluña. A finales de 2022, la Dirección General de Análisis y Prospectiva (DGAP) del Departamento de la Presidencia de la Generalitat llevó a cabo una encuesta para conocer la opinión de los catalanes sobre la RBU. Es una encuesta que por desgracia no ha estado lo suficientemente difundida, pero que creemos que aporta mucha información sobre la opinión de la población catalana sobre esta propuesta.
Cuando, por ejemplo, se pregunta a los encuestados si están de acuerdo con la implementación de una RBU en un grado del 0 al 10, la valoración media, una vez leída la definición, era de 6’6. No existen grandes diferencias en el grado de apoyo si se analiza la muestra de encuestados según el sexo, la situación laboral o el nivel de estudios. Sí que encontramos, sin embargo, diferencias cuando se observa por partido político: solo dos partidos tienen simpatizantes que, de media, no darían apoyo a la implementación de la RBU (menos de 5): se trata de Vox (con una valoración de 4’4) y del PP (4’9). Por lo que respecta al resto de partidos, sus simpatizantes –incluyendo a los del PSC-Units y Junts– de media darían apoyo a esta medida. La puntuación más elevada la encontramos en los simpatizantes de la CUP, d’En Comú Podem y de ERC, que tendrían un grado medio de apoyo de más de 7 puntos sobre 10.
En relación con la incondicionalidad, la universalidad o la individualidad de la RBU, las tres tienen un grado de apoyo mayoritario positivo (más del 50%): la incondicionalidad es valorada como un rasgo positivo, o más bien positivo, por el 53% de los encuestados; la universalidad, por el 66%, y la individualidad, por el 63%. Además, la reforma fiscal progresiva que precedería a la implementación de la RBU es percibida de manera positiva por el 73% de los encuestados, y el 66% cree que el importe de 800 euros al mes es adecuado.
Una de las objeciones más frecuentes cuando se oye hablar de la RBU es que la gente dejaría de trabajar. Los resultados de esta encuesta lo desmienten. ¿Qué dice la gente que haría con una RBU en relación con el ámbito laboral? El 68’8% de las personas que trabajan afirma que no haría ningún cambio desde el punto de vista laboral; el 20’1% seguiría con su trabajo actual, pero reduciendo su horario; y solo el 3,7% dice que dejaría de trabajar. ¿Y a qué destinarían el dinero de recibir la RBU? El destino principal serían los gastos diarios, seguidos por la vivienda y el ocio. Además, se preguntaba si se pensaba que se había de llevar a cabo un plan piloto antes de la implementación de la RBU: el 76% opinaba que sí.
También se preguntó a las personas encuetadas sobre los cambios que creen que podría tener la implementación de la RBU. El 72% cree que su vida cambiaría, y, cuanto más cree que cambiaría, más a favor se está de media con la implementación de la medida. Los cambios concretos más percibidos generalmente serían un nivel más alto de tranquilidad y de bienestar, y una mejora económica.
¿En qué consiste el Plan piloto del Govern?
Aun reconociendo las limitaciones propias de tipo presupuestario, legal, temporal, territorial y de cobertura, la Oficina del Plan Piloto se ha aproximado en todo lo posible en el diseño de la prueba a las características de una RBU. Hay, no obstante, aspectos de una RBU real que el Plan piloto no podría recoger, concretamente lo tocante a la financiación y la integración en el sistema de protección social del contexto en el que se aplica. En el caso de Cataluña, la aplicación de una RBU real implicaría una reforma esencial del actual sistema fiscal y del sistema de prestaciones sociales.
El Plan piloto del Gobierno catalán se ha diseñado con un universo de 10.000 personas participantes, de las que 5.000 recibirán la asignación monetaria y participarán en actividades de evaluación (grupo de tratamiento) y otras 5.000 podrán participar en actuaciones de avaluación, como contestar a las encuestas (grupo de control). De las 5.000 personas que reciban la RBU del Plan piloto, se prevé que la mitad será elegida aleatoriamente por domicilios de toda Cataluña, mientras que la otra mitad corresponderá a la población de dos municipios.
El objetivo general del Plan piloto de la renta básica universal en Cataluña es poder observar los efectos de una RBU sobre la población en Cataluña considerando su posible implementación a gran escala. El Plan piloto se centraría en los aspectos menos estudiados, al menos en el contexto de los países desarrollados, en relación con los efectos de las características suficiente y universal de la RBU.
Por lo que hace a la característica de suficiente, la mayor parte de los proyectos piloto que se han llevado a cabo en otros países proporcionaron cuantías monetarias insuficientes para cubrir las necesidades materiales básicas. Por eso el Plan piloto catalán se propone aproximarse todo lo posible a una cuantía suficiente, tomando como referencia la que establece el umbral de la pobreza. Respecto a la característica universal, es otra cuestión relevante para la investigación y a la que los proyectos piloto realizados hasta el momento no han dedicado suficiente atención. ¿Qué pasaría si todas las personas residentes en un territorio concreto, como un municipio, recibiesen la RBU, y no solamente unas cuantas personas aisladas sin contacto ni vinculación entre ellas? ¿Cuáles serían los efectos sobre el entramado institucional (uso de servicios básicos: salud, educación y servicios sociales) y las dinámicas comunitarias de cohesión social y económicas del territorio? La condición de la universalidad puede dar pie a efectos agregados, diferentes de la suma de los efectos individuales. Así pues, la Oficina del Plan Piloto ha planteado la importancia de implementar el plan piloto a escala territorial y asegurar que toda la población de un territorio recibe la RBU. Finalmente, en el Plan piloto catalán se acordó una cuasi-universalidad, ya que, por el hecho de no poder efectuar ninguna reforma fiscal, en el piloto se optó por excluir al 10% más rico de la población.
En cuanto a los objetivos específicos, el Plan piloto de la renta básica universal se propone observar, por una parte, los efectos individuales y dentro de los hogares de recibir una RBU en diferentes ámbitos, como el de la pobreza, el consumo, la inversión, el ahorro y las deudas, la educación, la salud, la ocupación y las relaciones de género dentro de los hogares, el bienestar subjetivo y la autonomía, los valores y las actitudes. Y, por la otra, los efectos comunitarios –agregados– en diferentes municipios de Cataluña en relación con el uso de servicios básicos como la salud, los servicios sociales y la educación, el tejido asociativo y la desigualdad de rentas.
El diseño del Plan piloto de la renta básica universal –que ha incorporado las aportaciones y mejoras hechas por la sociedad civil, por el mundo académico y por diferentes sectores profesionales– prevé una duración limitada de 24 meses, así como las actuaciones necesarias para avaluar los impactos. Finalizado el Plan piloto, se harían públicos los resultados a la ciudadanía y a la comunidad académica para facilitar el estudio y el debate público sobre la propuesta.
Por todos estos motivos –por su apoyo social, por un diseño que ha recibido un consistente reconocimiento académico internacional– conviene seguir defendiendo la propuesta de la RBU en nuestro país, una política transformadora que no es, como la caricaturizan a menudo sus detractores, patrimonio de un puñado de académicos y activistas, sino que cuenta con un apoyo ciudadano real, amplio y estable.