Valerio Arcary
13/05/2023“La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce”.
Sabiduría popular portuguesa
1. A pesar de la situación reaccionaria, el PSol ha crecido, en los últimos años, en un contexto de recuperación del lulismo: fue una hazaña. Se consolidó como la segunda fuerza de la izquierda brasileña, y uno de los partidos anticapitalistas más importantes, internacionalmente. Superó la cláusula de barrera, independiente de la Federación con la Red. El PSOL consiguió, en 2022, el 3,57% de los votos válidos en las legislativas federales (3.787.697 de votos). En 2021, 50.000 afiliados votaron para la elección de los delegados para el Congreso. A finales de 2022, el PSOL contaba con 226 mil afiliados. Una parte importante del activismo, en la escala de unas pocas decenas de miles, con presencia en las movilizaciones, tiene en el PSol su referencia. Esto es así en el movimiento sindical y estudiantil, popular y de mujeres, negro e indígena, ecologista y LGBTQIA+, y el papel de las iniciativas del Frente Pueblo Sin Miedo fue importante, así comoen la respuesta al golpismo el 8 de enero. Este proceso fue posible porque prevaleció, en una intensa disputa interna, la línea política del Bloque PSol de todas las luchas: la defensa de la táctica del Frente Único de Izquierda, especialmente con el Frente Brasil Popular, es decir, el PT, MST y UNE contra el bolsonarismo. Preservarla, al mismo tiempo que el PSol prioriza la movilización popular, no la presencia en los ministerios, será clave. El papel del PSol es ser una herramienta útil para la lucha de los trabajadores y la juventud, y un punto de apoyo para la reorganización de la izquierda brasileña.
2. Vale la pena recordar las cuatro etapas de la historia del PSol hasta el día de hoy: (a) el momento heroico de la fundación fue un inmenso desafío, porque la apuesta de que era posible la existencia de un partido a la izquierda del PT, con capacidad de conquistar audiencia de masas, implicaba riesgos inmensos; (b) la segunda ruptura del PT encabezada por la corriente de Ivan Valente, en 2007 y la consolidación como oposición de izquierda a los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff mediante la valiente campaña presidencial de Plinio de Arruda Sampaio en 2020, que favorecieron una aparición independiente en el periodo iniciado en junio de 2013 y ampliaron la audiencia de Luciana Genro, en 2014; (c) la tercera etapa comenzó con el giro ante el golpe “institucional” de 2016 y la lucha por el Frente Único de izquierda contra Temer y Bolsonaro, la integración de la corriente Resistencia, la relación privilegiada con el MTST y la APIB de Sonia Guajajara, garantizando un salto de calidad que permitió llevar a Boulos a la segunda vuelta en las elecciones de 2020 en Sau Paulo; (d) la cuarta etapa comienza con una posición de equilibrio frente al gobierno del Frente Ampla liderado por el PT: el PSol no es parte del gobierno, porque es un gobierno de colaboración de clases,pero lo defiende, en las calles y en el Congreso, ante las amenazas de la extrema derecha: una “geringonza tropical”.
3. ¿Cuál es el reto del Congreso del PSol? El principal reto es la defensa de la continuidad de una estrategia política que ha sido victoriosa hasta ahora. Debe garantizar la defensa de tres ejes: (a) el combate implacable contra la extrema derecha porque la elección de Lula fue por margen estrecho, sin una ola previa de grandes movilizaciones de masas como en Bolivia, Chile o Colombia, y el bolsonarismo mantiene posiciones en los tres gobiernos del sureste, en las Fuerzas Armadas y Policías, además de la influencia de las masas; (b) la defensa de la movilización social en la lucha de clases a través del Frente Unico de Izquierda, uniendo los Frentes Brasil Popular y Povo Sem Medo ante la necesidad de unificar a la clase obrera, que sigue dividida por el envenenamiento fascistoide, las luchas por las reivindicaciones concretas del pueblo y la juventud, como el 9 de enero contra el golpe, y en la campaña por la derogación de la reforma de la escuela secundaria; (c) la lucha por un programa de reformas estructurales anticapitalistas, que requiere independencia política del gobierno para presentar propuestas que lleven a fin a la represión de los neofascistas, como la detención de Bolsonaro, la exigencia de la dimisión de Campos Neto, la negativa del marco fiscal y la necesidad de una reforma fiscal que haga justicia cobrando impuestos sobre la renta y el patrimonio. Quien defiende una línea “ni, ni” pura, es decir, oposición de izquierda al gobierno de Lula, no ha aprendido la lección fundamental de los últimos años: el país está fracturado por el peso abrumador de los neofascistas. La experiencia de los últimos cuatro meses ha confirmado que el espacio de oposición al gobierno del Frente Amplio está, en este momento, totalmente ocupado por la oposición de derecha, y liderado por la extrema derecha. Ya fue una irresponsabilidad agitar Fora Todos entre 2015/16, cuando la extrema derecha conquistó las calles con Fora Dilma, imaginando que Brasil estaba en un momento “argentino” de 2001/2002 que incendió el “Que se vayan todos”. Repetir el mismo error en 2023 sería imperdonable.
4. La disputa de dirección en el Congreso del PSol no será una lucha burocrática por el control del aparato. No es artificial. Corresponde, en términos generales, a las diferencias de estrategia acumuladas, y debe reeditar la lucha entre el Bloque Psol de todas las luchas (PTL), que une el PSol Popular (Primavera y Revolución Solidaria) y PSol Semente (Resistencia, Insurgencia y Subverta) que cumplió un papel clave para llegar hasta aquí, contra el Bloco de Esquerda, liderado por el MES, asociado a colectivos como la era APS Nova, y las tendencias Fortalecer y Comuna (que acaba de escindirse), así como grupos menores. No se votará en las urnas, como en 2021, debido a la pandemia. Tendrá lugar en sesiones plenarias de debates presenciales de afiliados. La etapa municipal tendrá lugar en las ciudades entre el 29 de julio y el 3 de septiembre. La estatal entre el 09 y el 10 de septiembre y el 16 y el 17 de septiembre. El Congreso Nacional el 29, 30 de septiembre y el 1 de octubre. La relación de fuerzas se medirá en función de la movilización para las Plenarias, y hay un cierto margen de incertidumbre. Pero lo más probable es un crecimiento del Bloque PTL que garantice una mayoría superior al 56% de 2021. Al mismo tiempo, es previsible un crecimiento de la influencia del MES dentro del Bloque de la Oposición de Izquierda.
5. ¿Cuál debería ser el proyecto de PSol? Ser un partido de izquierda amplia con impulso anticapitalista que agrega corrientes de variadas definiciones estratégicas y activistas combativos de los movimientos sociales que abrazan un programa de reformas estructurales. El Psol no es un partido marxista militante estructurado en núcleos unitarios de intervención para el combate en la lucha de clases. Pero el dilema no debe resumirse en una elección ultimatista: o un partido bolchevique “perfecto” o la fragmentación de la izquierda radical en dos docenas de tendencias impotentes, condenadas a la marginalidad como círculos literarios de propaganda. La existencia del PSol es más que progresiva: es una joya rara, valiosa y preciosa. La construcción de un partido a la izquierda del PT sólo es posible respetando los límites de los posibles acuerdos. El PSol se organiza como un Frente de corrientes que interviene en conjunto para los procesos electorales, pero no es un aparato de funcionarios institucionalizado en gabinetes parlamentarios. El PSol no puede ser un Frente Revolucionario como el FIT argentino. Quien defiende esta perspectiva está sembrando, sea consciente o no, la explosión del PSol. No puede tener centralismo de inspiración leninista, porque explotaría. El PSol nunca ha sido tan fuerte como hoy, y puede ser decisivo en la lucha contra la extrema derecha, y un polo para la reorganización de la izquierda, atrayendo corrientes y activistas de diversos orígenes aún dispersos. Boulos está en su apogeo como el líder de mayor audiencia en la izquierda, solo por detras de Lula, por delante de las encuestas para las elecciones de 2024 en São Paulo. Hay buenas razones para seguir apostando por la continuidad del crecimiento de Psol.