Repúblicas por los derechos y las libertades. Repúbliques pels drets i les llibertats. Repúblicas polos dereitos e as liberdades. Eskubide eta askatasunen aldeko errepublikak

AAVV

10/02/2021

En los últimos años hemos asistido a la emergencia de un renovado interés por la cuestión republicana. Una importante encuesta reciente revelaba que existía (aunque de forma ajustada) una mayoría republicana en el Reino de España. Los principales medios de comunicación prefirieron hacer caso omiso del asunto. Pero se trata de una corriente de fondo que cada vez pasa menos desapercibida: no son pocas las investigaciones, plataformas, debates y declaraciones que, desde hace varios años, vienen tratando de recuperar y actualizar el imaginario y los principios de la inveterada tradición republicana. Esta ha sido y seguirá siendo uno de las principales objetivos de Sin Permiso.

Por esa razón hemos querido sumarnos a la celebración de la efeméride de la proclamación de la que fue la primera experiencia republicana de nuestros pueblos, hace ya casi 150 años. Junto con otros colectivos firmamos, por ello, el manifiesto que se presenta a continuación. SP


 

Repúblicas por los derechos y las libertades

 

El 11 de febrero de 1873 se proclamó la Primera República, que representó uno de los intentos más ambiciosos de los pueblos y de las naciones para caminar hacia una institucionalidad confederal protagonizada por las clases populares en los municipios, los territorios y las naciones presentes en el Estado español, así como para la liberación de las colonias del yugo imperial. Esta fecha olvidada cristaliza una culminación de luchas populares y republicanas para revertir el centralismo oligárquico que históricamente ha representado la monarquía. La autodeterminación municipal y nacional quedó así concretada en un proyecto político y democrático para transformar el Estado, a la vez que planteó la redistribución de la riqueza y la conquista de derechos sociales, civiles y nacionales.

Este enorme legado, que tanto peso ha tenido en experiencias democráticas transformadoras, como la misma Segunda República, ha quedado (casi) olvidado. Su recuperación no es un acto de memoria histórica sino de reivindicación política en un momento especialmente grave de crisis de régimen. Los movimientos republicanos de los pueblos del Estado español, impulsados por las clases trabajadoras y populares, han sido el principal motor de la emancipación social y política en nuestra historia. Estaríamos hoy, por tanto, ante una nueva oportunidad de cambio, si movimientos sociales y organizaciones de izquierdas consiguen conjugar las aspiraciones de democracia política y de justicia social, en todos los ámbitos de explotación, opresión, dominación y depredación ecológica, para alcanzar una mayoría de edad y una condición plena de la ciudadanía que la monarquía y su régimen nos niegan.

La crisis pandémica ha llegado después de una década perdida en la cual los partidos del régimen han impuesto el neoliberalismo a golpe de garrote. La Ley Mordaza aprobada el 2012 es la culminación de esta deriva. Utilizada contra los movimientos populares y soberanistas durante el primer estado de alarma, ha sido empleada de manera récord en lo que concierne al número de sanciones: más de un millón. El uso de la Ley Mordaza contra el movimiento por la vivienda, con multas por parar desahucios, es el enésimo intento de atemorizar a la gente para que no participe activamente en la defensa de sus derechos civiles y sociales, como pueden ser el derecho a la protesta y a un hogar digno. Esta represión coincide, además, con la furibunda persecución sobre los movimientos soberanistas que en los últimos años han estado en el punto de mira del Estado.

La lucha por las libertades civiles hace necesario no solo derogar la Ley Mordaza, sino también un programa que defienda la amnistía de los y las presas políticas para poner fin a la criminalización de la sociedad civil y el derecho a la autodeterminación, hasta reconocer la independencia nacional si así lo desea la nación en cuestión. No es casual que, con el advenimiento de las experiencias democráticas mencionadas, la campaña por la amnistía y las libertades civiles de las clases populares haya sido una constante contra el cierre autoritario al que recurren las élites.

En las luchas republicanas de nuestro tiempo el feminismo está llamado a jugar un rol clave al denunciar todas las desigualdades políticas y civiles, en lo público y lo privado, que subyugan a las mujeres a una condición de servidumbre. La emancipación y la conquista de derechos por parte del movimiento feminista expresa, de hecho, las mejores virtudes republicanas al pretender derribar las estructuras de poder del patriarcado: en muchas ocasiones las activistas republicanas y las feministas combaten una misma estructura desigual de poder aplicada a diferentes ámbitos, esta es, la del soberano que gobierna despóticamente, ya sea sobre el Estado, sobre la empresa en el frenético capitalismo de plataformas, sobre el hogar o sobre los cuerpos.

La época nos exige estar a la altura. En el transcurso de la presente crisis vírica, pero también económica, destaca el aumento y la concentración de la riqueza en cada vez menos manos mientras enormes sectores de casi todas las clases sociales se empobrecen a marchas forzadas. Hace falta, pues, un programa mínimo de transformación económica y social que conquiste el derecho a la vivienda (regulando los alquileres en todo el Estado y parando los desahucios), que garantice la salud pública (con la mejora de las condiciones laborales del personal sanitario y la reconstrucción de un sistema sanitario público); y que establezca el derecho a la existencia con nuevos mecanismos como la renta básica. Se trata, pues, de emprender un proyecto de transformación económica que comporte un modelo productivo no dependiente. Una transición ecosocial frente a la alternativa industrial militarista del régimen que deja desmantelar la industria civil mientras prioriza la venta de armas a regímenes dictatoriales. Una transformación, en suma, que garantice un orden justo y seguro dirigido por los pueblos frente a las reformas de un bloque neoliberal (progresista cuando le conviene) en las que el PSOE parece encontrarse más cómodo, en el compadreo complaciente con los magnates del oligopolio energético e inmobiliario.

Objetivos estos que deberían acompañarse de la mano de una reforma fiscal que, siguiendo la estela de la Tasa Covid, grave las grandes fortunas, las transacciones financieras y ponga fin al fraude fiscal de las grandes élites, entre las cuales se encuentra la monarquía. De este modo el programa mínimo se verá financiado de forma justa, aspirando a la superación de las desigualdades y fiscalizando las grandes fortunas.

La monarquía es la clave del cierre elitista y autoritario del Estado, como continuamente se pone de manifiesto en las resistencias que encuentra todo intento de investigación seria sobre su corrupción. No cabe sino oponerle una alternativa que discurra en los términos mencionados. El sentimiento popular republicano en Cataluña y en el resto de pueblos del Estado español, como muestran encuestas recientes, refleja el anhelo popular de estos cambios. Hace falta construir alianzas que permitan avanzar hacia un Pacto de San Sebastián del siglo XXI para tumbar el régimen monárquico y comenzar a conquistar las Repúblicas de la gente trabajadora. Es la hora de avanzar hacia procesos constituyentes en favor de los derechos colectivos, las libertades y las soberanías de los pueblos del Estado.

Revistas firmantes: A Xanela, Agon, Catarsis, Institut Sobiranies, Nortes, Revista Maig, Revista Realitat,  Sin Permiso, Sororis Causa, Viento Sur

 

Repúbliques pels drets i les llibertats

 

L’11 de febrer de 1873 es va proclamar la Primera República, que va representar un dels intents més ambiciosos dels pobles i de les nacions per a caminar cap a una institucionalitat confederal protagonitzada per les classes populars en els municipis, els territoris i les nacions presents a l’Estat espanyol, així com l’alliberament de les colònies del jou imperial. Aquesta data oblidada cristal·litza una culminació de lluites populars i republicanes per a revertir el centralisme oligàrquic que històricament ha constituït la monarquia. L’autodeterminació municipal i nacional quedà així concretada en un projecte polític i democràtic per a transformar l’Estat. A la vegada que plantejant la redistribució de la riquesa i la conquesta de drets socials, civils i nacionals.

Aquest enorme llegat, que tant pes ha tingut en experiències democràtiques transformadores, com la mateixa Segona República, ha restat (quasi) oblidat. La seva recuperació no és un acte de memòria històrica sinó de reivindicació política en un moment especialment greu de crisi de règim. Els moviments republicans dels pobles de l’Estat espanyol, impulsats per les classes treballadores i populars, han estat el principal motor de l’emancipació social i política de la nostra història. Estaríem avui, per tant, davant d’una nova oportunitat de canvi, si moviments socials i organitzacions d’esquerres aconsegueixen conjugar les aspiracions de democràcia política i justícia social, en tots els àmbits d’explotació, opressió, dominació i depredació ecològica, fins a aconseguir una majoria d’edat i una condició plena de ciutadania que la monarquia i el seu règim ens neguen.

La crisi pandèmica ha arribat després d’una dècada perduda en la qual els partits del règim han imposat el neoliberalisme a cop de garrot. La Llei Mordassa aprovada el 2012 és la culminació d’aquesta deriva. Utilitzada contra els moviments populars i sobiranistes durant el primer estat d’alarma, ha estat emprada de manera rècord pel que fa al nombre de sancions: més d’un milió. L’ús de la Llei Mordassa contra el moviment per l’habitatge, amb multes per aturar els desnonaments, és l’enèsim intent d’atemorir la gent perquè no participi activament en la defensa dels drets civils i socials, com poden ser el dret a la protesta i a una llar digna. Aquesta repressió coincideix, a més a més, amb la persecució despietada dels moviments sobiranistes que en els darrers anys s’han trobat en el punt de mira de l’Estat.

La lluita per les llibertats civils fa necessària no només derogar la Llei Mordassa sinó també un programa que defensi l’amnistia dels i les preses polítiques per a aturar la criminalització de la societat civil i el dret a l'autodeterminació, fins a reconèixer la independència nacional si així la nació en concret ho decideix. No és casual que, en l’esdeveniment de les experiències democràtiques esmentades, la campanya per l’amnistia i les llibertats civils de les classes populars hagi estat una constant contra el tancament autoritari al qual recorren les elits.

En les lluites republicanes del nostre temps, el feminisme està cridat a jugar un paper cabdal en denunciar totes les desigualtats polítiques i civils, en els àmbits públics i privats, que subjuguen a les dones a una condició de servitud. L’emancipació i la conquesta de drets per part del moviment feminista expressa, de fet, les millors virtuts republicanes en pretendre esbotzar les estructures de poder del patriarcat: en moltes ocasions les activistes republicanes i les feministes combaten una mateixa estructura desigual de poder aplicada a diferents àmbits, és a dir, la del sobirà que governa despòticament, ja sia sobre l’Estat, sobre l’empresa en el frenètic capitalisme de plataformes o sia a la llar i sobre els cossos.

L’època ens exigeix estar a l’altura. En el transcurs de la present crisi vírica, però també econòmica, destaca l’augment i la concentració de la riquesa en cada cop menys mans mentre enormes sectors de quasi totes les classes socials s’empobreixen a marxes forçades. Fa falta, doncs, un programa mínim de transformació econòmica i social que conquereixi el dret a l’habitatge (regulant els lloguers a tot l’Estat i aturant els desnonaments), que garanteixi la salut pública (amb una millora de les condicions laborals del sistema sanitari i la reconstrucció d’un sistema sanitari públic); i que estableixi el dret a l’existència amb nous mecanismes com la renda bàsica. Es tracta, doncs, de dur a terme un projecte de transformació econòmica que comporti un model productiu no dependent. Una transició ecosocial vers l’alternativa industrial militarista del règim que deixa desmantellar la indústria civil mentre prioritza la venda d’armes a règims dictatorials. Una transformació, en definitiva, que garanteixi un ordre just i segur dirigit pels pobles vers les reformes d’un bloc neoliberal (progressista quan li convé) en què el PSOE sembla trobar-s’hi més còmode, en la conxorxa complaent amb els magnats de l’oligopoli energètic i immobiliari.

Objectius aquests que haurien d’anar de la mà d’una reforma fiscal que, seguint l’estela de la Taxa Covid, gravi les grans fortunes, les transaccions financeres i posi fi al frau fiscal de les grans elits, entre les quals es troba la monarquia. D’aquesta manera el programa mínim es veurà finançat de manera justa aspirant a la superació de les desigualtats i fiscalitzant de les grans fortunes.

La monarquia és la clau de volta del tancament elitista i autoritari de l’Estat, com contínuament es posa de manifest amb les resistències que troba tot intent d’investigació seriosa sobre la seva corrupció. No hi ha altra opció que oposar una alternativa estructurada en els termes esmentats. El sentiment popular republicà a Catalunya i a la resta de pobles sotmesos a l’Estat espanyol, com mostren enquestes recents, reflecteix l’anhel popular d’aquests canvis. Fa falta construir aliances que permetin avançar cap a un Pacte de Sant Sebastià del segle XXI per a tombar el règim monàrquic i començar a conquerir les Repúbliques de la gent treballadora. És l’hora d’avançar cap a processos constituents en favor dels drets col·lectius, les llibertats i les sobiranies dels pobles de l’Estat.

Revistes firmants: A Xanela, Agon, Catarsis, Institut Sobiranies, Nortes, Revista Maig, Revista Realitat,  Sin Permiso, Sororis Causa, Viento Sur

 

Repúblicas polos dereitos e as liberdades

 

O 11 de febreiro do 1873 proclamouse a Primeira República, que representou un dos intentos máis ambiciosos dos pobos e das nacións para camiñar cara unha institucionalidade confederal protagonizada polas clases populares nos municipios, nos territorios e nas nacións presentes no Estado español, así como para a liberación das colonias do xugo imperial. Esta data esquecida cristaliza un cúmulo de loitas populares e republicanas para reverter o centralismo oligárquico que históricamente representou a monarquía. A autodeterminación municipal e nacional quedou así concretada nun proxecto político e democrático para transformar o Estado. Ó tempo que considerou a redistribución da riqueza e a conquista de dereitos sociais, civís e nacionais.

Esta enorme herdanza, que tanto peso tivo en experiencias democráticas transformadoras, como a mesma Segunda República, quedou (case) esquecida. A súa recuperación non é tanto un acto de memoria histórica senón de reivindicación política nun momento especialmente grave de crise no réxime. Os movementos republicanos dos pobos do Estado español, impulsados polas clases traballadoras e populares, foron o principal motor da emancipación social e política na nosa historia. Estaríamos hoxe, polo tanto, ante unha nova oportunidade de cambio, se os movementos sociais e as organizacións de esquerdas son quen de conxugar as aspiracións de democracia política e de xustiza social, en todos os ámbitos de explotación, opresión, dominación e depredación ecolóxica, para acadar unha maioría de idade e unha condición plena da cidadanía que a monarquía e o seu réxime nos negan.

A crise pandémica chegou despois dunha década perdida na cal os partidos do réxime impuxeron o neoliberalismo a golpe de garrote. A Lei Mordaza aprobada no 2012 é o cumio desta deriva. Empregada contra os movementos populares e soberanistas durante o primeiro estado de alarma, foi aplicada de maneira record en canto a sancións: máis dun millón. O uso desta lei contra o movemento pola vivenda, con multas ó parar os desafiuzamentos, é o enésimo intento para amedrentar a participación activa da xente na defensa dos dereitos civís e sociais, como o dereito á protesta e ó fogar. Esta represión coincide ca represión sobre os movementos soberanistas que nos últimos anos estiveron no punto de mira do Estado.

A loita polas liberdades civís fai preciso non só derrogar a Lei Mordaza, senón tamén un programa que defenda a amnistía dos e das presas políticas para poñer fin á criminalización da sociedade civil e o dereito á autodeterminación, ata recoñecer a independencia nacional se así o desexa a nación en cuestión. Non é casual que coa chegada das experiencias democráticas mencionadas, a campaña pola amnistía e as liberdades civís das clases populares fose unha constante contra o peche autoritario ó que recorren as elites.

Nas loitas republicanas do noso tempo o feminismo está chamado a xogar un rol clave ó denunciar todas as desigualdades políticas e civís, no público e no privado, que subxugan ás mulleres a unha condición de servidume. A emancipación e a conquista de dereitos por parte do movemento feminista expresa, de feito, as mellores virtudes republicanas ó pretender derrubar as estruturas de poder do patriarcado: en moitas ocasións as activistas republicanas e as feministas combaten unha mesma estrutura desigual de poder aplicada a diferentes ámbitos, esta é, a do soberano que goberna despóticamente, xa sexa sobre o Estado, sobre a empresa no frenético capitalismo de plataformas, sobre o fogar ou sobre os corpos.

A época esixenos estar á altura. No transcurso da presente crise vírica, pero tamén económica, destaca o aumento da concentración da riqueza en cada vez menos mans mentres enormes sectores de case todas as clases sociais se empobrecen a marchas forzadas. Fai falta, pois, un programa mínimo de transformación económica e social que conquiste o dereito á vivenda (regulando os alugueiros en todo o Estado e parando os desafiuzamentos), que garanta a saúde pública (ca mellora das condicións laborais do persoal sanitario e a reconstrución dun sistema sanitario público); e que estableza o dereito á existencia con novos mecanismos como a renda básica. Trátase, pois, de emprender un proxecto de transformación ecosocial fronte á alternativa industrial militarista do réxime que deixa desmantelar a industria civil namentres se lle dá prioridade á venda de armas a réximes ditatoriais. Unha transformación, en suma, que garanta unha orde xusta e segura dirixida polos pobos fronte ás reformas dun bloque neoliberal (progresista cando lle convén) nas que o PSOE semella atoparse máis cómodo, no compadreo compracente cos magnates do oligopolio enerxético e inmobiliario.

Obxectivos estes que deberían acompañarse da man dunha reforma fiscal que, seguindo a estela da Taxa Covid, grave as grandes fortunas, as transaccións financeiras e poña fin ó fraude fiscal das grandes elites, entre as cales se atopa a monarquía. Desta maneira o programa mínimo verase financiado dun xeito xusto, aspirando á superación das desigualdades e fiscalizando as grandes fortunas.

A monarquía é a clave do peche elitista e autoritaria do Estado, como continuamente se pon de manifesto na resistencia que atopa todo intento de investigación seria sobre a súa corrupción. Non cabe senón oporlle unha alternativa que descorra nos termos mencionados. O sentimento popular republicano en Cataluña e no resto de pobos do Estado Español, como amosan as enquisas máis recentes, reflicte a cobiza popular por estas mudanzas. Fai falta construír alianzas que permitan avanzar cara un Pacto de San Sebastián do século XXI para tombar o réxime monárquico e comezar a conquistar as Repúblicas da xente traballadora. É hora de avanzar cara procesos constituíntes en favor dos dereitos colectivos, as liberdades e as soberanías dos pobos do Estado.

Revistas asinantes: A Xanela, Agon, Catarsis, Institut Sobiranies, Nortes, Revista Maig, Revista Realitat,  Sin Permiso, Sororis Causa, Viento Sur

 

Eskubide eta askatasunen aldeko errepublikak

 

1873ko otsailaren 11n, Lehen Errepublika aldarrikatu zen. Herriek eta nazioek instituzioalitate konfederalerantz jotzeko egindako saiakera handienetako bat izan zen, Espainiako Estatuan zeunden udalerri, lurralde eta nazioetako herri-klaseak protagonista zituena; eta aldi berean, jugo inperialaren azpiko koloniak askatzea zuen helburua. Langile eta errepublikanoen garaipena ekarri zuen ahaztutako data honek, historikoki monarkiari dagokion zentralismo oligarkikoaren aurkakoa. Udal- eta nazio-autodeterminazioa horrela zehaztu zen, Estatu eraldatzeko proiektu politiko eta demokratiko batean. Gainera, aberastasuna birbanatzea eta eskubide sozial, zibil eta nazionalak bereganatzea planteatzen zuen proiektu bat zen.

Esperientzia demokratiko eraldatzaileetan hainbesteko garrantzia izan duen ondare ikaragarri hori, Bigarren Errepublika bera bezala, ahaztu egin da (ia). Hura berreskuratzea ez da oroimen historikoaren ekintza, errebindikazio politikoa baizik, erregimen-krisiaren une bereziki larri batean. Espainiako Estatuko herrietako mugimendu errepublikanoak, langile-klaseek eta herri-klaseek bultzatuak, izan dira gure historiako emantzipazio sozial eta politikoaren eragile nagusiak. Beraz, aldatzeko aukera berri baten aurrean egongo ginateke gaur, gizarte-mugimenduek eta ezkerreko erakundeek demokrazia politikoaren eta gizarte-justiziaren nahiak bateratzea lortzen badute, ustiapen-, zapalkuntza-, menderatze- eta harraparitza-eremu guztietan, harik eta adin-nagusitasuna eta herritartasun-baldintza bat lortu arte, monarkiak eta haren erregimenak ukatu egiten baitigute.

Hamarkada galdu baten ondoren, krisi pandemikoa iritsi da; hamarkada honetan, erregimeneko alderdiek neoliberalismoa makilakadaz ezarri dute. 2012an onartutako Mordaza Legea da deriba horren gailurra. Lehen alarma-egoeran herri-mugimenduen eta mugimendu subiranisten aurka Estatuak tresna nagusia izan da, eta zigor kopurua errekorra igo da: milioi bat baino gehiago. Mordaza Legea etxebizitzaren aldeko mugimenduaren aurka erabiltzea, etxetik kaleratzeak geldiarazteko isunekin, jendea izutzeko ahalegin izugarria da, eskubide zibil eta sozialen defentsan aktiboki parte har ez dezan. Eskubide hauen artean, protestarako eta etxe duina izatekoa. Errepresio hori, gainera, bat dator azken urteetan Estatuaren jomugan aurkitu diren mugimendu subiranisten jazarpen gupidagabearekin.

Askatasun zibilen aldeko borrokak, Mordaza Legea indargabetzeaz gain, beharrezkoa egiten du preso politikoen amnistia defendatuko duen programa bat ere, gizarte zibilaren eta autodeterminaziorako eskubidea kriminalizazioa geldiarazteko, independentzia nazionala onartu arte baldin eta herriak hala erabakitzen badu. Ez da kasualitatea, lehenago aipatutako esperientzia demokratikoetan, herri-klaseen amnistia eta askatasun zibilen aldeko kanpaina eliteen autoritarioaren aurkako joera iraunkorrak bihurtzea.

Gure garaiko borroka errepublikanoetan, feminismoak funtsesko eginkizuna darama, eremu publiko eta pribatuetan emakumeak menderatzen dituzten desberdintasun politiko eta zibil guztiak salatzea. Mugimendu feministaren emantzipazioak eta eskubide-lorpenak errepublikaren bertute onenak azpimarratzen ditu, hain zuzen ere, patriarkatuaren botere-egiturak bota nahi baititu: askotan, ekintzaile errepublikanoek eta feministek botere-egitura bidegabe berari egiten diote aurre, hainbat eremutara hedatzen dena: gobernua despota modura diharduna, enpresa soilik bere onerako baliatzen duena edo etxean emakumeak objektu bezala tratatzen dituena.

Garaiak altueran egotea eskatzen digu. Krisi biriko honetan, baina baita ekonomikoa ere, aberastasuna hazten eta kontzentratzen da, eta gizarteko sektore handiak, berriz, pobreagoak izatea behartuta. Beharrezkoa da, beraz, etxebizitzarako eskubidea konkistatuko duen eraldaketa ekonomiko eta sozialerako gutxieneko programa bat (alokairuak Estatu osoan erregulatuz eta etxegabetzeak geldiaraziz), osasun publikoa bermatuko duena (osasun-sistemaren lan-baldintzak hobetuz eta osasun-sistema publikoa berreraikiz), eta existentziarako eskubidea ezarriko duena, oinarrizko errenta bezalako mekanismo berriekin. Beharrezkoa da, beraz, menpekotasunik gabeko ekoizpen eredua ekarriko duen eraldaketa ekonomikorako proiektu bat gauzatzea. Trantsizio ekosozial bat behar da, erregimenaren industria-joeratik urrun, industria zibila suntsitzen uzten duena eta erregimen diktatorialei armak saltzeari lehentasuna ematen diona. Dagoen egoera, momentuz, orden zuzen eta segurua bermatzen du herritarentzat, bloke neoliberal baten erreformetara bideratua (progresista, komeni zaionean). Bloke horretan, badirudi PSOE erosoago dagoela, energia- eta higiezin-oligopolioko handiekin adeitsu jokatuz.

Helburu horiek erreforma fiskal baten bidez gauzatu beharko lirateke. Erreforma horrek, Covid Tasaren izarrari jarraituz, diruhandiak, finantza-transakzioak grabatu eta elite handien (monarkia, besteak beste) iruzur fiskalari amaiera eman beharko lioke. Horrela, gutxieneko programa modu bidezkoan finantzatuko da, desberdintasunak gainditu eta diruhandiak fiskalizatuz.

Monarkia Estatuaren itxiera elitista eta autoritarioaren giltza orokorra da, etengabe agerian geratzen den bezala bere ustelkeriari buruzko ikerketa-saio serio orok aurkitzen dituen erresistentziekin. Ez dago beste aukerarik hari aurre egiteko, aipatutako terminoetan egituratutako alternatiba martxan jartzea. Katalunian eta Espainiako Estatuaren mende dauden gainerako herrietan errepublikanoen sentimendu herrikoiak, duela gutxi egindako inkestek erakusten dutenez, aldaketa horien desioa islatzen du. Aliantzak eraiki behar dira XXI. mendeko Donostiako Itun baterantz aurrera egiteko, erregimen monarkikoa eten eta langileen Errepublikak konkistatzen hasteko. Estatuko herrien eskubide kolektiboen, askatasunen eta subiranotasunen aldeko prozesu eratzaileetarantz aurrera egiteko garaia da.

Errebistak sinatzen: A Xanela, Agon, Catarsis, Institut Sobiranies, Nortes, Revista Maig, Revista Realitat,  Sin Permiso, Sororis Causa, Viento Sur

A Xanela, Agon, Catarsis, Contra el Diluvio, Institut Sobiranies, Nortes, Revista Maig, Revista Realitat, Sin Permiso, Sororis Causa, Viento Sur
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AAVV
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