Gran Bretaña: un presupuesto continuista

Se acaba de presentar el primer presupuesto del recién elegido gobierno laborista. Rachel Reeves, la ministra de finanzas del Reino Unido (llamada Canciller del Tesoro en Gran Bretaña) aseguró que sus propuestas presupuestarias estabilizarían las finanzas públicas de Gran Bretaña; estimularían el crecimiento económico, evitarían dañar los niveles de vida de los "trabajadores"; y comenzarían a revertir el desastroso declive de los servicios públicos de Gran Bretaña, incluidos los servicios nacionales de salud, educación, transporte y vivienda.

Y Gran Bretaña ciertamente está rota después de más de una década de gobierno conservador. Pero, ¿puede este gobierno laborista ofrecer algún cambio?

Reeves admitió que el crecimiento de la productividad y la inversión del Reino Unido es el más bajo del G7. El crecimiento económico ha sido lamentable, con un aumento del PIB real por debajo del 2 % anual durante más de una década. ¿Podemos esperar un fuerte aumento de esa tasa de crecimiento durante los próximos cinco años de gobierno laborista? Aparentemente no. Según Reeves, la economía del Reino Unido gestionará una tasa de crecimiento promedio, en el mejor de los casos, durante el resto de esta década del 1,6 % anual, ¡así que no es mejor que antes! Como dijo la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) en su revisión presupuestaria: "en conjunto, las políticas presupuestarias dejan el nivel de producción en gran medida sin cambios en el horizonte de pronóstico".

A través de la niebla de las afirmaciones del gobierno, la OBR cree que la inversión empresarial en el PIB, la más baja en el G7 con alrededor del 10%, cambiará poco al final de esta legislatura y la inversión gubernamental tampoco aumentará ni estimulará al sector privado para que invierta.

Así que la esperanza de un aumento del crecimiento de la productividad se desvanecerá. La OBR espera que la tendencia del crecimiento de la productividad (producción por hora trabajada) aumente de cero a 1¼ por ciento en 2029. "Este es un aumento significativo con una tasa promedio del 2 ⁄ 3 por ciento en la década posterior a la crisis financiera. Pero todavía está muy por debajo del promedio de alrededor del 2¼ por ciento en la década anterior a la crisis financiera".

Todo esto significa que los recursos disponibles para revertir la disminución de los niveles de vida y los servicios públicos son escasos en el mejor de los casos y no repararán la "Gran Bretaña rota".

Reeves estaba dispuesta a decir que la inflación estaba bajando y que se estaba apegando al objetivo del 2% anual del Banco de Inglaterra. Y, sin embargo, ¡las proyecciones de inflación no creen alcanzar ese objetivo hasta 2029! De hecho, se prevé que la inflación aumente en 2025. Así que la presión sobre los ingresos reales continuará a lo largo de esta legislatura. De hecho, la OBR pronostica que el ingreso real disponible de los hogares (RHDI) por persona, una medida de los niveles de vida, crecerá en un promedio de solo ½ por ciento al año durante los próximos cinco años, y ese es un promedio.

Dada una economía de bajo crecimiento y baja productividad, todo lo que Reeves puede hacer es tratar de aumentar los impuestos y los créditos del gobierno para financiar más gasto en servicios públicos. Pero ha optado por hacerlo aumentando las contribuciones a la seguridad social pagadas por los empleadores por cada trabajador que emplean. Esto supuestamente ingresará 25 mil millones de libras esterlinas. Reeves también aumenta los impuestos sobre las ganancias de capital que los inversores ricos pagan cuando venden sus activos financieros. Y los extranjeros muy ricos ya no pueden reclamar el estatus de "no-residentes" para evitar pagar impuestos sobre las ganancias en el extranjero si viven en el Reino Unido.

Pero no hay impuesto sobre el patrimonio para los muy ricos (que podría recaudar fácilmente 25 mil millones de libras esterlinas al año); no hay aumento en los impuestos de los beneficios corporativos en rápido aumento (que se mantienen en el 25%) y los umbrales de exención de impuestos no se están elevando con la inflación hasta 2028, por lo que la mayoría de los trabajadores pagarán más impuestos por aumento de los salarios. Habrá una "campaña" contra el fraude de beneficios sociales para obtener 4 mil millones de libras esterlinas al año, pero solo un vago compromiso de abordar la evasión y fraude fiscal generalizadas (lo que le hace perder al gobierno unos 25 mil millones de libras esterlinas al año).

El salario mínimo aumentará a 12,21 libras esterlinas. Reeves describió el aumento del 6,7 por ciento como un "paso significativo" hacia la creación de un "salario auténticamente digno para los trabajadores", aunque no alcanza las 12,60 libras esterlinas por hora recomendadas por la Fundación Salario Mínimo (Living Wage Foundation).

Reeves también ha cambiado lo que llama la "regla fiscal" de la deuda del gobierno. El gobierno laborista se compromete a reducir la deuda del sector público, que ahora se encuentra en aproximadamente el 100 % del PIB. Reeves quiere "volver a calcular" esta "deuda bruta" como "deuda neta", es decir, después de tener en cuenta activos del gobierno como su propiedad inmobiliaria y participaciones financieras. Esto le permitirá pedir prestados 50 mil millones de libras esterlinas adicionales durante el resto de esta década sin aumentar el nivel de deuda.

El gobierno ha decidido pedir prestado más, hasta 40 mil millones de libras esterlinas este año fiscal para financiar gastos adicionales en escuelas, el NHS y los servicios públicos. Pero el gasto adicional en el NHS, la vivienda, el transporte, etc. también irá acompañado de un impulso de 3 mil millones de libras esterlinas al año para las fuerzas armadas y la garantía de transferir 3 mil millones de libras esterlinas al año a Ucrania "todo el tiempo que sea necesario" para derrotar a Rusia.

Queda por ver si la City de Londres y los inversores de bonos aceptarán esto sin vender bonos del gobierno y aumentar los costes de los intereses. Hasta ahora, parecen felices. Pero la OBR considera que los rendimientos de los bonos aumentarán en los próximos años, permaneciéndo por encima del 4%, mientras que la tasa del Banco de Inglaterra solo caerá de alrededor del 5% actual al 4%. Por lo tanto, las tasas hipotecarias y de tarjetas de crédito seguirán apretando los niveles de vida.

Por lo tanto, el gobierno ha encontrado algo más de dinero para gastar en servicios públicos, al menos en comparación con lo que los conservadores prometieron, pero que en realidad solo aumentaron el 1,5 % anual. El enfoque general no ha cambiado. Depende del sector capitalista invertir y crecer. Como dijo Sahil Jai Dutta: "El Partido Laborista ha mostrado pocos signos de cambio en el modelo actual en el que la infraestructura crítica es proporcionada por empresas privadas. Muchas de estas empresas han evitado invertir durante las últimas tres décadas, al tiempo que aumentan los dividendos, las recompras y los pagos a ejecutivos. En lugar de confrontar el por qué, la prioridad del Partido Laborista parece ser atraer a los inversores y promotores con más dinero disponible en mejores términos". Más subsidios para las grandes empresas, financiados por más impuestos y préstamos del gobierno.

Este presupuesto no supone cambios sustanciales para los trabajadores, o, para el caso, del capitalismo británico. Como dice la OBR: "las perspectivas económicas dependen de juicios inciertos sobre la evolución de la productividad, la inactividad y la migración neta. El pronóstico fiscal también sigue siendo muy sensible a los movimientos en las tasas de interés y la inflación dado el nivel de deuda".

Y todas las apuestas se pierden, si la economía mundial se desploma antes del final de esta década.