Peter Linebaugh
09/03/2014DroneAdventures.org es una ONG suiza sin fines lucrativos que en abril de 2013 envió a dos representantes a Haití para trabajar con un par de ONGs llamadas Open Street Map e International Organization for Migration. Durante seis días, con tres drones (aviones no tripulados) y algunos ordenadores portátiles estos aventureros de los drones situaron en el mapa:
1) Barriadas de Puerto Príncipe para contar el número de tiendas de campaña para a su vez confeccionar un censo y organizar infraestructura.
2) Lechos de los ríos para simular el flujo de agua para el futuro control de inundaciones, y
3) La Universidad de Limonade para ayudar a promover la escuela para la próxima generación de jóvenes en Haití.
Esos promotores de drones también hicieron un vídeo alegre con un fondo de sonido feliz, bonitas fotografías de cielo azul, y decenas de niños corriendo detrás de esos flautistas lanzando sus drones como halcones como si los niños también pudieran volar tan fácilmente para huir de los desastres de la vida causados por humanos.
¿Se ha preguntado alguna vez lo importante que es tener mapas actualizados y detallados de un territorio? preguntan los promotores de los drones. No solamente sabemos lo importante que es, sabemos lo bastante para albergar suspicacias. Históricamente, la cartografía se desarrolló en Europa con fines militares, comerciales y de explotación. Hay una necesidad constante de tener al día las imágenes para la ayuda, la distribución, la reconstrucción, la mitigación de desastres la lista continúa. Y la lista sí que continúa hasta llegar directamente a cercos y bombardeos. Estas cosas no son para nuestro propio bien, a pesar de todos los esfuerzos para que lo sean.
El mapa depende de la vista de pájaro o de la perspectiva elevada. Este punto de vista aportó no solamente diversión sino la ilusión de omnisciencia que hasta ahora había sido reservada en la historia de Europa a las divinidades de este continente. La vista de pájaro también inspiró al movimiento romántico de Europa. Esta perspectiva nos deja boquiabiertos contemplando el cielo, y haciendo caso omiso de lo que nos rodea. Esta misma perspectiva inició el análisis de clase y la profunda visión de Ruins (1792) de Volney y Queen Mab (1812) de Shelley.
Ya hemos visto algo así anteriormente, con el origen de la vista de pájaro. Consideremos al gran filósofo francés Condorcet, o al brillante burgués americano Benjamin Franklin. Ambos dieron la bienvenida a los primeros globos de aire caliente el 11 de septiembre de 1783 (¡oh, fecha de terror y espanto!) que hizo esta perspectiva posible. Señalaron la combinación del divertimento del momento y del poder potencial del globo. Una década después, los globos fueron usados para la observación militar en las guerras de Francia contra Austria. Fueron los antecesores de los dirigibles, aeroplanos (el bombardero y el de combate), el cohete, y ahora los drones. La perspectiva del ojo de pájaro y las máquinas aéreas que la hace posible condujeron directamente a Guernica e Hiroshima.
Horace Walpole, el novelista inglés, escribió en 1783 acerca del primer globo que ascendió ominosamente sobre el campo, el ingenio malvado del hombre siempre estudia para aplicar los productos de los talentos para esclavizar, destruir o engañar a sus semejantes. No podía expresarse mejor la contradicción esencial: la tecnología y el esclavismo fueron de la mano.
Menos de un año después del ascenso del primer globo en Haití, otros se elevaron sobre las plantaciones de Gallifet en Acul y la Plaine du Nord. Aquí los 800 esclavos que producían riquezas para Europa fueron gestionados por Odelucq, el hombre responsable del lanzamiento del globo, de hecho el primer vuelo en América. ¿Qué pensaron los esclavos? ¿Se quedaron mirando el cielo azul con los ojos y la boca abiertos? Moreau, el erudito contemporáneo, aportó la respuesta: los espectadores negros no se permitieron gritar contra la insaciable pasión humana para someter la naturaleza a su poder. El ingenio malvado del hombre perteneció a la burguesía europea, no a los espectadores negros. ¿Cómo podemos producir mucho azúcar cuando trabajamos solamente dieciséis horas [al día]?, preguntó Odelucq. Solamente consumiendo hombres y animales, se respondió a si mismo.
Los hombres y mujeres no se dejaron consumir tan fácilmente. Enseñaron a los niños a no correr detrás de falsos dioses o de los europeos que predicaron la salvación tecnológica. Los líderes espirituales, militares y sociales de los esclavos apelaron a los dioses del cielo africanos quienes respondieron con truenos y relámpagos en la histórica noche del 23 de agosto de 1791 en el Bosque del Caimán, iniciando entonces la primera revuelta exitosa esclava en la historia mundial. Empezó en las mismas plantaciones que habían sido terrenos de pruebas para Odelucq. El cielo bajo Le Cap se volvió oscuro con el humo de las plantaciones incendiadas. Odelucq estaba entre los primeros de los opresores que pagó con su vida.¡La superversión fue respondida con la subversión!
Los drones que hoy matan indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños en Paquistán y Yemen aparecieron por primera vez en la historia de la tecnología como juguetes para niños, no como armas. Estate alerta, el artero ojo de la clase rectora te vigila.
Peter Linebaugh es profesor de Historia en la Universidad de Toledo. The London Hanged y (con Marcus Rediker) La hidra de la Revolución: la historia oculta del Atlántico revolucionario (trad. castellana: Editorial Crítica, Barcelona, 2005). En Serpientes en el jardín se incluye su ensayo sobre la historia del Día de Mayo. Su último libro es el Manifiesto de la Carta Magna (California Univ. Press, Berkeley, 2009), del que hay buena traducción castellana publicada por la editorial madrileña Traficantes de Sueños.
Traducción para www.sinpermiso.info: Daniel Raventós