Francia: La izquierda fragmentada imagina un futuro común

Pauline Graulle

04/07/2019

Convocados por dos diputadas, una insumisa, la otra comunista, parte de la izquierda se ha reunido el domingo 30 de junio para su “Big bang". Objetivo de la operación: tratar de construir una alternativa creíble a un mélenchonismo en declive.

“¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás?”. Un beso y se entra, un poco indeciso, en la carpa a rebosar. Los pequeños ventiladores rojos y amarillos disponibles son poca cosa para combatir el calor sofocante. El "big bang" prometida por las diputadas Clémentine Autain y Elsa Faucillon tiene lugar este domingo 30 de junio en el Circo Romani. Un lugar muy simbólico: el último circo roma de Francia se encuentra en el elegante distrito XVI, no sin conflictos con los vecinos...

La iniciativa parte de dos jóvenes en sus cuarenta. Clémentine Autain y Elsa Faucillon, diputadas de barrios populares de París, han dudado durante meses. El desastroso resultado de  Francia Insumisa (6,3%) y del Partido Comunista (2,5%) en las elecciones europeas ha sido la señal de que no se podía seguir así.

Las dos tienen algo más en común: tener un pie dentro y otro fuera de sus respectivos partidos. Clémentine Autain, llegó a Francia Insumisa desde Ensemble! (la formación más pequeña del Frente de Izquierda), crítica desde hace tiempo, y en todos los sentidos, de la línea populista y el estilo agresivo de Jean-Luc Mélenchon. Elsa Faucillon, comunista, está por su parte incómoda en un PCF enroscado sobre sí mismo. En enero, sentaron las bases de su "big bang" con la creación de un boletín común, titulada “Le Fil".

Un hilo que ahora están tratando de volver a conectar a la izquierda fragmentada, enfrentada, que tuvo seis candidaturas (del PS a Lucha Obrera) en la batalla de las elecciones europea. Una reconstrucción de una izquierda disuelto de alguna manera. "No se trata de hacer más listas, sino menos" insiste en la pista del circo Clementine Autain. Luego, en una referencia casi explícita a Jean-Luc Mélenchon: "Si pasamos el tiempo insultándonos, es al futuro al que insultamos [...]. No se puede imponer una dirección a la fuerza”.

En la audiencia, en el escenario o en el bar, nos encontramos con todo el pequeño mundo de la izquierda de la "izquierda". Intelectuales, activistas y políticos. Entre los primeros, los economistas Thomas Piketty y Julia Cagé, el ensayista Gael Brustier pero también el historiador Dominique Vidal, el filósofo Etienne Balibar, los directores de las revistas Regards y Politis. Del sector sindical: Philippe Martínez, el secretario general de la CGT, sin que sirva de precedente. Del lado asociativo: representantes del Comité en defensa de Adama Traoré o las Marchas por el Clima, miembros de Attac como Pierre Khalfa o Aurélie Trouvé. “Chalecos Amarillos”: un manifestante de las plazas se deslizaron en la carpa, y Geneviève Legay envía un mensaje de vídeo.

Los políticos también han venido. Comunistas unitarios - el diputado Stéphane Peu o la ex eurodiputada Marie-Pierre Vieu - y, lo más sorprendente, un comunista “identitario” como Igor Zamichiei. Pero también algunos representantes de Europa Ecología-Los Verdes, el concejal de París Jérôme Gleizes o la senadora musa de los chalecos amarillos Esther Benbassa; compañeros de Benoît Hamon como el ex ministro de François Hollande, Dominique Bertinotti, y Guillaume Balas. Sin olvidar a Olivier Besancenot, del NPA, que lleva un año clamando en el desierto a favor de un renacimiento de la izquierda frente a Macron y Le Pen.

Con la excepción de Sergio Coronado, ex Verde ahora con Mélenchon, que ha venido a saludar, solo faltan los insumisos - aunque Clementine Autain dice que tiene más apoyos que lo que podría creer entre los militantes insumisos.

En cuanto al PS, no fue invitado específicamente. No es suficiente para Olivier Faure, primer secretario del partido, que responde a Mediapart por escrito: aunque considera este "big bang" demasiado de "izquierda radical" para su gusto, no obstante considera que es un "paso" adelante.

Laurent Baumel, ex diputado socialista rebelde durante el gobierno de Manuel Valls, ha acudido sin pedir permiso, “comparto al 100% la visión de Clémentine Autain y su enfoque no-hegemónico, tolerante y humilde, su idea de no contraponer los acuerdos de aparato y la sociedad civil. Sé que por el momento, muchas personas están un poco tensa con el PS, pero ya se pasará. La idea de que Jean-Luc Mélenchon es la única alternativa ha pasado”.
¿El circo Romani representa la búsqueda de una izquierda anti-mélenchonista?

“Antimélenchonista sí, porque no se trata de que no gusten sus ideas, sino el personaje”, dice un participante con tono sarcástico. Muchos, en la Porte Maillot, recuerdan con emoción las pequeñas frases, los gestos con la barbilla, los mensajes de texto indignantes que le caracterizan, incluso quienes una vez le apoyaron. Algunos se preocupan por las consecuencias del fracaso de Francia Insumisa: ¿qué será de todos aquellos activistas que recuperaron la esperanza gracias a él?

De todos modos, todo el mundo está convencido en su fuero interno que el colapso en las elecciones europeas de Francia Insumisa abre una brecha para otra cosa. Para una "izquierda no populista anti-neoliberal", dice Guillaume Balas.

Jean-Luc Mélenchon ha menospreciado lo que llama con condescendencia “la pequeña izquierda caviar” (“la petite gôche”, sic), la de los colegas y los “bobos" (la pequeña burguesía bohemia), que, en su opinión, tiene poco que ver con el “pueblo" que él quiere representar y defender: el hecho es que cuesta ver la diferencia entre este "big bang” y la" federación popular" que el diputado por Marsella defendía en una entrevista con Libération en abril. Una asamblea de partidos y de ciudadanos, con una línea ecológica y social, con un pie en los movimientos y la movilización social.

Ni más ni menos que lo que defiende hoy Clémentine Autain: "Lo que se propone no es un reagrupamiento de organizaciones, sino de personas. Es imposible reagrupar a los partidos. Pero no se debe a que los colectivos anti-neoliberales [creados a raíz del referéndum en contra del Tratado constitucional europeo en 2005 - ED] no hayan funcionado”.

La misma historia repite Elsa Faucillon. Después de defender al Mélenchon de 2017 que “supo dar fuerza a nuestro movimiento”, la diputada comunista afirma que no "propone rehacer una vez más la Unión de la Izquierda", sino que quiere "construir un catalizador, una iniciativa para unir la indignación y la esperanza”. Las elecciones municipales, que implicaron listas conjuntas para ganar ciudades, auguran, de nuevo, una buena ocasión.

Con esta enésima llamada a reagruparse, ¿ligará la mayonesa? Para los participantes de la reunión, no hay otra alternativa que poner todos los ingredientes en el mismo contenedor. El diputado comunista Stéphane Peu cita una metáfora bíblica: "Hay 14 pasos en el camino de la cruz. Hoy damos el primero. Pero si queremos evitar el duelo entre Macron y Le Pen, y ninguna candidatura es evidente para 2022, ¿Qué otra opción tenemos? Hay que alimentar la aspiración de reagruparse y obligar a los partidos a escuchar. ¡Gloria a quienes lo intentan!"

Marie-Pierre Vieu, ex diputado comunista que ha venido de su ciudad de Tarbes, no es un fan de reagruparse de cualquier manera, pero tiene razón cuando dice: "Todas estas llamadas a la unión, son en parte pintorescas, pero necesarias. ¿Será inútil? Puede ser. Tenemos que empezar a construir, con urgencia y modestia, otro imaginario, de lo contrario nos dirigimos, como en Italia, a la desaparición de la izquierda y de sus valores”.

Mientras tanto, las iniciativas para continuar el "big bang" y recoger más firmas de las 5.000 del llamamiento inicial, están en marcha: la creación de una plataforma en septiembre, reunión de los  "big bang" locales el  7 y 8 diciembre, y entra tanto, la organización de cuatro reuniones temáticas sobre la democracia, el trabajo, contra el racismo y la ecología en Limoges, Cahors, Nantes y Montpellier a partir de septiembre. "Después del 'big bang' vienen la materia y la luz", dice Elsa Faucillon. En cualquier caso todo se supone que empieza aquí.

Periodista, es corresponsal política de Mediapart.
Fuente:
https://www.mediapart.fr/journal/france/010719/les-gauches-morcelees-s-imaginent-un-avenir-commun
Traducción:
Enrique García

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