Unas palabras sobre "Llibertat incondicional" de David Casassas

Daniel Sánchez Saumell

16/06/2022

Reproducimos a continuación el texto correspondiente a la intervención de Daniel Sánchez Saumell, investigador en filosofía moral y política y profesor de instituto, en el acto de presentación del libro de David Casassas Llibertat incondicional. La renda bàsica en la revolució democràtica (Tigre de Paper, 2022) en “El Foment” de Igualada el pasado 8 de junio de 2022.

Bienvenidas y bienvenidos al acto de presentación, que tiene lugar en “El Foment” de Igualada, del libro Llibertat incondicional. La renda bàsica en la revolució democràtica, escrito por David Casassas Marquès, a quien tendré el gusto de introducir a continuación, y editado por Tigre de Paper en catalán.

Para empezar, unas breves notas biográficas para quienes desconozcan su trayectoria: David Casassas es profesor en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona en la carrera de Sociología, en la cual se ocupa de impartir sociología económica, sociología del trabajo y sociología de los movimientos sociales, entre otras especialidades. Ha investigado sobre la Renta Básica, de la cual es un reconocido especialista mundial, pues forma parte desde hace más de veinte años de la organización BIEN (Basic Income Earth Network), que la promueve a nivel mundial, y la ha vinculado a la filosofía política republicana y al programa emancipatorio socialista, sobre los cuales también es un experto reconocido. Por consiguiente, a esta velada no ha acudido un diletante o un divulgador, sino alguien con conocimientos profundos y originales sobre ambos campos, un investigador que ha hecho aportaciones muy significativas, como las que destila la obra que estoy presentando.

Un breve inciso para empezar sobre el carácter del libro de David Casassas: no se trata de un texto académico, aunque no esté exento del rigor que presentan las mejores obras elaboradas académicamente, pero tampoco es un ensayo ligero, de los que tantos abundan actualmente. De hecho, consigue un difícil y virtuoso equilibrio entre la argumentación precisa y fundamentada y la elegante legibilidad que se espera de un ensayo, lo que lo convierte en una lectura accesible para los no especialistas, de la que pueden extraer un enorme provecho y que puede abrirles amplias perspectivas sobre el funcionamiento de la sociedad capitalista, el mundo del trabajo y el rol emancipador de una propuesta como la Renta Básica en nuestro contexto neoliberal.

Una vez cumplido el obligado papel de introducir la obra y el autor, me gustaría ofrecerles unas brevísimas reflexiones en torno a y a partir de lo que David Casassas expone en su obra, con el fin de justificar por qué este libro no es un texto divulgativo más sobre la Renta Básica (RB), lo que sigue siendo todavía necesario y que otros libros cumplen muy dignamente, y cuál es el objetivo mayor, más ambicioso, que, según interpreto, persigue David con su libro:

1) Como he sostenido hace un instante, Llibertat incondicional no es un libro de divulgación sobre la RB ni una exploración técnica sobre su viabilidad. Su fin es muy otro y meritorio (y original): sitúa la RB en un marco normativo emancipatorio más amplio en el cual su implantación tendría amplios beneficios en términos de libertad individual. Esto es, define una perspectiva filosófico-política en la cual la RB se vuelve políticamente interesante, rechazando cualquier ecumenismo entre todas las corrientes que coinciden en poco más que vindicar un ingreso ciudadano incondicional. De hecho, me parece que David Casassas acierta en presentarnos el marco en el que la RB es más efectiva y consigue plenamente sus objetivos emancipatorios.

La relevancia sociopolítica de la RB debe medirse según dos factores: a) primariamente, ¿de qué modo se financia? Lo que nos ofrece pistas sobre quiénes ganan y quiénes pierden con su implantación en una sociedad pugnazmente dividida en clases, ya que ataca directamente la cuestión del sistema impositivo (por muy universal que sea su percepción); b) en qué marco socio-institucional se nos presenta, esto es, en qué medida va acompañada de la incondicionalidad de otros servicios, como los que caracterizan un Estado del Bienestar robusto, y de un sistema de derechos sociales reconocidos públicamente (lo que implica también la existencia de sindicatos de clase, derecho laboral, protección social frente a los infortunios de la vida, etc.). En este sentido, David Casassas nos propone un contexto normativo para su RB que entronca con el republicanismo plebeyo y su heredero natural, el socialismo. Esto nos señala algo primordial frente a los críticos de izquierda de la RB, algo que entienden perfectamente la mayor parte de sus críticos de derechas: la RB se puede convertir en un pilar y un ariete para transitar hacia una República Social, alejándonos de las visiones anti-estatistas de un Friedman o un Von Hayek, todos ellos supuestamente defensores de la RB según la opinión vulgar de muchos de los detractores de la misma que se llaman a sí mismos ‘socialistas’.

2) Vayamos ahora hacia la “Libertad incondicional”, según reza el título del libro, que nos sirve de puente para ahondar en el segundo pilar de la obra: el republicanismo. El republicanismo popular o democrático, ya desde su mismo origen en la Atenas clásica, entendió a la perfección, porque formaba parte de la experiencia social plebeya, que eran precisos recursos materiales a disposición de los pobres para resistirse a la acción dominadora de la oligarquía y que este acceso a recursos es lo que les otorgaba libertad (lo contrario a la dominación) y los alejaba de la esclavitud, aunque fuera “limitada” o “a tiempo parcial”, como dijo Aristóteles de los trabajadores asalariados, presuntamente libres.

Cualquier reducción material o institucional de la dominación (ya sea la intencional, la estructural o la sistémica), por la provisión de derechos o fuentes de recursos, significa el crecimiento de la libertad social de los individuos. Empero, el término “libertad” está muy manoseado y es invocado de continuo por toda clase de corrientes políticas antagónicas, pero especialmente, en los últimos tiempos, por la derecha ultraliberal. Pero su libertad no es tal, puesto que no se quiere universalmente distribuida, sino que es privilegio, porque se pretende que se atesore solo en manos de los más pudientes a costa de la vulnerabilidad de los no ricos. En esta encrucijada entorno al significado de la libertad, debemos aproximarnos, para finalizar esta presentación, a la relación entre libertad incondicional y el programa político del socialismo, como heredero legítimo del republicanismo democrático.

3) La libertad en sociedad, como opuesto a la dominación de toda laya, ha formado parte del acervo ideológico y normativo del socialismo, desde su misma génesis a inicios del siglo XIX. El socialismo trata prioritariamente de la libertad, aunque a veces esto se olvida y se tiende a pensar que sus ideales nucleares son la igualdad y la comunidad (que también, pero siempre concebidas a través del prisma de la libertad individual y colectiva). El republicanismo plebeyo, del cual el socialismo no es más que su encarnación contemporánea, supo desde siempre que la igualdad era inseparable de la libertad, puesto que cualquier forma de desequilibrio de poder se convertía fácilmente en dominación, esto es, en el enemigo de la libertad. También defendió una comunidad, específicamente la de unos sujetos libres que, dotados de derechos inalienables, se unían fraternalmente para defenderlos de cualquier ataque oligárquico y para realizar cooperativamente su vida en común. El socialismo sabe que la libertad es indisoluble de la garantía de las condiciones materiales, del reconocimiento social mediante derechos constitutivos institucionalizados, de la reorganización democrática de los vínculos sociales e interpersonales, del funcionamiento de determinadas instituciones colectivas contraelitistas, etc. Esto es, la democracia socialista se sostiene sobre un punto básico: la universalización de cualquier condición necesaria para el disfrute de la libertad individual y colectiva y para la destrucción de cualquier forma de dominación en cualquiera de sus encarnaciones. El olvido de estas premisas ha sido catastrófico para la izquierda, sin ningún tipo de duda.

4) Estas lecciones del socialismo clásico republicano se asumen sin contradicción en el libro de David Casassas y se vinculan convincentemente con el mayor obstáculo con el que se encuentra la libertad personal en las sociedades capitalistas: el mercado de trabajo. La desposesión de los trabajadores les obliga a entrar en el recinto laboral, puesto que no tienen otra alternativa para subvenir a sus necesidades, lo que los convierte en lo que Marx denominaba esclavos asalariados. La RB interesante por la que aboga David Casassas entra en el centro mismo de esta forma de dominación social, dotando a los asalariados de capacidad de resistencia para renegociar y reorganizar, mediante la acción colectiva sindical, el trabajo que ejecutan y el modo en que quieren hacerlo. Al permitir el derecho a la “existencia social” independiente de la posesión de un empleo, cada vez más precario, inseguro y peor pagado, resquebraja el poder de dominación que posee estructuralmente el capital sobre el trabajo. Así, consigue no solo que los empleados se doten de una “caja de resistencia sindical” para aguantar el pulso que supone, por ejemplo, una huelga para mejorar su situación laboral, sino que opera como mecanismo desmercantilizador de la existencia social y de la misma capacidad de trabajar que es substancial al ser humano. Por este camino, la RB no solo es compatible con la acción sindical para adecentar las condiciones a que se ven sometidos los trabajadores y para fortalecer los derechos laborales y la legislación del trabajo, sino que, además, se convierte en un instrumento invaluable e inédito para alcanzarlo. Esta reducción de la dominación laboral, dominación que es consubstancial a la naturaleza del capitalismo, supone un aumento neto de la libertad individual de los miembros de las clases populares: de ahí que se hable de la eclosión de un horizonte de libertad incondicional.

Libertad, ¿para qué? En el socialismo que David Casassas tiene in mente, dentro de la mejor tradición republicana, la libertad es un fin, pero también un medio indispensable para establecer sin coacción los vínculos personales que se quieran, para organizar la reproducción social libremente y la autorrealización vital según las aspiraciones de cada uno (universalizándolas igualitariamente, sin que permanezcan solo en manos de unos pocos privilegiados, aquellos que no tienen que trabajar con sus manos, ni con sus cerebros).

Considero que esta es la lectura más empática de la que soy capaz de las ideas que expone David Casassas en su valiosísimo libro, pero le cedo la palabra para que las exponga mucho mejor de lo que pueda hacerlo yo mismo y para que corrija mi interpretación allí donde fuera necesario. En todo caso, no yerro cuando invito, casi incondicionalmente, a pasearse por las páginas de esta obra tan relevante y a participar de los argumentos normativos que allí nos propone su autor.

El profesor de filosofía en el IES Antoni Torroja de Cervera, licenciado en física y estudiante de doctorado de Filosofía en la Universidad de Barcelona.

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