Sin Permiso Papel n16

Lectora, lector,

tienes en tus manos un nuevo número en papel de la revista Sin Permiso. Ya van dieciséis. Para nosotros, los miembros del Comité de Redacción de este proyecto político-cultural con más de doce años de vida, no es un número cualquiera: se trata del primero que editamos sin la presencia de Toni Domènech, quien supo inspirar tanto la aventura que supone Sin Permiso como buena parte de las trayectorias intelectuales y políticas de las personas que forman parte de ella. No pretendemos hacer ejercicios hagiográficos ni fetichistas, pero conviene decir, una vez más, que la impronta de aquel pensamiento audaz, profundo y creativo la encontramos a cada paso que hacemos. Sin ir más lejos, en estas mismas páginas.
El número se abre con tres artículos que contribuyen a la tarea de restauración de los elementos republicanos en la obra de tres autores “clásicos” que la hermenéutica liberal ha desfigurado hasta el punto de convertirlos en precedentes de un pensamiento, el liberal, que nunca compartieron. Los textos de María Julia Bertomeu, Jordi Mundó y Yannick Bosc sobre Kant, Locke y Thomas Paine, respectivamente, exploran con acribia los con textos y coyunturas en los que la obra de dichos autores nació, contextos y coyunturas en los que se aspiraba a la conformación de una modernidad en la que cupieran unos lazos de fraternidad entre individuos y grupos que pudieran alumbrar una vida social alejada de la lógica desposeedora y disciplinante del capitalismo realmente existente. Asimismo, tras un 2017 de balances y conmemoraciones, cerramos el bloque de los artículos con un análisis crítico de lo que dio de sí la experiencia soviética a lo largo del siglo XX. En su artículo, Sheila Fitzpatrick resume magistralmente las coyunturas interpretativas dominantes en la historiografía sobre la Unión Soviética, mostrando que tan importante ha sido la apertura de archivos y la consecución de nuevas fuentes como los entornos políticos y culturales, incluidas las modas metodológicas e interpretativas, en los que se incardina toda investigación.
En “nuestros clásicos”, traducimos dos descollantes textos que insisten en el recuerdo de la revolución bolchevique, por un lado, y que muestran la alargada y heterogénea sombra del republicanismo en la conformación de la modernidad política en Inglaterra. En el primero, H.G. Wells relata su breve encuentro con Lenin: la propia e idiosincrática percepción del autor de La máquina del tiempo de las diferencias estratégicas y de catadura moral entre él mismo, de talante fabiano, y el líder soviético sienta las bases de un documento que, por su valor histórico, merecía ser reproducido aquí. El segundo, de Richard Carlile, radical inglés cercano al movimiento obrero del XIX, nos habla de las exigencias epistémicas del gobierno republicano, o cómo el conocimiento, la búsqueda de la verdad y la libertad de expresión son esenciales mecanismos de control político.
Las entrevistas que incluimos en este número responden a un interesante experimento en el que la revista Sin Permiso ha participado. Como resultado de la visita del filósofo polaco Maciej Szlinder a Barcelona, la revista polaca de izquierdas Praktyka Teoretyczna (o, en inglés, Theoretical Practice) quiso entrevistar a tres miembros del Comité de Redacción de Sin Permiso: Antoni Domènech, Daniel Raventós y David Casassas. Una vez publicadas tanto en inglés como en polaco, reproducimos ahora dichas entrevistas en castellano, y lo hacemos con el agrado que supone el percatarse de que muchos de los lugares en los que situamos nuestro trabajo intelectual y político resultan de interés en otras latitudes y logran interpelar a grupos de jóvenes investigadores y activistas que, como lo hace Sin Permiso, aspiran, también hoy, a analizar críticamente el capitalismo contemporáneo y a contradecir su dinámica desposeedora. Finalmente, cerramos el apartado de las entrevistas en conversación con Victor Pickard, quien discute una de las más recientes consecuencias de esa dinámica privativa del capitalismo: el fin de la llamada “neutralidad de la red”, es decir, la mercantilización del control sobre las infraestructuras básicas de internet.
En “notas y apostillas”, traducimos la presentación que Yannick Bosc y Florence Gauthier han publicado de la compilación de textos sobre la Revolución rusa del historiador francés Albert Mathiez. No se trata de un mero ejercicio de erudición historiográfica: rescatar la figura de Mathiez equivale a rescatar los planteamientos del ala democrático-radical tanto de la Revolución francesa como de la Revolución rusa, lo que nos permite, también hoy, entender lo que los movimientos populares de raigambre republicana pueden aportar en contextos de transformación social en clave revolucionaria. Por otro lado, el balance crítico que Julio Martínez-Cava Aguilar ofrece del pensamiento “populista” de Ernesto Laclau pone de manifiesto los límites epistémicos y, sobre todo, normativos del pensador argentino, y advierte, asimismo, de las dificultades y aporías que confrontan algunos intentos recientes que buscan complementar la teoría populista laclauniana con la tradición republicana. Finalmente, publicamos también un interesante debate entre Nancy Fraser y Johanna Brenner en el que ambas pensadoras reflexionan sobre los marcos conceptuales y de análisis de los que nos podemos servir para analizar sociopolíticamente fenómenos como la victoria de Donald Trump en los Estados Unidos. ¿Hubo un “neoliberalismo progresista” que se mostró incapaz de dar respuesta al malestar sufrido por unas clases trabajadoras norteamericanas demasiado precarizadas por el paso del rodillo, precisamente, del “neoliberalismo de rostro humano” de los Clinton y los Obama? ¿Constituye un oxímoron hablar de “neoliberalismo progresista” o “de rostro humano”? ¿Tendría algún sentido plantearse alguna forma de “populismo progresista” que permitiera recoger el descontento de tales clases trabajadoras y orientarlo hacia proyectos y procesos de democratización de la vida económica y social de las grandes mayorías (re)pauperizadas? En el apartado de reseñas, hemos querido centrarnos en la cuestión del cooperativismo y en la de la renta básica. En primer lugar, Pablo Scotto hace un balance de la propuesta de Richard D. Wolff de pensar el socialismo como un proceso de democratización de la vida económica y de las propuestas de intervención político-práctica que dicho autor pone sobre la mesa. En segundo lugar, Lucía Baratech sintetiza y comenta la propuesta de financiación de la renta básica que los economistas Jordi Arcarons, Daniel Raventós y Lluís Torrens han publicado en La Renta Básica incondicional. Una propuesta de financiación racional y justa (Serbal, 2017). Basada en trabajos precedentes, pero substancialmente ampliada y precisada, la propuesta de los economistas citados no podía dejar de ser analizada pormenorizadamente: en ella se muestra no solo un modo de financiar la renta básica, sino también que, como el resto de dispositivos de política pública habidos o por haber, la renta básica puede ser objeto de distintos modelos de financiación. El suyo es una propuesta de financiación de izquierdas, claramente distinta de las propuestas que llegan de algunas derechas.
Finalmente, cierra este número una ilustración de Atxe realizada específicamente para Sin Permiso y de conmovedoras resonancias goyescas. Se trata de un dibujo que retoma la idea lanzada en 1912 por el Juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos Louis Brandeis, según el cual podemos tener o bien democracia o bien concentraciones de la riqueza privada en pocas manos, pero en ningún caso ambas cosas. Pocas cuestiones han preocupado y preocupan más a quienes animamos el proyecto de Sin Permiso desde hace ya más de una década.
Con el deseo de que el número resulte interesante y valioso, solo nos queda desear una buena lectura.

Comité de Redacción de Sin Permiso (2018)