Campanya Desmilitaritzem l’Educació
14/03/2024
Durante los días 13 y 17 de marzo se desarrolló en Barcelona el Saló de l’Ensenyament (Salón de la Enseñanza ) que pretende aportar las ofertas de los principales centros universitarios, de bachillerato, de formación profesional y de otros estudios superiores. También pretende orientar a los estudiantes a la hora de elegir la opción que más se ajusta a sus intereses. Pero los militares estaban presentes, una vez más. Activistas de Desmilitaritzem l’Educació (Desmilitaricemos la Educación) realizaron una serie de denuncias en el mismo Salón y difundieron este manifiesto que reproducimos traducido. SP
El ejército vuelve a estar presente en el Salón de la Enseñanza contraviniendo todos los acuerdos democráticos y resoluciones parlamentarias. Desmilitaritzem l’Educació (Desmilitaricemos la Educación) denuncia que el reclutamiento de jóvenes en espacios educativos contribuye a alentar discursos belicistas y es un intento de «normalizar» la guerra, la violencia y la industria militar como mecanismos de resolución de conflictos.
Año tras año vemos cómo el ejército vuelve a estar presente en el Salón de la Enseñanza de Barcelona. Esta decisión contraviene de forma flagrante la Ley de Fomento de la Paz de 2003, la Moción 55/XI Sobre la desmilitarización de Cataluña aprobada el 14 de julio de 2016 por el Parlamento de Cataluña, así como, el Acuerdo del Plenario del Consejo Municipal de Barcelona, de 26 de febrero de 2016.
Este año además, el Departamento de Interior y la Guardia Urbana de Barcelona también realizarán acciones de reclutamiento en el Salón, acción que también contraviene la Resolución del Parlamento de Cataluña de 18 de septiembre de 2020 que insta al Gobierno a evitar la presencia de cuerpos armados en actividades educativas.
Todos estos acuerdos institucionales fueron aprobados por mayoría absoluta. Así pues, como cada año también desde 2008 la Campaña Desmilitarizamos la Educación estamos de nuevo para defender una educación basada en el fomento de la cultura de la paz, el diálogo, la convivencia y el antimilitarismo.
La Campaña representa la confluencia de más de cien entidades y organizaciones educativas y del ámbito del fomento de la paz que aspiran a alcanzar un mundo más justo y seguro para todos, pero no a través de las armas sino cubriendo las necesidades básicas de todas las personas.
Este año además, la presencia del ejército se ha confirmado en otros espacios educativos y de formación como el Espacio del Estudiante de Valls, la Expo Jove de Girona y la Feria Forma Ocupa de Lleida contraviniendo los códigos éticos de expositores de cada uno de los espacios feriales.
En estos momentos, la guerra en Ucrania muestra más que nunca la necesidad de educar para generar pensamiento crítico hacia la industria de la guerra y el complejo militarista actual, alentado por buena parte del discurso belicista reflejado en los medios de comunicación que nos trae la guerra, la destrucción, el sufrimiento y la muerte.
Es por eso que hoy volvemos a estar aquí para manifestar nuestro más profundo rechazo a la campaña de propaganda y de reclutamiento de jóvenes por parte del ejército en el Salón de la Enseñanza.
Las políticas estatales abocan a un mundo cada vez más militarizado: gasto e industria militar en aumento –en 2020 el gasto militar alcanzó casi 2 billones de dólares, comparado con los 1,7 billones de dólares de 2016–; comercio de armas en países en conflicto bélico; militarización de las fronteras; recursos públicos destinados a la I+D militar; y persecución creciente de los objetores de conciencia en todas partes.
Y a consecuencia de ello, vemos cómo millones de personas deben huir de su casa por los conflictos armados. El desplazamiento forzado sigue alcanzando un nuevo récord y no para de aumentar: más de 82 millones de personas deben marcharse de su país por la inseguridad que sufren, y aumenta cada día con la guerra en Ucrania.
En este contexto de violencia, los ejércitos no son la solución, sino todo lo contrario: son parte del problema, no sólo no han aportado seguridad sino que no paran de aumentar las personas desplazadas debido a la inseguridad que sufren. La violencia máxima se ceba en las mujeres que sufren agresiones, violaciones y vejaciones de todo tipo. En toda guerra, en todo conflicto bélico, el cuerpo de la mujer deviene campo de batalla. Por tanto, nuestras denuncias y reivindicaciones cada vez tienen más eco y un mayor apoyo social.
Denunciamos que Fira de Barcelona, el Departamento de Educación y el Departamento de Investigación y Universidades hayan decidido acoger un año más un stand del ejército en el Salón de la Enseñanza.
Asimismo, denunciamos la connivencia, la inacción y la complicidad de las administraciones públicas (Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona), por no defender y aplicar las mociones y resoluciones aprobadas contrarias a la presencia militar y cuerpos armados en espacios educativos, de formación o de ocio y las interpelamos a que expliquen esta abdicación de responsabilidades.
La presencia del ejército en un Salón de Enseñanza es un paso más en la normalización del militarismo, mientras se impide el debate sobre el modelo de defensa y seguridad que la sociedad necesita. La violencia sólo trae más violencia. Por eso defendemos la resolución no violenta de los conflictos, y los mecanismos de prevención, mediación y cooperación.
Si no queremos la guerra eduquemos para la paz.
Manifestamos nuestro rechazo a la presencia del ejército en el Salón de la Enseñanza de Barcelona.
LAS ARMAS NO EDUCAN, LAS ARMAS MATAN
SI NO QUEREMOS LA GUERRA EDUQUEMOS PARA LA PAZ