Myanmar: Tras la cumbre de la ASEAN, la Junta continúa su represión y comienza la resistencia armada

Frontier Myanmar

08/05/2021

La carta del viernes de Frontier enfatiza que el comandante en jefe Min Aung Hlaing renegó rápidamente de los ya decepcionantes acuerdos alcanzados en la reunión del 24 de abril por los líderes de la ASEAN ( Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) en Yakarta. Los enfrentamientos siguen aumentando. A medida que los opositores al régimen se inclinan cada vez más por la resistencia armada, los grupos armados étnicos, que negocian una coalición, se enfrentan con el Tatmadaw (las fuerzas armadas birmanas) en las zonas fronterizas. Un grupo de senadores estadounidenses exige más sanciones contra el gobierno militar. 

El general se retracta

Min Aung Hlaing llegó a Indonesia el sábado 24 de abril para reunirse con los líderes regionales y ministros de Relaciones Exteriores de la ASEAN. No tuvo más remedio que aceptar un consenso de cinco puntos, antes de renegar de estos acuerdos a su regreso a Myanmar.

Desde el principio, el consenso no fue particularmente prometedor. Los problemas radican en el primer punto de la declaración, que exige un "cese inmediato de la violencia" y pide a "todas las partes" que "muestren la máxima moderación". Culpar a “todas las partes” es decepcionante y está en línea con la retórica de China y Rusia, que intenta describir esta crisis como una disputa en la que los múltiples actores son responsables por igual. El caso es que se trata de un golpe de estado ilegal por parte de los militares para derrocar a un gobierno elegido democráticamente [en noviembre de 2020], seguido de meses de violencia brutal contra manifestantes pacíficos.

El segundo punto fue un "diálogo constructivo entre todas las partes". El tercero nombró un nuevo enviado especial para mediar en el proceso de diálogo (que se espera), el cuarto acordó que la ASEAN brinde asistencia humanitaria y el quinto que el enviado vaya a Myanmar "para reunirse con todas las partes involucradas". El compromiso de la ASEAN de reunirse con ambas partes, presumiblemente incluido el Gobierno Civil de Unidad Nacional [GUN: gobierno de oposición], es prometedor, pero es lo mínimo que se puede esperar.

En cierto momento, se suponía que la resolución también incluiría el compromiso de liberar a los presos políticos, lo que presumiblemente habría involucrado a Aung San Suu Kyi; pero esta línea fue eliminada en el momento en que se hizo pública la declaración. El GUN, por su parte, declaró que no negociará con la Junta militar hasta que los líderes civiles sean liberados.

A pesar de la naturaleza limitada del acuerdo, fue inaceptable para Min Aung Hlaing, quien no perdió el tiempo a su vuelta en cambiar las reglas del juego. “La visita del equipo de la ASEAN será autorizada dependiendo de la estabilidad del país”, declaró Min Aung Hlaing, según la televisión estatal el lunes 26 de abril por la noche. Un aviso en la edición del martes (27 de abril) del periódico estatal Global New Light of Myanmar fue aún más lejos, calificando los consensos de "sugerencias" que no serán "tomadas en cuenta" hasta que Myanmar se haya recuperado y si están en consonancia con la "hoja de ruta" del Tatmadaw.

Los civiles se defienden

Si bien el ejército ha matado a seis manifestantes pacíficos y otros civiles, desde la cumbre de la ASEAN, no ha habido asesinatos a gran escala. Y ello a pesar de que las protestas se han reanudado en algunas áreas, pero con cientos en lugar de miles de personas. Podría ser una señal de que Min Aung Hlaing al menos está moderando un poco su respuesta, pero podría cambiar en un instante.

Sin embargo, el régimen no es el único que no respeta el "consenso", ya que el movimiento a favor de la democracia adopta cada vez más tácticas violentas en respuesta a los meses de brutalidad del Tatmadaw. El distrito de Mindat en el estado de Chin [un área particularmente subdesarrollada, 80% habitada por personas de etnia china], ha estado en el centro de la resistencia armada esta semana. Los residentes dicen que han matado al menos a 30 soldados del Tatmadaw en enfrentamientos desde el sábado 24 de abril. No está claro si estas cifras son correctas, pero la Junta admitió algunas pérdidas y terminó liberando a media docena de organizadores de protestas en un intento de apaciguar a la población de Mindat.

Llegan noticias de una violencia más severa en la región de Sagaing [ciudad a 20 km al suroeste de Mandalay, también un centro religioso], que ha estado a la vanguardia de la resistencia civil armada. Según los informes, un soldado desertor murió mientras brindaba seguridad a los manifestantes en el distrito de Tamu [ciudad de la región de Sagaing], lo que provocó que civiles armados atacaran a las tropas por la espalda con explosivos, mataran a tres soldados y dejaran a dos en estado crítico.

También se han producido en los últimos días una serie de tiroteos entre miembros de las fuerzas de seguridad de Myanmar, sin que se conozcan los motivos. En el último incidente se produjo un disparo de un comandante contra un capitán tras una discusión de borrachos en Meiktila [región de Mandalay] y el capitán tuvo que ser trasladado al hospital. Los residentes dijeron que el capitán había matado recientemente a un médico y era responsable de arrestar a los funcionarios electorales, pero no está claro exactamente qué provocó el altercado. Según informes, agentes de policía y soldados también dispararon en Hakha, estado de Chin, y en Kawkareik, estado de Kayin, el fin de semana del 24 al 25 de abril, matando a dos soldados en Hakha y causando un muerto a la policía en Kawkareik, además de heridos. Los detalles sobre el estallido de estas disputas siguen siendo escasos, pero dadas las recientes deserciones militares de alto nivel, la Junta no estará contenta con estas rupturas públicas de la unidad en sus filas.

Guerra en zonas fronterizas

El Tatmadaw también sigue enfrentándose a una escalada de conflictos en áreas étnicas, ya que algunos grupos comienzan a cooperar con los manifestantes y otros buscan formar una coalición armada mayor.

La Unión Nacional Karen, que ha declarado su apoyo al GUN, parece estar entrenando militarmente a más y más manifestantes civiles que han abandonado las protestas pacíficas para iniciar una revolución armada. "Entrenamos a las personas que quieren ser entrenadas y que quieren luchar contra el régimen militar", dijo a VOA (Voice of America) el general de división Nerdah Bo Myah de la KNU (Unión Nacional Karen). Esta semana, la KNU también tomó una base en el distrito de Hpapun, estado de Kayin, donde opera su poderosa Brigada 5, en la última de una serie de humillantes derrotas para el Tatmadaw.

En respuesta, el ejército comenzó a realizar ataques aéreos en la zona, lo que generó temores de víctimas civiles. En los últimos días, la Junta también habría llevado a cabo ataques aéreos en el municipio de Momauk en el estado de Kachin, lo que obligó al desplazamiento de unas 5.000 personas durante los enfrentamientos con el ejército independentista de Kachin. "La mayoría de nuestras casas han sido incendiadas y destruidas", dijo un aldeano de Kone Law a The Irrawaddy .

En medio de esta escalada del conflicto, tanto el Tatmadaw como algunos grupos armados están buscando nuevos aliados. Esta semana, la Junta se acercó al Ejército Democrático Benevolente de Karen y al Consejo de Paz del Ejército de Liberación Nacional de Karen, en un aparente intento de atraer a los signatarios del Acuerdo Nacional de Cese el Fuego [que data de octubre de 2015].

Pero el Equipo Directivo del Proceso de Paz (PPST), un organismo conjunto de 10 organizaciones étnicas armadas que firmaron el acuerdo de alto el fuego a nivel nacional en 2015 (ANC), ha adoptado un enfoque más audaz, presentando planes para tratar de trabajar con algunos de los principales signatarios del ANC, como el Ejército del Estado Unido de Wa, el Ejército de Liberación Nacional de Ta'ang, el Partido Progresista del Estado de Shan y el Ejército de Arakan.

El PPST está actualmente presidido por un representante del Consejo de Restauración del Estado de Shan que ha estado involucrado en enfrentamientos con el SSPP (Ejército del Norte del Estado de Shan) y el TNLA (Ejército de Liberación Nacional de Ta'ang, el brazo armado del Frente de Liberación del Estadode Palaung) en los últimos meses. La propuesta podría indicar que el Consejo de Restauración del Estado de Shan (RCSS) está listo para negociar con ellos, lo que podría abrir un nuevo frente al Tatmadaw en el Estado de Shan, en un momento en el que está al límite de sus posibilidades.

Los senadores piden nuevas sanciones

Un grupo de seis senadores estadounidenses, demócratas y republicanos, instaron al presidente Joe Biden y a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a "imponer nuevas y fuertes sanciones" al régimen militar. La declaración, firmada por los republicanos Marco Rubio y Susan Collins y los demócratas Jeff Merkley, Dick Durban, Corey Booker y Ed Markey, enfatiza la congelación del acceso a divisas para la junta. "En particular, instamos a que establezca como objetivo o congele todos los ingresos en moneda extranjera y las reservas de moneda extranjera mantenidas en cuentas estatales fuera de Birmania", dice el comunicado.

Como primer paso, sugieren sancionar a Myanmar Oil and Gas Enterprise (MOGE), que es la principal fuente de ingresos en moneda extranjera de la Junta, al menos en la economía formal. Los activistas han pedido durante mucho tiempo sanciones contra el MOGE, pero las empresas de energía que ya han invertido en Myanmar han argumentado que tales medidas dañarían a la población del país al limitar el acceso a la electricidad. En una respuesta directa a Chevron, que ha gastado millones de dólares para contratar cabilderos para defender su punto de vista, los senadores escribieron que los ingresos por gas de Chevron y el gigante energético francés Total, que son socios en el campo de extracción de Yadana, ayudó al régimen de Than Shwe (jefe de la junta militar desde abril de 1992 a marzo de 2011) a "resistir las sanciones internacionales cuando sus reservas disminuían".

Sugieren también que las compañías internacionales de petróleo y gas no deberían pagar rentas a la Junta, sino depositarlas en una "cuenta fiduciaria segura" que se mantendría hasta que Myanmar "tenga un gobierno legítimo y democráticamente elegido o utilizado con fines humanitarios". Las compañías de energía han argumentado que tales medidas pondrían en riesgo a su personal, pero Myanmar Now informó a principios de este mes que el personal local de Total había pedido a la compañía que detuviera las exportaciones de gas o que mantuviera el dinero en fideicomiso, a lo que la gerencia de la compañía se negó. (Carta semanal de los viernes de Frontier Fridays del sitio web de Frontier Myanmar, de fecha 30 de abril de 2021)

Publicación electrónica de Myanmar, solidaria con los movimientos sociales que resisten a la Junta militar.
Fuente:
https://www.frontiermyanmar.net/en/
Traducción:
Enrique García

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