Manifiesto de la jornada por la liberación sexual y de género. En solidaridad con Palestina

AAVV

30/06/2024

Este manifiesto fue leído al final de la manifestación del 29 de junio en Barcelona.

 

“Este año, nuestros corazones y nuestras fuerzas están con Palestina”.

“Rechazamos un modelo económico basado en el turismo y los macroeventos como el Pride, que nos expulsan de nuestros barrios, arrinconan nuestra lengua y precarizan aún más el trabajo”.

“Una vida digna pasa también por la redistribución de la riqueza, con medidas como una renta básica universal y el aumento de los salarios”.

Desbordar. Colmar un río u otra corriente de agua por encima de sus márgenes. Desbordar. Hacer que un sentimiento, una pasión, una lucha, se manifieste de forma violenta o tumultuosa. Desbordar. Traspasar las normas contra todos los límites y arrebatar el poder que nos pertenece.

Colectivizar las luchas es la única forma de dibujar una ola rebelde, imposible de contener en los esquemas del sistema. Levantarnos por encima de las estructuras que nos quieren dóciles y encajadas en sus patrones. Desbordar es todo lo que nos queda para ser más fuertes. Es la revuelta de la tierra contra los moldes de quienes quieren domesticarnos. Es superar las parcelas de cada uno en un tsunami imparable. Sacudir los privilegios para que dejen de serlo en un mutuo reconocimiento entre iguales. Es la solidaridad la que desborda, del río al mar, las fuerzas del capitalismo colonial y patriarcal.

Trans, bolleras, bis, mariquitas, no binarias, asexuales, intersex y todas las disidencias de género unimos nuestras fuerzas con el resto de luchas para superar sus marcos. Contra el odio, el estigma y los explotadores. ¡Por la tierra, por la vida y la dignidad, desbordemos la norma!

Desbordemos el racismo y el colonialismo, ¡liberémonos todas!

Este año, nuestros corazones y nuestras fuerzas están con Palestina. El pasado 7 de octubre, el Estado sionista de Israel llevó a cabo una nueva ofensiva contra el pueblo palestino: una matanza que se lleva ya más de 40.000 vidas. Pero esto no es más que un paso adelante respecto a las continuas políticas de apartheid y limpieza étnica contra el pueblo palestino desde hace más de 75 años. El Estado de Israel utiliza los derechos LGBTI para justificar sus políticas de exterminio en Palestina. Señala a todos los países de la región, con discursos xenófobos y deshumanizadores para sacar adelante su proyecto colonizador e imperialista. Nuestra labor es la de desmontar estos discursos homonacionalistas, porque nuestra lucha y nuestros derechos no deben servir para justificar un genocidio. Por eso exigimos a todas las instituciones la ruptura de relaciones de todo tipo con el Estado sionista de Israel y el fin de la masacre que se está llevando a cabo en Gaza. ¡Por una Palestina libre, desde el río hasta el mar!

No habrá verdadera liberación mientras haya habitantes de primera y segunda. Mientras las instituciones de la Europa Fortaleza sigan aprobando pactos como el PEMA (Pacto Europeo de Migraciones y Asilo), que criminaliza a las compañeras migrantes. Mientras los gobiernos supuestamente progresistas mantengan leyes como la Ley de Extranjería, que oprime a las personas migradas y precariza al conjunto de la clase trabajadora. Para que todas tengamos acceso a los servicios públicos y podamos incidir en la vida política exigimos la regularización de todas las personas migradas, la derogación de la ley de extranjería y el cierre inmediato de los CIE. Es necesario abrir fronteras y garantizar el derecho de asilo y refugio. ¡Porque ninguna persona es ilegal! Llamamos juntas: ¡nativa o extranjera, la misma clase obrera!

¡Desbordemos el capitalismo, defendemos la tierra!

El sistema capitalista hace la vida inviable en nuestro planeta. La crisis ecosocial y la emergencia climática se agudizan año tras año: más sequía, más emisiones, temperaturas más elevadas y peores condiciones de vida. Lo sufrimos las de siempre: las trabajadoras, las precarias, las pobres, las despojadas. Y el culpable está claro: los más ricos, los explotadores, los que más contaminan y más se enriquecen.

En las disidencias sexuales y de género se nos oprime para mantener mejor este sistema, para someternos bajo un modelo cerrado y excluyente de familia, para reproducir más fuerza de trabajo barata y sumisa. Lejos de apuntalar todo este engranaje, queremos liberarnos para poder vivir vidas llenas, diversas, libres de discriminación y que merezcan la pena ser vividas.

Nos oponemos a un modelo territorial basado en los macroproyectos, las grandes infraestructuras, los casinos, la destrucción del campesinado y la generación de trabajos precarios. El sexilio que sufrimos y que nos obliga a abandonar nuestros pueblos y comarcas es una cara más del modelo de desarrollo capitalista, que quiere despejar de vida y dignidad cada rincón de los Países Catalanes. Las disidencias sexuales y de género decimos: ¡nos quedamos!

Rechazamos un modelo económico basado en el turismo y los macroeventos como el Pride, que nos expulsan de nuestros barrios, arrinconan nuestra lengua y precarizan aún más el trabajo. Utilizan la diversidad y la igualdad como reclamo, o como excusa. Instrumentalizan al colectivo LGBTI y se justifican lavándose de rosa, para hacernos obviar que son los que desahucian, deportan migrantes y destruyen el planeta. Dicen que cuidan la tierra y se promocionan lavándose de verde, para hacernos ignorar que son los que suben alquileres, masacran al pueblo palestino y atienden al discurso de odio.

Nosotros lo tenemos claro: ¡ni pinkwashing ni greenwashing! Decrezcamos para detener la especulación, abandonemos un modelo basado en el turismo, articulemos el territorio con una red de transporte adecuada al servicio de las personas, planifiquemos la economía para producir lo que necesitamos, preservemos la tierra para preservar la vida.

¡Desbordemos las violencias, conquistemos vidas dignas!

En el contexto actual de auge de la extrema derecha se pone de manifiesto cómo los discursos LGBTI-fóbicos toman fuerza, tanto en las calles como en las instituciones. Esto se traduce en un incremento de las agresiones al colectivo que a menudo quedan impunes. Para hacerle frente, necesitamos impulsar iniciativas de educación transfeminista, invertir recursos para la aplicación de protocolos y construir una comunidad autoorganizada que plante cara al fascismo, lleve la bandera que lleve, desde la autodefensa. No tenemos todos los derechos garantizados, pero además estamos ante un proceso de regresión que evidencia la necesidad de seguir luchando por nuestra liberación. Por eso, ¡hoy como ayer la lucha es el único camino!

La salud es un derecho de todas: debe ser pública y universal. Para garantizarlo es necesario seguir desplegando el servicio Tráfico en el territorio con una dotación adecuada, habilitar más centros especializados en detección y tratamiento de ITS, para garantizar los derechos sexuales y reproductivos y poner freno a la pandemia del VIH/sida. Exigimos la formación de los profesionales sanitarios para combatir el estigma y la patologización, la atención universal a la salud sexual y una farmacéutica pública que garantice el abastecimiento de medicamentos y hormonas.

Necesitamos una ley trans catalana que vaya un paso más allá y que tenga en cuenta a las personas migrantes y aquellas en situación administrativa irregular, así como el reconocimiento de las personas no binarias.

Una vida digna pasa también por la redistribución de la riqueza, con medidas como una renta básica universal y el aumento de los salarios. Reivindicamos una reducción de la jornada laboral, una jornada que nos permita desarrollarnos plenamente como individuos y en colectividad, conseguir nuestros proyectos vitales y poner los cuidados en el centro.

¡Basta de especular con la vivienda, basta ya de pisos turísticos y basta de desahucios! Actualmente, la vivienda, lejos de ser un derecho universal garantizado, es una causa de exclusión social y desigualdad que comporta graves consecuencias económicas, jurídicas y psicológicas. Es también, especialmente para nuestro colectivo, el espacio en el que tienen lugar las violencias intrafamiliares en un contexto en el que tenemos muy difícil emanciparnos. Por tanto, reclamamos una vivienda digna y asequible para todas, que rehúya la lógica de mercado y que se encuentre libre de cualquier discriminación. Contra la ofensiva de fondos buitres y especuladores, ¡fuerza sindicato!

¡Desbordemos la norma, ganémoslo todo!

Una flor no hace verano: necesitamos dos, tres, miles de flores que florezcan en los márgenes y también en el centro, aquí, allá y en todas partes. No nos conformamos con los márgenes, con la periferia, con las afueras. No nos conformamos con la tolerancia o aceptación de la excepción. No nos conformamos con ser los suficientes para ser rentables para el mercado, pero no muchos como para cambiar nada. No nos conformamos con matizar la norma porque callamos ni en desobedecer un día para acatar el resto.

Desbordar la norma es abrirnos paso para que podamos caber todas. Desbordar la norma es no dejarnos utilizar para justificar el colonialismo y el genocidio, es decir: ¡no en nuestro nombre! Desbordar la norma es combatir el odio que nos quiere divididas y enfrentadas, el homonacionalismo que cubre la barbarie.

Desbordar la norma es poner nuestras normas: ¡salud, vivienda, trabajo, vida y libertad! ¡Liberación sexual y de género!

Fuente:
https://desbordem.cat/manifest/
Traducción:
Roger Tallaferro

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