Eva Fernández
04/07/2021
La reestructuración bancaria está siendo brutal. Desde 2008 se han perdido en el sector más de 100.000 empleos y se han cerrado el 47,9% de las oficinas. Además, el proceso de concentración ha sido enorme. Si en el 2007 las cinco primeras entidades concentraban el 44,6% del negocio, en 2019 tenían el 67,4% y en los procesos de fusión en marcha probablemente alcanzarán el 75%. Brutal. Cinco entidades financieras controlarán el 75% del negocio financiero en el Reino de España. Brutal también que una parte importante de esa reestructuración y concentración se haya hecho con dinero público. Según el Banco de España, salvar a la banca ha costado 65.725 millones de euros, de los que 42.561 han salido directamente de las arcas del Estado y de los que, como máximo, el propio banco central considera que solo se recuperarán unos 14.000. Y Bankia se ha llevado 24.000 millones, el 36,5% del total.
La fusión de Caixabank y Bankia es la última de este largo proceso de reestructuración y concentración. Hemos hablado con Eva Fernández, responsable de las CCOO de Caixabank en Catalunya para que nos explique el resultado de una negociación que ha transcurrido durante 11 semanas y del que probablemente es el expediente de regulación más importante por el número de personas afectadas, el 14,5% de la plantilla.
¿Cómo ha ido evolucionando la negociación del ERE?
La sensación que teníamos era que a poco acuerdo querían llegar. Plantearon unas medidas salvajes con despidos forzosos, un ERE que decían era por motivos organizativos pero enmascarado en causas económicas. Una mezcla de todo. Unos planteamientos muy rígidos con despidos forzosos, particularmente gravosos para los menores de 51 años, que son los que les salían más baratos.
En la negociación la empresa planteó también la modificación de condiciones para la plantilla
Sí. Quisieron aprovechar la ocasión para utilizar el Artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores y modificar las condiciones de trabajo. En un acuerdo de fusión y un ERE como este hay muchos aspectos que lo engloban. Por un lado, la propuesta de la empresa de salida de gente y de las condiciones en que tiene que salir, las prioridades, los territorios, etc. También el acuerdo de integración de Bankia para conciliar las condiciones laborales con las que tiene Caixabank y además una modificación de las condiciones laborales para la plantilla actual y futura, así como del acuerdo de Previsión Social (las aportaciones a los planes de pensiones de la plantilla). Una negociación compleja.
¿Cómo ha quedado el acuerdo que se tiene que validar?
Se ha conseguido retirar que haya despidos forzosos y se ha rebajado de 8.291 a 6.452 el número de personas que saldrán con diferentes indemnizaciones y compensaciones en función de la edad, el pago del convenio especial de la Seguridad Social hasta la jubilación para los colectivos de mayor edad. También que no haya despidos encubiertos, por ejemplo, por la movilidad forzosa de empleados a distancias enormes. Se ha acordado que en ciertas ciudades o zonas con excedente se creen centros para atender virtualmente a los clientes y hemos hecho hincapié en mantener las oficinas rurales para que no haya exclusión financiera en una parte de la sociedad.
[En este cuadro se puede ver las cuestiones más importantes del acuerdo]
En cuanto a la modificación de las condiciones de trabajo se ha conseguido mantener la situación que teníamos e incluso mejorar algunas condiciones para el desarrollo profesional de la plantilla, la clasificación de las oficinas, gestores de oficinas, complementos por horarios singulares y ayuda por hijos.
¿Son grandes las diferencias entre las condiciones laborales de Bankia y las de Caixabank?
Hay que tener en cuenta que Bankia es el resultado de la fusión de varias entidades que no habían realizado la homologación de todas sus condiciones laborales. Ahora se producirá una progresiva adaptación del conjunto de las plantillas a las condiciones de Caixabank que, en general, son mejores.
Las movilizaciones han tenido un gran valor
Sin duda. Todo esto ha sido posible porque la plantilla se ha movilizado, ha respaldado las propuestas sindicales y se ha hecho una gran labor sindical para hacer llegar los mensajes del desarrollo de la negociación. Primero se realizó una concentración por la tarde, luego paros parciales y dos jornadas de huelga, los días 22 y 29 de junio, con un seguimiento muy mayoritario y cierre generalizado de oficinas. Piensa que el trabajo en las oficinas es abrumador, la cantidad de retos, de clientes, incidencias, de presión, vamos, de todo. Hay veces que esa situación te aleja de seguir la negociación y te olvidas de que está en juego tu futuro. Por suerte la plantilla no se ha dejado amedrentar, ha abierto los ojos, ha visto lo que estaba en juego y ha respaldado masivamente las movilizaciones. Sin ellas no lo hubiéramos conseguido.
Es bastante conocido que las plantillas del sector financiero están superexplotadas.
Sí, este tema nos preocupa mucho. Si ahora ya se está mal, sometidos a una enorme presión y estrés, imagínate como hubieran quedado las oficinas si se hubieran ido más de 8.000 personas teniendo el doble de clientes y multiplicando los objetivos comerciales.
También son bastante comunes las quejas sobre el servicio y parece como si la digitalización lo fuera a resolver todo.
Sí, se presenta como si fuera la panacea, pero no lo es. Los algoritmos no conocen al cliente ni se ganan su confianza, las personas sí. Según la empresa, al rebajar el número de gente que saldrá las oficinas quedarían mejor sobredimensionadas, pero ya veremos cómo funcionan, porque si multiplican los retos estaremos en las mismas.
Socialmente también es muy chocante una reestructuración tan enorme conociendo los beneficios y los grandes salarios de la cúpula de la empresa.
Salarios de los que no tienen vergüenza. El nuevo presidente entró por la puerta grande triplicándose el sueldo (y anunciando despidos). Es un auténtico insulto tanto a la plantilla como a la sociedad. Obviamente estamos en contra y así lo hemos manifestado en la Junta de Accionistas, pero ya sabes que los empleados no tenemos la mayoría del accionariado. Ni la suma de los empleados y la participación accionarial del gobierno, que también votó en contra de esos salarios.
Se ha presionado al gobierno sobre este tema.
Sí, escribimos unas cartas al gobierno y a todos los partidos políticos y las pusimos a disposición de la plantilla para que les inundaran los correos con esta protesta.