La ley de la baja de la tasa de ganancia y la tendencia del capitalismo al derrumbe

Roman Rosdolsky

05/01/2025

Tras el debate en Sin Permiso sobre la Ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (LTDTG) y la teoría de las crisis de Marx nos ha parecido oportuno ofrecer a nuestros lectores unos textos de Roman Rosdolsky, cuyos trabajos sobre los Grundisse y la estructura de El Capital fueron decisivos en los años 1970 y 1980 para la renovación del pensamiento económico marxista. En esta primera entrega reproducimos el capítulo de su libro Genesis y estructura de El Capital de Marx (Siglo XXI, 1978) en el que hace una exposición en positivo de la Ley y la próxima semana haremos lo mismo con el anexo que dedicó a responder a las críticas de otros destacados economistas de su época, como Joan Robinson y Paul M. Sweezy. SP

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Otro problema fundamental de la economía cuya solución se encuentra ya en el manuscrito de 1857-1858 es el de la caída tendencial de la tasa de ganancia.

También esta solución se originó en el curso del tratamiento de la teoría de Ricardo. Al igual que todos los clásicos, también Ricardo destaca que, con la acumulación del capital, “la tendencia natural de la ganancia se inclina a caer”.1 Pero, ¿de dónde proviene esta tendencia, y en qué se basa?

Es evidente que a Ricardo no podía satisfacerle la explicación de la disminución de la tasa de ganancia dada por Adam Smith. “A. Smith —leemos en los Grundrisse— explicó la baja de la tasa de ganancia con el incremento del capital, como si se debiera a la competencia de los capitales entre si. A esto objetó Ricardo que en las diversas ramas de la industria la competencia, por cierto, puede reducir las ganancias a un nivel medio, puede nivelar las tasas, pero no puede abatir esas tasas medias mismas. La tesis de Smith —prosigue Marx— es correcta en cuanto es en la competencia —en la acción de un capital sobre otro capital — donde se realizan por primera vez las leyes inmanentes al capital, sus tendencias.2 Es falsa, con todo, en el sentido en que él la comprende, como si la competencia impusiera al capital leyes externas, introducidas de afuera, que no serían sus propias leyes. La competencia sólo puede bajar permanentemente y en todas las ramas de la industria, las tasas de ganancia, esto es, sólo puede bajar permanentemente las tasas medias de ganancia, si es concebible y sólo en la medida en que sea concebible una baja general y permanente, una baja que opere como ley, de las tasas de ganancia, previamente a la competencia y sin tener que ver con ella.” “Por consiguiente, explicarlas” [a las leyes internas del capital] “simplemente por la competencia significa admitir que no se las ha comprendido”.3 Pero, ¿cuál es, según el propio Ricardo, la ley interna de la cual resultaría la tendencia a la caída de la tasa de ganancia?

Recordemos que Ricardo no conoce la diferencia entre capital constante y capital variable4 ni la existente entre la tasa de ganancia y la tasa de plusvalor y que además, según su teoría, las ganancias y salarios sólo pueden aumentar y disminuir en proporción recíprocamente inversa. De ahí su formulación de que “ninguna acumulación de capital puede hacer descender la ganancia en forma permanente, si no se halla dada alguna causa permanente para el ascenso de los salarios”.5 Pero, ¿bajo cuáles condiciones puede ascender permanentemente el salario (que para Ricardo, por regla general, permanece igual al precio de los medios de subsistencia necesarios de los obreros) en cuanto a su valor (y no a su valor de uso), de tal manera que la parte de la jornada laboral durante la cual el obrero trabaja para sí mismo crezca, mientras disminuye la parte que cede gratuitamente al capitalista? Esto evidentemente “sólo es posible [...] si aumenta el valor de los medios de subsistencia en los que invierte su salario, Pero a causa del desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo, el valor de las mercancías industriales disminuye constantemente. La única manera de explicar el hecho es diciendo que la componente principal de los medios de vida —la alimentación— crece constantemente en su valor”.6 Pero (según Ricardo) esto “se debe a que la agricultura rinde constantemente cada vez menos frutos [...] Por eso, la continua caída de la ganancia está ligada a un continuo aumento de la tasa de la renta de la tierra”.7

De lo dicho se desprende que la explicación dada por Ricardo acerca de la ley del descenso de la tasa de ganancia se basaba en dos premisas: 1) en la hipótesis malthusiana de la disminución de la fertilidad de la agricultura, del empeoramiento progresivo del suelo sometido a ella, y 2) en “la premisa falsa de que la tasa de ganancia es igual a la tasa de plusvalor relativo,8 que sólo puede aumentar o disminuir en forma inversamente proporcional a la disminución o al aumento del salario”.9

Como se sabe, Marx desecha la solución dada por Ricardo al problema. No podemos entrar a considerar las múltiples razones a que acude para ello.10 Lo único que nos interesa aquí es señalar que la errónea teoría de la ganancia de Ricardo le había impedido “explicar uno de los más decisivos fenómenos de la producción moderna”, es decir, el de la caída tendencial de la tasa de ganancia.11 “Como Ricardo confunde tan simplemente plusvalor y ganancia, y como el plusvalor sólo puede decrecer constantemente —sólo puede decrecer tendencialmente— si decrece la proporción entre el plustrabajo y el trabajo necesario, o sea el tiempo requerido para la reproducción de la capacidad de trabajo, y esto sólo es posible con la mengua de la fuerza productiva del trabajo, Ricardo supone que la fuerza productiva del trabajo, mientras que aumenta en la industria gracias a la acumulación del capital, decrece en la agricultura. Huyendo de la economía, se refugia en la química orgánica.”12

¿Cómo resolvió Marx este problema? Ya en la sección I de los Grundrisse preguntaba, con referencia a uno de los ejemplos numéricos con los que quería explicar la diferencia entre la tasa de ganancia y la tasa de plusvalor: “¿Pero estas cifras no son parcialmente correctas, concebidas de otra manera? [...] ¿no puede aumentar su plusvalor, aunque en relación con el capital en su conjunto disminuya, o sea disminuya la llamada tasa de ganancia?”15 “Todo esto —dice más adelante, en polémica directa contra Ricardo— se resuelve sencillamente diciendo que la tasa de ganancia no tiene en vista el plusvalor absoluto, sino el plusvalor con relación al capital empleado, y que el crecimiento de la fuerza productiva está acompañado por la mengua de la parte del capital que representa el aprovisionnement14 con respecto a la parte que representa el capital invariable” es decir, constante;15 “por tanto, y necesariamente, al disminuir la proporción entre el trabajo total empleado y el capital que [este trabajo] pone en movimiento, merma también la parte del trabajo que se presenta como plustrabajo o plusvalor”.16 En otras palabras: puesto que la tasa de ganancia no es en modo alguno idéntica a la tasa de plusvalor, el descenso del capital variable en relación con el capital constante, producido por el constante revolucionamiento de la técnica de producción, por el acrecentamiento de la productividad, también debe expresarse en una tasa de ganancia en disminución, (Conclusión ésta que, como lo destaca Marx en su carta a Engels del 30 de abril de 1868, resulta simplemente de la “ley del creciente aumento de la parte constante del capital en relación con la variable” desarrollada al exponer el proceso de la producción, vale decir, de la creciente composición orgánica del capital.17 “El incremento de la fuerza productiva es equivalente a) al incremento del plusvalor relativo o al tiempo relativo de plustrabajo que el trabajador entrega al capital; b) a la mengua de trabajo necesario para la reproducción de la capacidad de trabajo; c) a la merma de la parte del capital que se cambia por trabajo vivo, con respecto a las partes del mismo que participan en el proceso de producción en calidad de trabajo objetivado y valor presupuesto, La tasa de ganancia, por ende, está en proporción inversa al incremento del plusvalor relativo o del plustrabajo relativo, al desarrollo de las fuerzas productivas y, asimismo, a la magnitud del capital empleado en la producción como capital constante.”18 “En la misma proporción, pues, en que en el proceso de producción el capital en cuanto capital ocupe un espacio mayor con relación al trabajo inmediato, cuanto más crezca pues el plusvalor relativo —la fuerza creadora del valor, propia del capital— tanto más caerá la tasa de ganancia.” 19

Sin embargo, en realidad este descenso de la tasa de ganancia sólo tiene lugar “tendencialmente, como todas las leyes económicas”,20 siendo inhibido por numerosas “causas de acción contraria”. “En el movimiento desarrollado del capital —leemos en los Grundrisse— existen factores que detienen ese movimiento”, vale decir, la caída de la tasa de ganancia, “mediante otros recursos que las crisis; tal como, por ejemplo, la continua desvalorización de una parte del capital existente; la transformación de una gran parte del capital en capital fijo,21 el cual no presta servicios como agente de la producción directa; improductivo despilfarro de una gran parte del capital, etc. [...] La disminución” de la tasa de ganancia “se contrarresta, asimismo, mediante la creación de nuevas ramas de la producción, en las que se requiere más trabajo inmediato en proporción al capital, o en aquellas donde aún no está desarrollada la fuerza productiva del trabajo [...] (También los monopolios.) (.. .] Que por lo demás, se pueda contener la baja en la tasa de ganancia suprimiendo detracciones al mismo, por ejemplo rebajando los impuestos, disminuyendo la renta del suelo, etcétera, no es tema que debamos considerar aquí, por mucha que sea su importancia práctica, ya que se trata de partes de la ganancia bajo otro nombre y de las que se han apropiado personas que no son el capitalista mismo”.22

Un examen más detallado demostraría que estos factores solamente enumerados aquí a manera de ejemplo, y que inhiben la caída de la tasa de ganancia, mayormente coinciden en su contenido con los citados en el tomo III de El capital. Pero lo que importa aquí es que originariamente Marx entendía que la consideración de estos factores se hallaba fuera del análisis del “capital en general”. Por eso se dice en el manuscrito de las Teorías, de fecha posterior: “El proceso de la caída de la tasa de ganancia pronto produciría el derrumbe de la producción capitalista si no actuasen también, junto a la fuerza centrípeta, y en forma constante, tendencias nuevamente descentralizantes, paralizadoras, que no cabe desarrollar aquí (ello pertenece al capítulo de la competencia de los capitales) .”23 Sólo en el tomo III de El capital, y en conexión con la modificación del plan de la obra, se dedica un capítulo especial a estas tendencias inhibidoras (capítulo 14: “Causas contrarrestantes”.) Tampoco aquí se trata un factor tan importante como la desvalorización del capital por medio de las crisis, porque un “análisis más profundo de las crisis”, como destaca repetidamente Marx en El capital24 y en las Teorías,25 “se halla al margen de nuestra observación”.

Hemos visto que en contraposición a Ricardo, quien atribuía la verdadera razón de la caída tendencial de la tasa de ganancia a la naturaleza,26 Marx afirma que este caso sólo podría explicarse por el hecho de que “aunque se explote tanto o más al obrero, la parte del capital que se intercambia por trabajo vivo decrece relativamente”. 27 Sin embargo —y dentro de determinados límites— el capital puede compensar la caída de la tasa de ganancia mediante el aumento de la masa del mismo, Al respecto leemos en los Grundrisse: “La masa de ganancia28 —es decir el plusvalor considerado al margen de su relación formal, no como proporción sino como simple magnitud de valor sin relación con otra magnitud—, crecerá en promedio no como la tasa de ganancia, sino como el volumen del capital. Por tanto, si la tasa de ganancia está en proporción inversa al valor del capital, la suma de la ganancia estará en relación directa al mismo, Sólo que esta tesis únicamente es verdadera para un estadio restringido alcanzado en su desarrollo por la fuerza productiva del capital o del trabajo. Un capital de 100 con una ganancia del 10% rinde una suma de ganancia menor que un capital de 1 000 con una ganancia del 2%. En el primer caso la suma es 10, en el segundo 20, o sea la masa de ganancia del capital grande es el doble del obtenido por capital 10 veces menor, aunque la tasa de ganancia del menor sea 5 veces mayor que la del capital mayor. Pero si la ganancia del capital mayor fuera sólo del 1%, la suma de la ganancia sería de 10, tanto como para el capital 10 veces menor, porque, en la misma proporción en que su magnitud [se ha modificado], la tasa de ganancia ha disminuido. Si la tasa de ganancia para el capital de 1000 fuera sólo de 1/2%, la suma de la ganancia sería entonces sólo la mitad de la correspondiente al capital menor, sería sólo de 5, porque la tasa de ganancia sería 20 veces menor.”

Expresado de manera general, pues: si la tasa de ganancia decrece para el capital mayor, pero no en proporción a su magnitud, crecerá la masa de ganancia aunque disminuya la tasa de ganancia. Si la tasa de ganancia disminuye pero en proporción a su magnitud, la masa de ganancia se mantendrá igual a la del capital menor; se conservará estacionaria, Si decrece la tasa de ganancia en proporción mayor a lo que crece su magnitud, decrecerá la masa de ganancia del capital mayor, comparado con el menor, tanto como decrezca la tasa de ganancia.” 30

La ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia, dice Marx para concluir, es “en todo respecto, la ley más importante de la moderna economía política, [...] que, pese a su simplicidad, hasta ahora nunca ha sido comprendida y, menos aún, expresada conscientemente [...] Es, desde el punto de vista histórico, la ley más importante”.31 “Se pone así de manifiesto que la fuerza productiva material ya disponible, ya elaborada, existente bajo la forma de capital fijo"? —tal como la ciencia, tal como la población, etc., en suma, tal como todas las condiciones [. . .] para la reproducción de la riqueza, o sea el rico desarrollo del individuo social—, que el desenvolvimiento de las fuerzas productivas motivado por el capital mismo en su desarrollo histórico, una vez llegado a cierto punto, anula la autovaloración del capital en vez de ponerla.34 A partir de cierto momento el desenvolvimiento de las fuerzas productivas se vuelve un obstáculo para el capital; por tanto la relación del capital se torna en una barrera para el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo, El capital, es decir el trabajo asalariado, llegado a este punto entra en la misma relación con el desarrollo de la riqueza social y de las fuerzas productivas que el sistema corporativo, la servidumbre de la gleba y la esclavitud, y, en su calidad de traba, se le elimina necesariamente, Con ello se quita la última figura servil asumida por la actividad humana, la del trabajo asalariado por un lado y el capital por el otro, y este despojamiento mismo es el resultado del modo de producción adecuado al capital; las condiciones materiales y espirituales para la negación del trabajo asalariado y del capital, las cuales son ya la negación de formas precedentes de la producción social que no es libre, son a su vez resultados del proceso de producción característico del capital. En agudas contradicciones, crisis, convulsiones, se expresa la creciente inadecuación del desarrollo productivo de la sociedad a sus relaciones de producción hasta hoy vigentes, La violenta aniquilación de capital, no por circunstancias ajenas al mismo, sino como condición de su autoconservación, es la forma más contundente en que se le da el consejo35 de que se vaya y deje lugar a un estadio superior de producción social.” 36

Con este pronóstico de “derrumbe”37 concluye, en el fondo, la tercera sección de los Grundrisse.

 

Notas:

1) David Ricardo, of. cit., pp. 66-67.

2) Cf. p. 146ss. de este trabajo.

3) Grundrisse, pp. 637-638.

4) También por eso “no toca ni conoce en ninguna parte las diferencias de composición orgánica dentro del proceso de producción propiamente dicho”. (Theorien, 11, p. 375 [p. 320].)

5) David Ricardo, op. cit., p. 174. (Cf. Theorien, u, pp. 468-469 [pp. 403-404].)

6) Cf. Ricardo, of. cit., p. 66: “[...] La teoría de que las ganancias dependen del nivel de los salarios, que los salarios dependen del precio de los medios de subsistencia, y que el precio de éstos depende principalmente del precio de los alimentos, porque todos los demás requisitos pueden aumentarse casi sin límite.” Cf. asimismo ibid., p. 178: “[...] puede agregarse que la única causa adecuada y permanente del alza de los salarios es la creciente dificultad para proveer alimentos y medios de subsistencia al creciente número de trabajadores.”

7) Theorien, t1, p. 441 [p. 377]. “Para Ricardo, por consiguiente, a la tasa decreciente de la ganancia corresponde un incremento nominal del salario y un crecimiento real de la renta del suelo.” (Grundrisse, p. 638. Cf. asimismo ibid., p. 642.)

8) Marx habla aquí del “plusvalor relativo” porque Ricardo “presupone que la jornada de trabajo permanece constante”, por lo cual sólo toma en cuenta modificaciones del plusvalor relativo. (Theorien, n, p. 441 [p. 377].)

9) Ibid., p. 442 [p. 3771,

10) El lector podrá encontrarlas además de en los Grundrisse (pp. 239, 288, 452-453, 490, 637-640 y 642), también en las Theorien (1, pp. 440-442, 464, 467-468, 542-547 [pp. 376-378, 399, 401-402, 462-467]; nu, pp. 101-102 y 346 [pp. 87-88 y 2923) y en Das Kapital (u, pp. 269-270 [t. m/6, pp. 331-333]).

11) Grundrisse, p. 453.

12) Ibid., p. 639.

13) Ibid., pp. 283 y 284.

14) Cf. p. 393 de este trabajo.

15) Acerca de las vacilaciones iniciales de los Grundrisse en cuanto a los términos de capital “constante” y “variable”, véase la p. 396ss. de este trabajo.

16) Grundrisse, p. 453.

17) MEW, t. 32, pp. 73-74. (Cf. Das Kapital, x, p. 651 [t. 1/3, pp. 772-7751.)

18) Grundrisse, p. 649.

19) Ibid., p. 633.

20) Das Kapital, m, p. 184 [t. m/6, p. 222]. Cf. ibid.: “Pero en la teoría se presupone que las leyes del modo capitalista de producción se desarrollan de manera pura. En la realidad, siempre existe 2ólo una aproximación; pero tal aproximación es tanto mayor cuanto más desarrollado está el modo capitalista de producción y cuanto más se haya eliminado su contaminación y amalgama con restos de situaciones económicas anteriores.”

21) En el original “capital fixe”.

22) Grundrisse, pp. 636-637.

23) Theorien, 1, p. 305 [p. 256].

24) Das Kapital, 1, pp. 377 y 839 [t. u1/7, pp. 463-466 y t. m/8, pp. 1080-1081].

25) Theorien, n, pp. 469 y 485 [p. 403 y 416].

26) Das Kapital, uu, pp. 251-252 [t. m/6, pp. 297-299].

27) Theorien, m, p. 237 [p. 198].

28) En el original “el gross profit” (a lo largo de toda la cita).

29) Marx repite aquí, en el fondo, el argumento de Ricardo (Works, pp. 68-69) que luego citara en los Grundrisse (Grundrisse, pp. 641-642) y en Das Kapital (III, p. 234 [t. 1/6, pp. 272-274])).

30) Grundrisse, p. 634.

31) Cf. Das Kapital, rx, p. 253. (“[...] El misterio en torno a cuya solución gira toda la economía política desde Adam Smith [...]” [t. 11/6, p. 272]) y MEW, t. 32, p. 74 [C.,

p. 205] (“pons asini de toda la economía de hasta este momento”. )

32) En el original “capital fixe”.

33) En el original “scientific power”.

34) “Como esta merma” de la tasa “de ganancia”, se dice en el mismo pasaje de los Grundrisse, “equivale a la merma proporcional del trabajo inmediato con respecto a la magnitud del trabajo objetivado que aquél reproduce, y del nuevo que pone, el capital hará todos los esfuerzos para poner coto a la mengua de la proporción entre el trabajo vivo y la magnitud del capital en general, y por tanto también entre el plusvalor, cuando está expresado como ganancia, y el capital presupuesto, reduciendo la parte que le toca al trabajo necesario y expandiendo aún más la cantidad de plustrabajo con respecto a todo el trabajo empleado, De ahí que el máximo desarrollo de la fuerza productiva, junto con la expansión máxima de la riqueza existente, coincida con la depreciación del capital, la degradación del obrero y la postración más absoluta de sus facultades vitales,” (Grundrisse, p. 636.)

35) En el original “advice”.

36) En el original “to be gone, and to give room to a higher state of social production”. (Grundrisse, pp. 635-636.) Una redacción paralela en inglés a esta última oración, reza de la siguiente manera: “Estas contradicciones derivan en cataclismos, estallidos, crisis en las cuales, mediante la suspensión momentánea del trabajo y la aniquilación de una gran parte del capital, se reduce violentamente a este último al punto desde donde pueda proseguir su [. ..] Con todo, estas catástrofes regularmente recurrentes tienen como resultado su repetición en mayor escala, y por último el derrocamiento violento del capital.” (1bid.,)

37) La afirmación de que Marx no habría instaurado una “teoría del derrumbe” debe remontarse ciertamente, ante todo, a la interpretación revisionista de su obra económica primera y posterior a la primera guerra mundial. En este sentido nunca apreciaremos lo suficiente los méritos teóricos de Rosa Luxemburg y de Henryk Grossmann.

 

Roman Osipovich Rosdolsky nació en 1898 en Lemberg (Lviv) en Galicia, en aquella época en el imperio austrohúngaro, ahora en Ucrania, y murió en 1967 en Detroit, MI (EEUU). Fue miembro de los Círculos Drahomanov socialistas ucranianos. Fue reclutado por el ejército imperial en 1915 y editó con Roman Turiansky la revista Klyči en 1917. Fue uno de los fundadores de la Democracia Social Revolucionaria Internacional (IRSD) y estudió derecho en Praga. Durante la Primera Guerra Mundial fundó la antimilitarista "Internationale Revolutionäre Sozialistische Jugend Galiziens" (Juventud Socialista Revolucionaria Internacional de Galizia). Se convirtió en miembro del Comité Central del Partido Comunista de Galicia Oriental, en representación de su organización de emigrados entre 1921 y 1924 y en un destacado publicista de la facción Vasylkivtsi de los comunistas ucranianos. En 1925, se negó a condenar a Trotsky y su Oposición de izquierda y más tarde, a finales de la década de 1920, fue expulsado del Partido Comunista. En 1926-1931 fue corresponsal en Viena del Instituto Marx-Engels de Moscú, buscando materiales de archivo. En 1934 de regreso a L'viv, donde trabajó como profesor en la universidad, publicó el periódico trotskista Žittja i slovo (1934-1938). Fue arrestado por la Gestapo en 1942, pero sobrevivió al internamiento durante tres años en los campos de concentración de Auschwitz, Ravensbrück y Uraniemburgo. Emigró a Estados Unidos en 1947. Rosdolsky trabajó allí como académico independiente, realizando investigaciones exhaustivas en la biblioteca de Detroit. Rosdolsky es conocido principalmente por su cuidadosa exégesis académica sobre los Grundrisse de Marx, Génesis y estructura de El capital de Marx. La colección de ensayos anuló muchas interpretaciones anteriores de El capital. Sin embargo, publicó mucho más, especialmente sobre temas históricos. Durante su vida, mantuvo correspondencia con numerosos escritores marxistas de renombre, entre ellos Isaac Deutscher, Ernest Mandel, Paul Mattick y Karl Korsch.
Fuente:
https://archive.org/details/rosdolsky-roman.-genesis-y-estructura-de-el-capital-de-marx-2004_202112
Traducción:
León Mames

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