Italia: El PD, en su eterna crisis. Dossier

Carlo Galli

Andrea Carugati

18/11/2022

Carlo Galli: El Partido Democrático nació ya en crisis. Entrevista

"El PD tiene problemas desde que nació, unos meses antes de que la crisis de las hipotecas subprime trastocara el orden mundial liberal. La Unión Europea respondió a esa crisis con austeridad, algo que los del PD apoyaron, y desde esa "cura" la economía italiana no se ha recuperado. Recuerdo que durante el gobierno de Monti, el M5S [Movimiento Cinco Estrellas] crecía un punto al mes. Luego llegó Renzi, un neoliberal desenfrenado, y el PD lo coronó y se aferró a él, salvo algunos rezagados que se marcharon".

Andrea Carugati, del diario il manifesto, entrevista a Carlo Galli, profesor de Historia del Pensamiento Político en la Universidad de Bolonia desde hace décadas (su último libro, Ideologia, apareció el viernes [28 de octubre] en la editorial Il Mulino), y que recurre al método del historiador para reconstruir la biografía de un partido que "nunca fue capaz de proponer una alternativa a lo que la historia le sirvió; pasivo, nació abrazando la idea de una sociedad sin conflicto alguno, con la idea de que bastaba con acompañar el movimiento de la economía para generar condiciones de vida dignas para todos, a lo sumo con pequeñas correcciones. Un partido inmerso en la niebla neoliberal, con una fe ciega en la globalización. Y cuando esto se vino abajo, el partido se quedó mudo, incapaz de encontrar un lugar dentro de la repolitización de la sociedad."

Sin embargo, es uno de los pocos grandes partidos italianos que quedan.

Sabe cómo tratar las cuestiones simbólicas, como ahora con la polémica sobre el uso del artículo femenino o masculino para el título del Primer Ministro. También sabe ponerse siempre del lado de los buenos, haciendo juicios moralistas sobre la actualidad.

Desde la oposición, ¿cambiarán las cosas?

Veo que ahora anuncian una actitud pugnaz. Hasta ahora no la ha habido, como si la política fuera un salón de vals y no un cuadrilátero de boxeo. Sigue faltando una lectura radical de la sociedad, de las contradicciones que llevaron a votar a los "populistas" y luego a los "soberanistas" que supieron conectar con el malestar social. No basta con acusar a Meloni de fascista, hay que entender el origen de los problemas y ser capaces de dar respuestas a la altura de su radicalidad.

Ahora habrá un Congreso Constituyente.

He leído que uno de los candidatos a líder [Bonaccini] dice que no hay que filosofar sino actuar. Pero, ¿actuar con qué ideas? ¿Hablando con qué cohortes sociales? Hasta ahora, en una sociedad semidestruida como la italiana, la protesta ha encontrado respuestas en la abstención, la ira individualista de votar al M5S, hasta que la derecha le dio un contenedor: la nación. Ciertamente, Meloni pronunció en la Cámara un discurso identitario. Pero la respuesta no es atacarla por ello, sino, en todo caso, construir una identidad igualmente fuerte en la izquierda.

¿Cree que la fuerza motriz del PD está agotada?

No me parece que haya capacidad de análisis y voluntad de cambiar totalmente de marcha. Me parece que la dirección del PD espera más bien algún error de Meloni para volver al gobierno. Pero ella es más competente que Salvini. A día de hoy, el PD sigue siendo el cuarto partido entre los trabajadores. Si quisiera cambiar de rumbo, ahí es donde tendría espacio para hacerlo: si hay que oponer las necesidades de los trabajadores a las del capital, si hay que dar voz a los parados, a los precarios y a los mal pagados, hay un campo fértil por delante. Pero para ello será necesario un partido de peso, que vuelva físicamente a los lugares de trabajo, como hacía el PCI.

¿Sigue siendo viable ese modelo?

El conflicto social no ha terminado: basta recordar el caso del “rider” despedido tras su muerte en el trabajo. La cuestión es si los trabajadores pueden seguir confiando en el partido de la Jobs Act [Ley de Empleo] y las reformas educativas de la "Buona Scuola".

Es probable que, independientemente de quién gane las primarias, la línea tenga una mayor orientación social.

Lo que hace falta no es una obra de caridad, sino un partido de izquierdas. Los buitres, Calenda y el Cinco Estrellas, ya están dando vueltas sobre el PD: si lo que sale del Congreso es una dirección resultado de un regateo mezquinoa, que no da respuestas radicales, creo que los dos buitres consumirán los restos. Y sinceramente no creo que el mecanismo de primarias, propio de un partido ligero y centrado en el líder, sea el más adecuado para repensar el PD desde la base.

¿Ve alguna figura que sea capaz de liderar una verdadera refundación?

Hay quienes en la cúpula, como Cuperlo, perciben la falta de visión y se han dado cuenta de que la derrota no fue táctica o episódica, sino estructural. Pero aún no le he oído a nadie decir, como Bartali, que hay que "volver al punto de partida".

¿Cree que la disolución del partido sería útil? ¿O existe el riesgo de que deje tierra quemada?

No hay que descartar la idea de una remodelación completa. Si un Congreso es "constituyente", hay que aceptar la idea de renacer de las cenizas, aceptar cuestionarlo todo, con el valor de los socialistas de finales del siglo XIX. Hay que filosofar, ser implacable en la discusión política, dar espacio a la rabia de los jóvenes y al deseo de futuro. Si no una disolución, por lo menos sería necesario el cambio de un nombre que ya no inspira confianza.

¿Heredará la izquierda el M5S?

En este momento, es la fuerza más a la izquierda. No es socialdemócrata; yo la llamaría izquierda democrática. No hay una interpretación radical de la sociedad, pero entienden que el sistema económico produce problemas. Hay una gran debilidad organizativa y cultural en el M5S y, sin embargo, Conte ha demostrado que tiene saber hacer y resistir, que puede sobrevivir a sus errores.

¿Qué derecha representará Meloni en el gobierno?

Su discurso fue neoliberal, "dejar a las empresas a su aire", al estilo de Thatcher. Pero Thatcher daba por hecho que habría más desempleo, mientras que Meloni no puede permitirse más pobreza. Tiene que ofrecer resultados en materia de empleo y salarios, y no veo cómo puede hacerlo, ya que no quiere el salario mínimo y tampoco quiere aumentar la deuda. Creo que se moverá más en el frente simbólico, de derecha católica. Pero no hasta el punto de tocar la Ley 194 [sobre el aborto].

il manifesto global, 3 de noviembre de 2022

 

 

Los jóvenes del PD quieren que la élite del partido dimita en masa

Andrea Carugati

Al mismo tiempo que Letta declaraba ante los socialistas suizos que "comienza para nosotros un periodo de vagabundeo por el desierto, que espero sea lo más breve posible, gracias a nuestra actividad de oposición", en Roma, cientos de miembros del PD menores de 35 años pedían un desguace total de las élites del partido, exigiendo que todo el grupo dirigente, y no sólo Letta, abandone las altas esferas del partido.

"Lo que se necesita es una identidad clara y una renovación radical del grupo dirigente, que ya no tiene credibilidad", declaró el líder del grupo de diputados del PD, Brando Benifei, de 36 años, organizador del acto "Coraggio PD". "Sea correcto o no, esto es una realidad. Hay una clase dirigente desacreditada que vuelve una y otra vez, y después de diez años de estar en el gobierno, sigue pretendiendo dictar la agenda de la discusión. Si no hay cambios, el Congreso constituyente podría terminar siendo sólo una farsa".

"La imagen de los que estamos hoy aquí es muy diferente a la de la dirección nacional: pelo blanco y casi todos hombres", afirmó Caterina Cerroni, secretaria de los jóvenes demócratas, candidata que no consiguió, ain embargo, ser elegida diputada de la Cámara. "El grupo parlamentario está formado en su mayoría por los mismos que votaron el Rosatellum y la Jobs Act", atacó Cerroni. No fue la única.

"¿Podemos decir por fin que ha sido vergonzoso no saber responder a Meloni en dos días de debate en el Parlamento, y que la forma en que Serracchiani hace oposición hace que te reconcomas por dentro?", es la acusación de Tommaso Bori, del PD de Umbría, que llamó a las bases a "tomar este partido". Jacopo Scandella, consejero regional en Lombardía, declaró: "¿Cómo puedes liderar la oposición a Meloni cuando has estado en el gobierno durante los últimos 10 años, y digas lo que digas, te responderán: "¿Por qué no lo hiciste tú cuando estabas en el gobierno?".

Hubo muchas críticas, sobre la comunicación del PD, pero especialmente sobre su fondo, las decisiones tomadas en los últimos años, sobre todo en materia laboral. Pero también sobre la selección de sus clases dirigentes: "Basta con el partido de los lameculos, de los burócratas", afirmó Lorenzo Pacini, de Milán. Y Massimo Iovane, de 22 años, de Venecia, añadió: "No voy a dejar el liderazgo de la izquierda a los que hicieron el Decreto de Seguridad, al camaleón Conte. Es degradante".

Se podría leer entre líneas la posibilidad de lanzar un candidato menor de 40 años a la secretaría, quizás el propio Benifei. Marco Meloni, mano derecha de Letta, estuvo también en el acto: "Esta es una primera prueba positiva de que el camino constituyente del nuevo PD podrá beneficiarse de la participación activa de una comunidad que está viva y orgullosa, que tiene ideas, energía y voluntad de cambio", declaró. Hubo también elogios del alcalde de Pesaro, Matteo Ricci.

il manifesto global, 2 de noviembre de 2022

 

El PD va a la deriva, sin bases y sin un líder claro

Andrea Carugati

Tras 10 horas de reunión de la dirección, no hay muchas certezas en el PD. Algunas de ellas son que las primarias serán en marzo, que Letta seguirá como líder hasta que se elija a un sucesor y que, salvo sorpresas, no habrá más escisiones hasta esa fecha.

La izquierda del PD, que aún no tiene candidato para enfrentarse a Stefano Bonaccini, participará en todo el proceso. "No se organizará nada rojo, ni rojo-amarillo", aseguró Goffredo Bettini, el dirigente más cercano a Conte.

Entre las pocas certezas, también está que nadie quiere disolver el partido (como sugirió Rosy Bindi) y que el PD no cambiará su nombre ni su logotipo, que Letta confesó tener en gran aprecio, entre otras cosas por la referencia visual a la bandera italiana, que significa "servicio a la patria". Todos coincidieron también en la necesidad de que comience de inmediato que la oposición "intransigente".

"Arremanguémonos y pongámonos a trabajar, estar en la oposición nos hará bien", aseguró Letta.

Para las demás cuestiones, es decir, a qué clases sociales representar y qué temas abordar, el debate sigue yendo a la deriva. Hay una división aún profunda entre los que están anclados en el PD interclasista de 2007, resumido por el discurso de Veltroni en el Lingotto de Turín (como la vicesecretaria saliente Irene Tinagli, Alessadro Alfieri y otros "liberal-demócratas"), y los que, en cambio, quieren dar al partido un perfil pro-sindical, como Andrea Orlando, que habló de la "ambigüedad congénita" del PD en temas clave como "la evaluación de la fase actual del desarrollo capitalista."

Ahora se centran en las decisiones aplazadas sobre la posición del partido en la relación entre trabajo y empresa, economía y finanzas. En su propio discurso, Orlando describió un conflicto no resuelto entre un partido "neoliberal" y otro socialista: "Debemos decidir de qué lado estamos en el conflicto social, de lo contrario corremos el riesgo de acabar en una pinza entre un partido de las élites (Calenda) y uno social-populista (Conte)", dice. "Los socialistas franceses también decidieron no disolverse, y sin embargo acabaron al margen", advierte Orlando.

Sorprendentemente, Delrio se muestra de acuerdo con él: "¿Somos o no somos un partido que pone el trabajo por delante de las finanzas? Necesitamos un cambio cultural".

"No quiero regalar el patrimonio intelectual de la izquierda a Conte", añadió Peppe Provenzano. "Hoy no hay ningún grupo social que nos confíe su representación. Sin una identidad clara en temas laborales, no somos más que un comité electoral".

"El principal problema", insistió Provenzano, "es haber estado en el gobierno durante años sin haber ganado ninguna elección". Esto es algo que también Letta había tenido claro: "Si el Gobierno cae, convocaremos elecciones: no más gobiernos de 'salvación nacional' nunca más".

Tomaron la palabra muchos peces gordos que estaban en 2007, cuando nació el PD, desde Fassino a Zanda, Cuperlo y Delrio. "Han cambiado tantos secretarios en estos años, pero el grupo dirigente sigue siendo el mismo", advirtió el alcalde de Bolonia, Matteo Lepore. "Ahora necesitamos una verdadera revolución, sin reciclaje. Si no, corremos el riesgo de que nos disuelvan otros".

El líder del grupo parlamentario, Brando Benifei, también se pronunció al respecto: "Perdimos porque pocos creyeron que el programa podía aplicarlo una clase dirigente desacreditada. ¿Es creíble que los que defendieron la Ley de Empleo puedan ser los que la cambien?".

Marco Sarracino, una figura joven, recién elegido en Nápoles, también hizo hincapié en la cuestión de la credibilidad: "En los mercados, cuando enseñaba a la gente los folletos del PD, me decían que seguíamos siendo los de la Ley de Empleo. Estamos ahí, en las afueras, el problema es que no se fían de nosotros. Hemos cambiado, mucho, pero los de fuera no lo han visto".

En este punto, Letta hizo su mea culpa: "Hablar de 'Draghi, sí o no' eclipsó nuestro programa, que era muy innovador sobre el empleo y el clima". Y admitió: "Hemos fracasado en ser el partido de los que no tienen, y no me excuso. Fallamos incluso en la representación de las mujeres en el Parlamento".

Siguió con la petición de seguir contando con dos mujeres como jefas de grupo del partido en el Parlamento: probablemente Malpezzi y Serracchiani, que deberán ser confirmadas antes del congreso. El secretario saliente también hizo autocrítica sobre la postura ante la guerra: "No reniego de las posiciones adoptadas, pero deberíamos haber repetido más veces la palabra "paz", haber presionado para que Europa trabajara en esta dirección. Y no evitamos la crisis social que provocó la guerra, llegamos a centrarnos en los miedos de la gente demasiado tarde".

Valentina Cuppi, la presidenta del PD, que no fue elegida para el Parlamento, incidió en ambos puntos: "El PD sigue siendo un partido dominado por los hombres; si quieres que tu voz cuente, tienes que plegarte a la lógica de las corrientes". Continuó: "Entre nuestros militantes, hubo y hay desacuerdos sobre la guerra: fue un error tachar de pro-Putin a quienes tenían posiciones críticas".

Paola De Micheli relanzó su propia candidatura: "Alguien tiene que empezar, alguien que no se ofenda ni por la misoginia masculina ni por la misoginia femenina".

Cuperlo también opinó sobre la guerra: "Putin es un dictador y una desgracia, pero ante la estrategia de Zelenski tenemos el deber de preguntarnos: ¿seguimos ese camino? Avanzar hacia la victoria en el campo de batalla, incluso con el riesgo de la bomba atómica". También se refirió a las cuestiones sociales: "Frente a una derecha social y no liberal, que promete protección a las clases empobrecidas, no se puede ganar con una 'izquierda de las libertades', sino con una alternativa radical y arraigada".

Franceschini y Guerini, los dos jefes de corriente dentro del partido, no intervinieron; tampoco lo hizo Bonaccini, favorito para la dirección, que se marchó antes de la hora de comer. "Estoy de acuerdo con el camino propuesto por Letta: un verdadero congreso en el que reafirmar y regenerar la identidad del PD", dijo. "Lo haremos en un plazo definido y razonable. Considero un paso adelante que ya no estemos debatiendo el nombre y el logo".

El gobernador emilianense, que se espera que gane el liderazgo, temía cualquier maniobra para posponer el congreso, y obtuvo garantías en ese sentido. Letta anunció su neutralidad de aquí a las primarias, pero reiteró: "Debemos pasar el testigo a una nueva generación que desafíe a Meloni, que es una mujer joven".

Muchos creen que apoyará a Elly Schlein. Al final, el informe del secretario fue aprobado con dos abstenciones y un voto en contra, el de Mónica Cirinnà: "Sólo quieren conservar el aparato actual. Somos un partido que desplaza a la gente".

De fondo, se escuchaban algunos trazos de esperanza: "La mayoría no es tan fuerte, está mostrando desunión. La luna de miel de Meloni no durará siempre", dijo Letta con un suspiro.

il manifesto global, 8 de octubre de 2022

profesor de Historia del Pensamiento Político en la Universidad de Bolonia, es autor de diversos manuales y especialista en la Escuela de Frankfurt, y en autores como Arendt, Weber, Strauss, Voegelin, Löwith o Schmitt. Ha sido diputado desde 2013 por varias formaciones de izquierda (PD, Sinistra Italiana Sinistra Ecologia e Libertà, y Articolo 1).
periodista de il manifesto, trabajó para el diario L´Unità y es colaborador del Huffingtonpost Italia.
Fuente:
il Manifesto, 8 de octubre, 3 y 22 de noviembre
Traducción:
Lucas Antón

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