Francia: Transformar la Nupes para salvarla

Pierre Khalfa

12/11/2023

Simple alianza electoral, la Nupes está en una profunda crisis, si no en coma profundo. Sin embargo, su desaparición sería la garantía del fracaso. Para sobrevivir, la Nupes debe transformarse profundamente, cambiar las relaciones entre sus componentes y abrirse a fuerzas no partidarias para construir un frente político-social arraigado en la sociedad.

En una tribuna publicada en l'Obs (retomada en Mediapart), Philippe Marlière escribe el acta de defunción de la Nupes. Puede que sea un poco pronto para hacerlo, pero se entiende: la Nupes está en una crisis profunda, si no en coma profundo. Pero es imprescindible, si queremos que surja una alternativa de izquierda y ecológista, no equivocarnos sobre las razones de esta situación. Es innegable que la Nupes nació con dos debilidades congénitas. La primera está relacionada con sus condiciones de emergencia. Esta alianza nació tras las elecciones presidenciales de 2022 en las que LFI y Jean-Luc Mélenchon (JLM) se impusieron ampliamente frente a los candidatos del PCF, el PS y el polo ecologista, que obtuvieron resultados muy por debajo de sus expectativas. Esta situación, combinada con las normas electorales de las elecciones legislativas, llevó a JLM y LFI a proponer una alianza a las fuerzas de izquierda y ecologistas, que aceptaron esta alianza necesaria si querían mantener o formar un grupo en el parlamento.

Las condiciones de surgimiento de esta alianza están, por tanto, vinculadas a consideraciones tácticas más que a movilizaciones populares o a un proceso de acercamiento anterior de las cuatro fuerzas políticas constitutivas de la Nupes. En esto, la Nupes contrasta con las experiencias históricas de la izquierda francesa, el Frente Popular de la década de 1930, la Unión de la izquierda de la década de 1970 o incluso la izquierda plural de la década de 1990. En estos experimentos, la alianza era para muchos el producto de las movilizaciones masivas que precedieron a los plazos electorales. Si en los últimos años hemos conocido muchos movimientos sociales, en defensa de las pensiones, con los chalecos amarillos o las marchas climáticas, no son comparables con las huelgas generales de 1936, 1968 o 1995 y sobre todo hay una relación mucho más distante entre movimientos sociales y alternativas políticas. Y en lo que respecta a los partidos políticos, el período anterior a la creación de la Nupes estuvo marcado por la manifestación de crecientes divergencias más que por una voluntad de unión. Lo que constituye la segunda debilidad de la Nupes. La ascensión de Fabien Roussel a la dirección del PCF se produjo en contra de las alianzas anteriores con JLM, y las campañas de Yannick Jadot y Anne Hidalgo insistieron mucho en la magnitud de sus divergencias con JLM y LFI...

La división es la garantía del fracaso

La cuestión es si estas dos debilidades son superables o si, como piensa Philippe Marlière, la situación actual es insuperable. En primer lugar, hay que señalar que toda unión se basa en relaciones de fuerzas. Por lo tanto, es bastante absurdo culpar a LFI por haber “propuesto un pacto desigual a sus nuevos aliados”. Cuando el PS era el partido hegemónico de la izquierda, su comportamiento hacia sus aliados no se caracterizó por una benevolencia particular, lo que no le impidió ganar elecciones. Philippe Marlière denuncia el “fetichismo de la unidad” y afirma que “la izquierda francesa siempre ha estado esencialmente desunida, lo que no le ha impedido ganar elecciones”. Lectura de la historia bastante curiosa porque si la izquierda pudo ganar, fue precisamente porque fue capaz de unirse y superar sus divisiones. Si la unidad no supone ninguna garantía de éxito, la división es la garantía del fracaso.

Además, parece contradictorio escribir que las organizaciones de la Nupes tuvieron que “aceptar el programa de LFI” y luego escribir que “las principales diferencias se dejaron en suspenso”. De hecho, si se han dejado en suspenso diferencias mayores, significa que el programa adoptado no fue el de LFI. Más en general, una nota de la Fundación Rosa Luxemburg de junio de 2023 muestra que se ha producido un movimiento de convergencia programática entre ecologistas, socialistas, comunistas e insumisos marcado en particular, como reconoce Philippe Marlière, por el hecho de que el PS ha vuelto a poner rumbo a la izquierda”. Además, aunque el carácter pasional del debate sobre los acontecimientos dramáticos en Israel-Palestina parecen prevalecer sobre cualquier otra consideración, las posiciones de unos y otros han sido de hecho bastante cercanas. LFI condenó sin la más mínima ambigüedad los “crímenes de guerra” de Hamás y todos los partidos de la Nupes se encontraron de acuerdo en defender la aplicación de las resoluciones de la ONU y una solución de dos estados. También es una lástima que Philippe Marlière insinúe que JLM desarrolla “tropos antisemitas”. Esto no es aceptable. El antisemitismo, como todas las formas de racismo, es un delito. Acusar a alguien de ello es extremadamente grave y no puede ser instrumentalizado en una lucha política.

Sin embargo, algunas de las posiciones de LFI no están exentas de problemas. Su credibilidad se vio disminuida por primera vez cuando se reveló un funcionamiento interno totalmente contradictorio con su proyecto de democratización de la sociedad francesa. Pero sobre todo, dominar la alianza implica tener en cuenta lo que piensan sus aliados. Por lo tanto, negarse a votar el artículo 7 de la Ley de Pensiones - más allá de que se pueda pensar de la conveniencia o no de esta táctica parlamentaria - incluso cuando las otras fuerzas de la Nupes y la intersindical estaban a favor de la votación, solo podía provocar importantes tensiones. Lo mismo ha ocurrido en las elecciones al Parlamento Europeo. La dramatización de la apuesta y la negativa a contar con otras fuerzas de la Nupes en esta ocasión han pesado en la situación actual, aunque se puede pensar que una lista única habría sido la mejor solución para favorecer la cohesión de la alianza. Sin embargo, tal cohesión se construye sobre todo en la afirmación de un perfil político común a pesar de las diferentes sensibilidades. Está claro que esto fue imposible.

Consolidar y ampliar

El desafío para la izquierda y la ecología política es ser capaces de construir una agrupación mayoritaria sobre la base de medidas de ruptura con el orden existente. Esto significa ser capaz de llevar a cabo un proyecto que sea radical en sus objetivos a la vez que tranquilice sobre los medios de aplicarlo. Sin embargo, la elección política de JLM y del grupo dirigente de LFI es una conflictualidad verbal casi permanente, que parece confundir la radicalidad del proyecto con la virulencia del discurso, preocupa a una parte significativa del electorado que podría estar potencialmente disponible para votar a la izquierda. También es bastante curioso que JLM, capaz durante las campañas electorales de aparecer como el unificador de la izquierda e incluso más allá, se convierta en una personalidad fuertemente divisiva a continuación. En cualquier caso, la imposibilidad de construir un perfil político común fue una de las principales causas de la crisis de la Nupes.

Ciertamente, la culpa no es solo de LFI, el PCF de Fabien Roussel se complace en distanciarse de la Nupes en una fuga hacia adelante identitaria. Además, Olivier Faure y la dirección del PS están sujetos a la presión constante de un ala que solo aspira a volver a los errores neoliberales de Holland; y EELV, ahora “Los ecologistas”, no parece haber renunciado por completo a jugar solo. En esta situación, la solución no puede venir simplemente de una recomposición, por lo demás poco probable, de las fuerzas políticas. Para evitar la muerte de la Nupes, hay que transformarla profundamente. Bajo pena de desaparecer, no puede reducirse a una alianza electoral entre partidos políticos sometidos a una lógica competitiva, que solo puede aumentar a medida que pasa el tiempo y se acercan las elecciones presidenciales.

Ampliar la Nupes a fuerzas no partidarias - asociaciones de defensa de derechos, educación popular y / o lucha, fundaciones, think tanks, movimientos y, por qué no, organizaciones sindicales - para convertirla en un frente político-social es una de las condiciones para que arraigue en la sociedad una alternativa política y no se limite a estar simplemente presente en el terreno de enfrentamiento parlamentario. Tal ampliación no solo comprometería una dinámica política que reforzaría su credibilidad, sino que, al permitir salir del cara a cara entre los partidos políticos, también sería una forma de relativizar sus disensiones y sobre todo de abordarlas creando un marco que vaya más allá de los partidos políticos.

No debemos ocultar las dificultades de tal perspectiva. Cuestiona el tradicional reparto de tareas entre los partidos políticos y las fuerzas del movimiento social. Debe vencer la reticencia de estos últimos a comprometerse con un enfoque que apunta a una victoria electoral, una reticencia paradójica incluso cuando toda su acción se sitúa en el terreno político. Debe vencer sobre todo su desconfianza - justificada - hacia los intentos regulares de instrumentalización y hegemonía de los que son objeto por parte de los partidos políticos. Por lo tanto, implica sobre todo por parte de estos últimos un cambio de actitud y el hecho de aceptar que las fuerzas del movimiento social son socios iguales en derechos y dignidad en un marco donde las decisiones deben tomarse en común.

Mientras que la izquierda y la ecología política, juntas o divididas, siguen siendo una minoría en el país y la extrema derecha ve acercarse la perspectiva de llegar al poder, sería suicida estar satisfecho con la situación presente con la esperanza de poder beneficiarse de ella . Nada se ha perdido todavía, pero el tiempo se agota.

 

Ex copresidente de la Fundación Copérnico, miembro del Consejo Científico de Attac.
Fuente:
https://blogs.mediapart.fr/pierre-khalfa/blog/061123/transformer-la-nupes-pour-la-sauver
Traducción:
Enrique García

Subscripción por correo electrónico
a nuestras novedades semanales:

El responsable de tratamiento de tus datos es Asociación SinPermiso y la finalidad del tratamiento es hacerte llegar nuestras novedades. Puedes ejercer tus derechos en materia de protección de datos contactando con nosotros*. Para más información consulta nuestra política al respecto (*ver pie de página).