Francia: Balance de las elecciones regionales. Dossier

Mathilde Goanec

Ellen Salvi

Pauline Graulle

04/07/2021

Una elección sin sorpresa ni electores

Mathilde de Goanec y Ellen Salvi

La segunda vuelta de las elecciones regionales y departamentales ha estado nuevamente marcada por una fuerte abstención. Todos los que salieron serán reconducidos. El RN y el LREM. Que habían monopolizado los debates durante la campaña, no se han llevado ninguna región.

Siete regiones para la derecha, cinco para la izquierda. Y ninguna sorpresa. El domingo 27 de junio, la abstención ha quedado patente en el escrutinio, provocada por un profunda cansancio democrático. Solo se reduce dos puntos respecto a la primera vuelta, lo que implica que la segunda no ha provocado un sobresalto real de movilización, pese a un juego bastante abierto en dos o tres regiones. Según cifras aún provisionales, el 65,7% de los inscritos no fueron a las urnas.

“La abstención no ha dejado de aumentar desde hace veinte años, cada vez con más frecuencia un elector cada dos no va a votar, y en cada jornada electoral se presta atención a los minoritarios, enmascarando la descalificación de los elegidos”, señala el sociólogo Jéremie Moualek, en nuestra emisión especial “A l’air libre”

Así en la región Provence-Alpes-Côte d’Azur (Paca), donde se temía una victoria del Rassemblement National (RN), la participación no subió más que un punto. El mismo estiaje en el Pays de la Loire, señal del escaso entusiasmo por parte del duelo que oponía la alianza PS-ecologistas-Insumisos a la derecha, que gana al final de largo. En Île-de-France, nada ha hecho cambiar la curva abstencionista: la lista juntando a Julien Boyou, Audrey Pulvar y Clementine Autain, logró movilizar a quienes se decantaron por cada uno de esos candidatos en la primera vuelta sin hacer más. La tasa de abstención se situó entre las más bajas de Francia, con apenas un 32% de participación.

Si observamos a los candidatos, el análisis aún es más cruel. Valérie Pécresse, que declaró de inmediato lo “hermoso” de su victoria, solo resultó elegida por el 15% de votantes; así como Marie-Guite Dufay (lista variada de izquierda) en Bourgogne Franche-Comté; Xavier Bertrand, en el Hauts-de-France, por su parte solo movilizó al 17%, por lo que hay que relativizar ampliamente su discurso conquistador, justo después de su victoria, en previsión de las próximas presidenciales: “Creo que no hay fatalidad, que la política no está muerta, que puede hacer mejor la vida. Este resultado me da fuerzas para ir al encuentro de todos los franceses”

Para Jéremie Moualek, a los ciudadanos les parece que los elegidos locales o nacionales son “totalmente impermeables” a la naturaleza de los votos. “Desde luego legalmente, los electos están legitimados, pero cuando la abstención es mayoritaria, la cuestión no es ¿por qué la gente no va a votar?, sino ¿por qué ir  a votar?, apunta el investigador. Dado que el sistema electoral excluye a las clases sociales dominadas, entre ellos muchos jóvenes, acaban ignorando un juego político que las ignora, tanto en el contenido de los programas, como en la composición de las asambleas”.

Como en la primera vuelta, la abstención ha favorecido a los electos. Valérie Pécresse ha sido claramente reelegida en Île-de-France con el 45,1%, frente a la lista de la unión de izquierdas (33,9%) encabezada por el secretario nacional de Europe Écologie-Les Verts (EELV) Julien Bayou; la de RN de Jordan Bardella (11,8%) y la de la mayoría presidencial (9,2%). Los Republicanos (LR), conservan igualmente la región  Hauts-de-France donde Xavier Bertrand recoge el 52,37% de los votos depositados; la de Auvergne-Rhône-Alpes con Laurent Wauquiez (55,3%) y la de Pays de la Loire con Christelle Morançais (46,3%)

En el Grand Est, Jean Rottner, conserva también la región (39%), mientras que el centrista Hervé Morin, mantiene Normandía (44,2%) y Renaud Muselier acabó llevándose Paca (57,7%). El domingo por la tarde, varios personajes macronistas se arrogaron esta última victoria. “Fue el acuerdo que Renaud Muselier, Christian Estrosi y Hubert Falco realizado con la mayoría presidencial lo que permitió que esta magnifica región, Paca, no sea gobernada por el RN. Nos alegramos. El partido LR no es el responsable”, tuiteó el diputado Thierry Solère, consejero de Emmanuel Macron, responsable de este acuerdo, sellado a comienzos de mayo.

Haciendo eso, los elegidos de la République en marcha (LREM) han olvidado con presteza que la izquierda decidió, una vez más, retirarse en el interregno de la segunda vuelta, para impedir el triunfo de la extrema derecha. Si bien aceptó desaparecer totalmente de Paca por seis años más, no obstante conserva las regiones que preside desde  2015: Carole Delga conserva Occitanie (57,8%); Alain Rousset, reengancha por un quinto mandato en Nouvelle-Aquitaine (39,3%); François Bonneau se lleva Centre-Val de Loire (38,5%); Marie-Guite Dufay, Bourgogne-Franche-Comté (42,2%); Loïg Chesnais-Girard logra el 29,8% de los votos escrutados, pero tendrá que negociar con sus adversarios para lograr una mayoría.

En Córcega, el presidente saliente, Gilles Simeoni, resultó reelegido. Con 40,64% de votos, el nacionalista llega claramente en cabeza frente al alcalde (ex LR) de Ajaccio, Laurent Marcangeli (15,07%). Como en la primera vuelta, la isla registra la menor tasa de abstención: 41,09% (lean nuestro análisis sobre el asunto).

Las dos fuerzas políticas que habían monopolizado los debates durante la campaña, el RN y el LREM, aparecían el domingo por la noche como los grandes perdedores del escrutinio. En contra de lo que anunciaban los sondeos, el partido de Marine Le Pen, no ha logrado ninguna región. Respecto a la mayoría presidencial, que se veía a sí misma como creadora de reyes, terminó en tercera posición, cuando no en la última, en las regiones donde había logrado mantenerse en la primera vuelta. Por otro lado, LREM y sus aliados han obtenido menos del 10% de los votos. “Estos resultados son decepcionantes”, ha reconocido el delegado general del partido presidencial Stanislas Guerini.

François Bayrou, el presidente del MoDem, por su parte, ha calificado los resultados de la segunda vuelta como un “aviso para la democracia”; pero también “para la mayoría”. El aliado principal de Emmanuel Macron, gran defensor de la proporcionalidad, por otro lado ha recomendado al ejecutivo a no “pasar por alto las elecciones y recomenzar como era antes”. “El aviso lanzado por los franceses se dirige también a quienes tienen responsabilidades, porque los franceses probablemente no se han dado cuenta del rumbo que si habían reconocido en el momento de elegir al presidente de la República”, ha manifestado en LCI.

En el tiempo entre las dos vueltas, varios responsables de la mayoría han reclamado un cambio en las modalidades de voto. Algunos sobre todo han vuelto a poner sobre la mesa las reflexiones sobre el voto por correo y el electrónico, dos elementos  sobre los que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, encargado de la organización de las elecciones, se había opuesto claramente hace algunos meses. Pero desde entonces, Emmanuel Macron ha manifestado que tratará de responder a la “alerta democrática” que implica a sus ojos el récord de abstención registrado en estas elecciones. Las últimas antes de las presidenciales de 2022.

El PS se mantiene, los ecologistas se afianzan lentamente

Pauline Graulle

El PS, Solo o en alianza, conserva cinco regiones- Los ecologistas no ganan ninguna, pero logran más escaños. Las listas de unión de la izquierda no han creado una dinámica suficiente. El Océano Índico. ¿nuevo horizonte para la izquierda francesa? El domingo 27 de junio por la noche, solo La Reunión se ha movido de derecha a izquierda en Francia (aunque esperando los resultados de la Guayana. Donde también la segunda vuelta fue favorable para la izquierda). Aunque los electores de izquierda evitaron las urnas, mucho más que los de derecha, el mapa electoral quedó estrictamente lo mismo que en 2015.

El PS, se beneficia totalmente de la prima a los elegidos, conserva cinco regiones. Los verdes, que esperaban ganar en Pays de la Loire o en Bretaña, no se llevan ninguna, pese a que sus buenos resultados de la primera vuelta permiten afianzarse en los ejecutivos locales.

Por parte del PS, la presidente de Occitanie, Carole Delga, saborea su triunfo que es al mismo tiempo político y personal: después de haber despreciado a los Verdes y La France Insumisa (LFI), gana ampliamente, y en solitario, las elecciones, con cerca del 60% de los votos. Sin cambios tampoco en Nouvelle-Aquitaine, donde Alain Rousset logra un quinto mandato; en Bourgogne-Franche-Comté, Marie-Guite Dufay, con los Verdes y el PCF, en esta ocasión resultó ampliamente ganadora frente a la derecha, el candidato del Rassemblement national incluso se ha visto situado en tercer lugar en este cuadrilátero. Única sombra en el cuadro: alcanzando algo menos del 30% de los votos, el socialista elegido, Loïg Chesnais-Girard, no obtiene la mayoría (fijada en el 34%) en una elección en la que concurrían no menos de cinco listas. Así que tendrá que buscar una mayoría, sea con La République en Marche, con el riesgo de una transgresión política, bien con Europe Écologie-Les Verts, pero las relaciones con estos últimos se han visto ensombrecidas en el interregno de las dos vueltas, para que pueda resultar elegido presidente del consejo regional en “tercera vuelta”.

Los ecologistas que, hace aún algunos meses esperaban vencer en tres o cuatro regiones, fracasan en Pays de la Loire y en Bretaña y Julien Bayou, secretario general de los verdes, no logra derrotar a Valerie Pécresse en Île-de-France. “Tenemos una pequeña frustración por no lograr una región, pero avanzamos y nos consolidamos en los territorios. Estamos siguiendo un camino”, ha declarado Yannick Jadot, el domingo por la noche.

Pese a un resultado decepcionante, es en efecto una evolución de fondo la que se logra, por los ecologistas, con escaso ruido. Por primera vez en una elección regional, todos los candidatos verdes llegaron en cabeza de la izquierda en las regiones donde el PS no lo logró. En la primera vuelta, EELV también es la única fuerza que ha aumentado, e incluso doblado sus resultados nacionales desde 2015.

Así pues los ecologistas se preparan para conseguir representantes en las asambleas regionales y departamentales, e incluso sustituir a los socialistas en ciertos lugares: en Lille, se llevan tres cantones de cada cuatro en vez del PS; lo mismo en Rennes, 5 de los seis cantones de la ciudad.

Jean-Luc Mélenchon por su parte, al tiempo que denunció la inmensa abstención, afirmaba su satisfacción por la llegada de algunos insumisos a los hemiciclos locales, como en Pays de la Loire, en Île-de-France o en los Hauts-de-France, tres regiones en donde los Insumisos, se fusionaron con listas unitarias.

La unión de izquierdas no ha creado dinámica

En cambio, a un año de las presidenciales, el escrutinio regional, visto como un “asalto” de entrenamiento para 2022, no deja claro el liderazgo de la izquierda. El domingo, Olivier Faure, primer secretario del PS, aseguró que “esta tarde, es evidente que hay una fuerza motriz de izquierdas y que ésta es socialista”. Si bien el PS en apariencia es hegemónico en sus bastiones, el cuadro global es más sombrío; el partido de la rosa cayó 7 puntos en la primera vuelta respecto a la primera vuelta de las nacionales en 2015.

Por su parte, Yannick Jadot también juzgó “evidente” que la alianza para 2022 ha de hacerse en torno a la ideología: en Île-de-France, en  Pays de la Loire e incluso en Hauts-de-France en la primera vuelta, de esta forma tanto los candidatos ecologistas como los hermanos enemigos del PS y de La France insumisa, han aceptado hacer causa común.

¿Cuál ha sido la dinámica de esas uniones de izquierda? “Hay una dinámica de primar al elegido, sobre todo entre las dos vueltas,   lo máximo que puede alcanzarse de una unión de izquierdas en las regiones presididas por la derecha, es sumar los resultados y eso es lo que ha ocurrido”, estima el politólogo Simon Persico.

En Île-de-France, la alianza en la segunda vuelta entre Verdes, el PS y LFI, ha significado (aguardando las cifras definitivas) un resultado grosso modo igual a la suma de las tres listas presentadas por separado en la primera vuelta. La lista encabezada por Julien Bayou se estimaba en torno al 34% en la segunda vuelta, contra el 46% de Valerie Pécresse.

La semana escasa de campaña unitaria en el interregno de las dos vueltas sin duda ha sido demasiado corta para movilizar a los abstencionistas de Île-de-France, y la vehemencia de la derecha llamando a un frente republicano anti “izquierda radical”, ha dejado huellas. Por otro lado, sobre el terreno, puede decirse que el PS no se ha comprometido plenamente en la campaña, reticente a la presencia de LFI en la alianza. Al salir de la segunda vuelta, los electos socialistas por su parte comenzaron a explicar la derrota por la ausencia de un cabeza de lista...socialista.

En Hauts-de-France, la ecologista Karima Delli había reunido tras de sí una lista rojo-rosa-verde, cuya dinámica ya había conseguido el 18% en la primera vuelta. Sólo ha ganado tres escasos puntos en una semana, para alcanzar el 21,4% de votos este domingo. Magro consuelo, la izquierda volverá al consejo regional después de seis años de ausencia. Por contra, desaparece por seis años extra (o sea doce años en total) de la región Paca, al retirarse para frenar al Rassemblement national.

Periodista, corresponsal en Asia Central y Ucrania, actualmente es redactora política en Mediapart.
Redactora política de Mediapart.
Periodista, es corresponsal política de Mediapart.
Fuente:
Mediapart
Traducción:
Ramón Sánchez Tabarés

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