Sotsialnyi Rukh
27/10/2024Como sucede en todas las guerras hay que prestar atención a las líneas del frente y a la guerra de propaganda y/o de intoxicación. De esto último hay mucho en la invasión de Ucrania, tanto del lado ruso como de la OTAN, y se tiende a estar con unos o con otros sin prestar atención a la opinión de la izquierda ucraniana que intenta expresar las necesidades de las clases trabajadoras del país, tanto frente a la invasión rusa como respecto al gobierno y la marcha de la guerra. Una de ellas es la que representa el Movimiento Social (Sotsialnyi Rukh) que en una conferencia reunida en Kiev los días 5 y 6 de octubre acordó esta resolución que ayuda a conocer las ideas de la izquierda ucraniana.
1. Una respuesta honesta a los desafíos de la guerra, no una política hipócrita
Las inciertas perspectivas de victoria de Ucrania se derivan del hecho de que la única estrategia fiable para oponerse al agresor -movilizar todos los recursos económicos disponibles para apoyar la línea del frente y las infraestructuras críticas- contradice los intereses de la oligarquía. Debido al libre mercado, Ucrania tiene una caricatura de economía de guerra, y la concentración de lujo en medio de la pobreza se vuelve peligrosamente explosiva. La falta de voluntad para nacionalizar las capacidades de producción, gravar con impuestos a las grandes empresas y orientar el presupuesto hacia el rearme permite prolongar la guerra a costa de importantes pérdidas humanas y de una movilización constante.
Creemos que el gobierno debe iniciar un diálogo con el pueblo sobre los objetivos alcanzables de la guerra y, lo que es más importante, introducir una economía defensiva o reconocer la falta de preparación para luchar por la victoria. Abogamos por acabar con la incertidumbre sobre la duración del servicio militar, ya que es una cuestión de justicia elemental. Ganar superioridad tecnológica combinada con un enfoque cuidadoso de las personas es el camino hacia la victoria.
El Movimiento Social aboga por el desarrollo del sector estatal de la economía, subordinado a las prioridades de defensa y pleno empleo, y defiende los derechos de los reclutas y militares a un trato digno, a la desmovilización tras un periodo de servicio definido y a la rehabilitación.
2. La solidaridad internacional como vía para superar la crisis del orden mundial
La guerra en curso en Ucrania es uno de los signos de la crisis del orden mundial basado en el modelo neoliberal. Éste se caracteriza por la explotación de los países pobres por los ricos, la desigualdad en el acceso a los bienes fundamentales y la prosperidad de las élites financieras a costa de la servidumbre por la deuda de naciones enteras. Todas estas características del sistema neoliberal han socavado la confianza en el derecho internacional y han hecho inevitable la polarización mundial.
Para luchar contra la agresión rusa y por una vía de reconstrucción posbélica que beneficie a los trabajadores, necesitamos el apoyo de la comunidad mundial, incluida la ayuda humanitaria y militar. La integración europea no debe servir de justificación para reformas antisociales, sino que debe producirse sobre bases justas, acompañada de la mejora del bienestar del pueblo ucraniano y el fortalecimiento de la democracia. Confiamos en que nuestros lazos con los movimientos de izquierda de toda Europa ayuden a Ucrania a defenderse mejor. Al mismo tiempo, nos solidarizamos con los movimientos progresistas de Asia, África y América Latina en su lucha contra el imperialismo. Condenamos las políticas agresivas y de ocupación de otros Estados, ya sea la opresión de los palestinos por Israel, de los kurdos por Turquía o de los yemeníes por Arabia Saudí. Es necesaria una nueva arquitectura de las relaciones internacionales, en la que no haya privilegios para las grandes potencias, el G7 o los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y se escuchen las voces de los pueblos periféricos.
El Movimiento Social aboga por el desarme nuclear, la interacción con las fuerzas de izquierda que reconocen el derecho de Ucrania a la autodefensa, y apoya la lucha de otras naciones por su liberación.
3. Construir una “Ucrania para todos” como espacio de solidaridad y seguridad
Aunque se suponía que la guerra contra un enemigo exterior debía unir al pueblo de Ucrania, en realidad se están haciendo vergonzosos intentos de dividir a los ucranianos en “buenos” o malos”. En lugar de unir al mayor número posible de personas en torno a ideas de justicia, libertad y solidaridad, se están provocando conflictos dentro de la sociedad. Hay manifestaciones de chovinismo lingüístico, justificación de la hostilidad hacia las minorías nacionales, la comunidad queer, y fomento de la uniformidad ideológica. Esto no permitirá que la lucha global contra el imperialismo ruso cobre fuerza y complicará la reintegración de los territorios ocupados.
Establecer la igualdad es imposible sin superar la vulnerabilidad social. Al contrario, la reducción del gasto social por parte del Estado y la desregulación irresponsable ya están afectando a la capacidad de recuperación de la sociedad. Es hora de poner fin a la promoción de políticas que exacerban la desigualdad. La reivindicación de la emancipación de la mujer, de espacios inclusivos para las personas con discapacidad y el apoyo a las víctimas de la violencia de extrema derecha pueden reforzar la capacidad de Ucrania para resistir a la tiranía tanto en el exterior como en el interior. Demostrar nuestra humanidad = ganar ventaja sobre el agresor.
El Movimiento Social se opondrá a las políticas que dividen a la sociedad y protegerá los derechos sociales como requisito previo para afirmar la dignidad humana. Exigiremos el pleno control del Estado sobre la protección de las vidas y el bienestar de los trabajadores, que corren más riesgos que nunca.
4. Transformación ecosocialista: la clave de la supervivencia
El ecoterrorismo de Rusia, combinado con años de explotación depredadora a gran escala de los recursos naturales por parte de los oligarcas nacionales y la negligencia de las autoridades en la protección del medio ambiente, supone una amenaza para los ecosistemas de Ucrania, incluida su biodiversidad, los recursos de agua limpia, la fertilidad del suelo y la salud y la vida de la población. La guerra y la política antiecológica del capital afectan negativamente a los grupos pobres y discriminados, aumentando su vulnerabilidad.
Insistimos en la necesidad de armonizar la producción social y la reproducción ecológica sobre la base de los principios del ecosocialismo. La transición ecológica, ante todo, debe ser justa, teniendo en cuenta los intereses de las clases trabajadoras mediante la creación de nuevos puestos de trabajo, la reconversión de los trabajadores, y asegurando garantías sociales e indemnizaciones a quienes puedan perder su empleo debido al cierre de empresas. El uso eficiente de los recursos energéticos requiere una reducción de las horas de trabajo y la nacionalización de las empresas energéticas que permitirá una gestión racional de las capacidades sin la influencia de intereses comerciales. Apoyamos a los pequeños agricultores familiares para la seguridad alimentaria y la ecologización de la agricultura. Rechazamos la idea de desprivatizar los recursos comunes y nos oponemos firmemente a las explotaciones agrícolas monopolísticas que destruyen el ecosistema.
El Movimiento Social trabajará junto con los sindicatos y otras organizaciones progresistas para desarrollar un programa de transformaciones que satisfagan los intereses a largo plazo de los trabajadores, agricultores y otros segmentos vulnerables de la población ucraniana en el ámbito de la producción, la ecología y la energía.
5. Los trabajadores soportan la carga de la guerra, por lo que merecen ser oídos
Desde el comienzo de la invasión a gran escala, el núcleo de la resistencia a la agresión -tanto en el frente como en la retaguardia- ha sido la clase obrera. Por desgracia, en unas condiciones en las que la carga principal de la guerra se ha trasladado a la clase obrera, no existe en Ucrania ninguna fuerza política de izquierdas que dé voz a las cuestiones que atañen a los trabajadores y actúe según los principios de la democracia inclusiva. Bajo las realidades del capitalismo oligárquico, las restricciones a las libertades sirven a menudo a los intereses de las élites.
Para construir una Ucrania ecosocial e independiente, con igualdad de derechos y oportunidades, es necesaria una plataforma política democrática que una a los trabajadores y a otros grupos oprimidos, representando sus intereses en la política, incluida la participación en las elecciones. Estamos abiertos a la interacción con partidos políticos que compartan nuestra visión. Cuanto antes se restablezca un proceso político democrático y electivo, antes se recuperará la confianza en el Estado. La corrupción, la censura y otros abusos de los funcionarios perjudican los esfuerzos de defensa. El mejor remedio contra esto es la renovación democrática del poder. La libertad es la base de la seguridad de todos los ciudadanos.
El Movimiento Social aboga por la restauración de los derechos electorales, el derecho de reunión pacífica y de huelga de los trabajadores y la abolición de todas las restricciones a los derechos laborales y sociales.