Montserrat Cervera i Rodon
28/09/2008Desde el final de la dictadura franquista el movimiento feminista ha reclamado la libertad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo y su maternidad. El tema del aborto formaba parte imprescindible de esta reclamación pues en él está implicada la dignidad y la salud de las mujeres. Y teníamos en nuestra memoria histórica un precedente de lujo: la Ley Eugenésica de la República española, la ley más avanzada en su tiempo que no tuvo casi tiempo de aplicarse.
Después de veinte años de despenalización parcial del aborto el tema vuelve por fin a la agenda política. Y precisamente vuelve no porque tenga veinte años sino porque nació ya con muchos problemas sin resolver, como se ha constatado en estos años y especialmente en este último, cuando de nuevo más mujeres y profesionales de la salud han visto expuesta su intimidad y su seguridad de manera espectacularmente desproporcionadas en cualquier democracia.
Es hora de reclamar valentía a todos los sectores implicados: gobierno, sanidad, justicia, como se hizo en la República, y apostar por la libertad de las mujeres también en el terreno de la salud sexual y reproductiva. Es decir, es tiempo de elaborar una nueva propuesta y no un nuevo maquillaje. Se trata de abordar los temas de fondo que todos conocemos.
Los comités de expertos y expertas están elaborando sus propuestas. En Catalunya ya se han pronunciado en un sentido que supondría un cambio en profundidad y que compartimos en muchos aspectos. A estas propuestas hay que añadir las voces del movimiento feminista que la Ministra de Igualdad dijo que escucharía.
Para nosotras los temas centrales son los siguientes:
El derecho de las mujeres a decidir, el respeto a su autonomía y al ejercicio de su libertad en todo el proceso, como eje fundamental de cualquier normativa. Las personas expertas en sanidad están proponiendo, muy acertadamente, desde la ética y la realidad, un plazo máximo para la interrupción de hasta 24 semanas, a decisión de la mujer, y después indicaciones como las actuales que permitan dar una cobertura completa y con garantías para todos los casos, como fórmula sanitaria más adecuada
Una despenalización total que no identifique el derecho al aborto con la delincuencia en ningún caso excepto cuando éste se realice en contra de la voluntad de la mujer. Esto garantizaría la seguridad de las mujeres y de los profesionales. Es decir, fuera el aborto del Código Penal.
Su realización en la red sanitaria pública como garantía de acceso a todas las mujeres que lo demanden. Esto requiere cambios en profundidad parar preparar la red pública en todo el territorio: con formación para profesionales para dicho ejercicio, cosa que ahora no existe, y protocolos para atención primaria en el mismo sentido, para salir de este vergonzoso 3% actual que cubre la sanidad pública hasta abarcar toda la demanda.
Y, por supuesto, apoyamos todos los pasos para avanzar y profundizar en la educación sexual-afectiva en cualquier ámbito de la sociedad para promover la prevención de embarazos no deseados, a dar poder de decisión a las mujeres, especialmente jóvenes, y la responsabilidad en los hombres sobre el tema de la anticoncepción.
Otra de las reivindicaciones históricas, que sí conseguimos y que habría que revitalizar en muchas comunidades autónomas, es la de los centros de planificación familiar que funcionaron en los 80 como centros de formación e información para todas las mujeres, porque es otro de los aspectos en que hemos retrocedido.
Para todo ello hay que implicar y dedicar recursos en muchos sectores sociales: sanidad, enseñanza, sector jurídico, medios de comunicación y organizaciones sociales que den apoyo al derecho de las mujeres a decidir sobre su vida, su sexualidad y su maternidad.
Seguiremos movilizadas para que este cambio sea posible ahora y podamos decir como en la República que la nuestra es la Ley que ofrece más libertad y garantías a las mujeres y a los profesionales de la salud que la ejercen, para que otros gobiernos y países puedan tenerla en cuenta y este derecho esté garantizado en todo el mundo.
Montserrat Cervera i Rodon es una veterana feminista y activista en el movimiento anti-guerra.
Actualmente es una de las portavoces de la campaña por el derecho al aborto en Cataluña