El 2021, ¿Renta básica a la americana?

Lluís Torrens

09/04/2021

Debemos demostrar al pueblo que su gobierno puede cumplir con sus obligaciones, y hacerlo sin desperdicio ni fraudes; que podemos vacunar a la nación; que podemos hacer que nuestros hijos vuelvan a la escuela con seguridad; que podemos volver a poner en marcha nuestra economía ayudando a cientos de miles de pequeñas empresas a abrirse y mantenerse abiertas; y que podemos dar a la gente de esta nación la oportunidad de luchar de nuevo con cheques de ayuda, menores costes de atención a la infancia, menores costes sanitarios y mucho más.

Y necesitamos leyes que cambien el paradigma. Hay que situar los trabajadores de esta nación en primer lugar. Durante demasiado tiempo, las cosas se han hecho para la gente de arriba. No son malas personas. Un número significativo de ellos sabe que no deberían estar recibiendo las rebajas fiscales que tienen. Pero se puso en primer lugar a los más ricos, que fueron los más beneficiados. Y la teoría era recortemos los impuestos, y los que están en la cima y los beneficios que obtienen se filtrarán a todos. Bueno, ya hemos visto lo que hace el goteo. Lo sabemos desde hace mucho tiempo. Pero esta es la primera vez que podemos, desde hace décadas, comenzar a cambiar el paradigma.

Hemos visto una y otra vez que el goteo no funciona. Y, por cierto, no tenemos nada en contra de los ricos. Si tienes una gran idea, saldrás a ganar millones, está bien. Pero tienes que pagar tu parte justa. Tienes que pagar algo. Porque la gente que está trabajando… Y viviendo al límite, está pagando. Y así, de nuevo, todo lo que ha hecho es hacer que los de arriba se hayan hecho más ricos hasta ahora, y que todos los demás se queden atrás.

Es hora que construyamos una economía que crezca de abajo hacia arriba y desde el medio hacia fuera – Y leyes que demuestren que cuando se hace esto, a todos les va mejor. A los ricos les va mejor. A todo el mundo le va mejor en general.

Las palabras anteriores provienen de Joe Biden explicando su plan de recuperación de 1,9 billones de dólares (más del doble que el plan de la UE), que implementará un principio de renta básica e incondicional (o algo que se le parece mucho) a más del 90% de los hogares estadounidenses.i

¿Cómo lo piensa hacer?

En primer lugar pagará 1.400 dólares a las personas solas o casadas con declaración de IRPF separada por debajo de 75.000 dólares de ingresos brutos, 2.800 dólares para cabezas de familia con ingresos inferiores a 112.500 dólares o 150.000 dólares si son parejas con declaración conjunta, más 1.400 dólares adicionales por cada menor de 18 años o dependiente. A partir de estas cantidades se reducen las aportaciones y se eliminan cuando superan los 80.000, 120.000 y 160.000 dólares respectivamente. Se utilizará la información de la declaración de renta de 2020 o, si aún no se ha presentado, la del 2019.

Para las personas que en el año 2019 no presentaron declaración de renta se les pide que presenten la de 2020 y con ello podrán acceder a estas ayudas y las dos anteriores que hicieron la administración Trump durante el 2020 y principios del 2021: la primera se acordó en marzo de 2020, por importe de 1.200 dólares por adulto y 500 por menor hasta 17 años y la segunda aprobada a finales de año eran 600 dólares por individuo, 1.200 por pareja y 600 por hijo hasta a 17 años, y siendo los límites para no cobrar más altos en el caso del primer pago.

El pago se recibirá mediante abono en cuenta, cheque o tarjeta de débito. En los anteriores pagos se estimaba que 145 millones de hogares lo recibiesen mediante transferencias en cuenta, 26 millones mediante pagos en cheque y 8 millones mediante tarjetas de débito. En total 179 millones de pagos (como dato comparativo votaron 158 millones de estadounidenses en las elecciones presidenciales). El pago lo hará el IRS (Internal Revenue Service), el equivalente federal estadounidense a la AEAT del Reino de España.

En segundo lugar se incrementa el crédito fiscal infantil (CTC) incluido en la declaración de renta, 3.000 dólares en 2021 para menores de 6 a 17 años incluidos y 3.600 dólares para menores de 6 años. Es un crédito completamente reembolsable: quiere decir que si sale a pagar cero en la declaración de renta la familia puede pedir que le den toda la cantidad devengada por esta ayuda. Además, se puede pedir al IRS que anticipen hasta la mitad de la ayuda y la otra mitad se reciba al hacer la declaración de renta del 2021. Esta prestación la recibirán hogares con 66 de los 73 millones de menores de 18 años residentes en EEUU.

Hay que decir que antes de esta reforma el crédito fiscal infantil era progresivo en función de los ingresos, y que por tanto los niños de familias más pobres no lo cobraban. No obstante se mantienen otros créditos fiscales a los ingresos ganados (EITC) que son crecientes y que por tanto excluyen o son menores para las familias más pobres (modelo clásico de EITC que presentó Ciudadanos en sus programas electorales de 2015 y que presupone que los más pobres son unos perezosos). Esto aún genera graves iniquidades y trampas de la pobreza como se muestra en el gráfico (hay familias, que sumando otras ayudas, les puede salir a cuenta no moverse de la franja de 20.000 $ de ingresos). 

 

La otra crítica es que el IRS no está habituado a hacer pagos mensuales y que puede colapsar los pagos. Está claro que con la experiencia que llevamos del IMV y de los ERTE en el Reino, recomendar que lo haga la Seguridad Social parece también muy arriesgado.

Los tres pagos implican que, por ejemplo, en un año y de manera casi universal (un 93% de la población residente en Estados Unidos) una familia de una pareja con un menor de 6 años y uno entre 6 y 17 años recibirán por transferencia, cheque o tarjeta de crédito, 14.600 dólares (12.400 euros al cambio actual), de los que 11.300 durante este año y 3.300 en la declaración de renta del 2021. Y sin ninguna condicionalidad adicional, más allá de tener papeles y hacer la declaración de renta de 2020.

Hay que ver cuáles de estas medidas permanecerán en el futuro (lo más probable es que el crédito infantil sí se mantenga), pero en todo caso el cambio de tendencia hacia la universalización, la incondicionalidad y la no penalización de los más vulnerables (a falta de resolver los sin papeles) parece una tendencia imparable, donde Joe Biden está siguiendo las ideas más progresistas de su partido y que curiosamente no parece que hayan tenido una gran oposición de los republicanos (de hecho quien comenzó a hacer pagos incondicionales ya fue Trump).

Al contrario de lo que ha pasado aquí, donde apenas hace dos semanas el ministro Escrivá presumía en el Parlamento español que habían conseguido llegar a 210.000 hogares con el IMV, la cuarta parte de las 850.000 prometidas -que ya eran la cuarta parte de los hogares en situación de pobreza en el Reino (y la mitad de las que estaban en situación de pobreza severa). Eso sí, el ministro estaba satisfecho porque había igualado en 8 meses el número de rentas mínimas autonómicas concedidas en 30 años (las que sólo llegaban al 7,6% de la población pobre). Tampoco contaba que algunas autonomías como la de Madrid habían transferido al menos un 40% de los beneficiarios de su renta autonómica al IMV.

Por último, no habría sido tan difícil copiarnos de los americanos e implementar una renta básica de pandemia similar en nuestro país, basada en estos cuatro conceptos:

  1. La gestión pasa del INSS en la AEAT

  2. Transferencia incondicional a quien la pida, sin más datos que una declaración responsable de los hijos dependientes

  3. Liquidación en el IRPF del año siguiente (que todo el mundo que cobre la Renta Básica deberá hacer).

  4. Son imponibles en el IRPF los ingresos por encima de la Renta Básica.

No es tan difícil: en el mismo tiempo los americanos habrán llegado a 850 veces más hogares que las autoridades españolas (la relación población EEUU vs Reino de España es 7 a 1). Desgraciadamente aquí seguimos pensando que no es deseable llegar a todo el mundo y que es mejor generar millones de falsos negativos que algunos positivos, y que tenemos que seguir expoliando el planeta para que el goteo de los ricos hacia los pobres funcione. Biden ya no lo cree, y el acuerdo ERC-CUP ( «la renta básica no se toca») tampoco. Las cosas se mueven.


Nota:
 

i La declaración completa se encuentra aquí https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2021/03/12/rem...

 

(Una versión anterior y más reducida de este artículo fue publicada en https://catalunyaplural.cat/es/el-2021-renta-basica-a-la-americana/).

 
Economista, miembro de la Red Renta Básica y de la Asociación Revo Prosperidad Sostenible. Es coautor con Jordi Arcarons y Daniel Raventós de "Renta Básica Incondicional. Una propuesta de financiación racional y justa" (Serbal, 2017).
Fuente:
www.sinpermiso.info, 11-4-2021
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