Wiebke Judith
19/09/2024
Los rechazos de refugiados son ilegales. Una entrevista con Wiebke Judith, activista de la ONG alemana Pro Asyl.
En el actual debate sobre los controles fronterizos se da la impresión errónea de que los solicitantes de asilo podían circular libremente por la UE hasta ahora. Sin embargo, ya se están produciendo rechazos a gran escala. Una reciente investigación parlamentaria reveló que el número de estos casos casi se duplicó en el primer semestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. ¿Cómo califica esta situación?
Es bastante chocante que tengamos este número creciente de rechazos, pero todavía sabemos muy poco sobre lo que ocurre exactamente en las fronteras interiores. Es difícil encontrar a los afectados por los rechazos y aclarar las cosas con ellos: ¿Realmente no solicitaron asilo o la policía federal ignoró su solicitud de asilo? Lo cierto es que se rechaza a muchas personas que proceden de países de asilo, como Siria y Afganistán. Sospechamos que la policía federal «ignora» sistemáticamente las solicitudes de asilo o, al menos, no informa adecuadamente a las personas sobre la posibilidad de solicitar asilo. Sólo eso ya es un escándalo. Habría que poner fin a esta práctica en lugar de seguir extendiéndola.
Usted lo ha mencionado: Hay muchos indicios de que la policía federal también está rechazando a los solicitantes de asilo, a pesar de que esto no está legalmente permitido.
La razón está en el llamado Procedimiento de Dublín, que nosotros, como Pro Asyl, hemos criticado mucho. Y es que se trata de un mecanismo coercitivo que dicta a los refugiados en qué país de la UE deben realizar su procedimiento de asilo, sin tener en consideración los lazos sociales ni los conocimientos lingüísticos de los afectados. Pero «Dublín» tiene una cosa buena: garantiza que al final un estado sea realmente responsable de cada refugiado, y que ese estado se determine mediante un procedimiento jurídicamente seguro. Esto significa que los solicitantes de asilo tienen la oportunidad de señalarlo si, por ejemplo, tuvieron que vivir en la calle en el estado de primera entrada o si sufrieron allí graves violaciones de los derechos humanos, como brutales expulsiones (Pushbacks). También pueden recurrir la decisión de responsabilidad ante un tribunal. Todo esto se elude en el caso de los rechazos directos en la frontera. Por tanto, son claramente ilegales.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, ha ordenado ahora controles fijos en todas las fronteras terrestres alemanas y quiere «ampliar masivamente» los rechazos. ¿Qué cambiará esto?
Es alarmante que esta manera de proceder potencialmente ilegal en las fronteras con Austria, la República Checa o Polonia se extienda ahora a todas las fronteras terrestres. Tememos que en el futuro la policía federal detenga cada vez más los llamados "casos Dublín", es decir, refugiados que ya están registrados en otro país de la UE, para trasladarlos posteriormente en un procedimiento acelerado. Esto ya está ocurriendo en Baviera. Detener a personas por esa razón, porque buscan asilo en Alemania, es ilegal. Seguiremos de cerca la evolución de la situación en las fronteras en un futuro próximo. También estudiaremos si podemos emprender acciones legales contra esto junto con los afectados.
La semana pasada, el jefe del gobierno húngaro, Viktor Orbán, dio la bienvenida al canciller federal, Olaf Scholz, al «club de los aislados» en la red social X. ¿Qué dice esto sobre la política de asilo del gobierno del semáforo alemán?
Cada vez hay más gobiernos en la UE que utilizan deliberadamente la cuestión del asilo para dividir a la población, para incitar al odio y también para disparar contra los derechos humanos y el Estado de derecho. Empieza con la cuestión del asilo, pero no acaba ahí. La siguiente cuestión serán los derechos LGBTIQ, después los derechos de las mujeres y el derecho al aborto. Orbán defiende todo esto. Que le diera la bienvenida debería ser una bofetada en la cara para un canciller socialdemócrata.