Cristiano Tinazzi
21/08/2021Los talibanes han tomado el poder en Afganistán tras la retirada de las fuerzas de ocupación estadounidenses. Si bien la situación de las mujeres afganas a menudo ha sido instrumentalizada por los principales medios de comunicación y los intelectuales filo-imperialistas para legitimar las intervenciones occidentales, queríamos traducir esta entrevista con una de las portavoces de la Asociación de Mujeres Revolucionarias de Afganistán (RAWA), llevada a cabo hace unas semanas cuando los talibanes comenzaron su reconquista militar.
RAWA es una organización política feminista con sede en Quetta, Pakistán, y fundada en 1977 por Meena Keshwar Kamal con el objetivo de ayudar a las mujeres en su lucha por la emancipación y los derechos civiles. Desde la década de 1990, durante el primer régimen talibán, llevó a cabo actividades clandestinas en Afganistan en apoyo a la emancipación de la mujer. A través de esta entrevista realizada por el Osservatorio Afganistán, Maryam hace un balance de 20 años de ocupación occidental y formula perspectivas sobre la continuación de la lucha en la nueva secuencia que se abre.
Cristiano Tinazzi: Desde la caída de los talibanes en 2001, ¿qué avances se han logrado con respecto a la situación de la mujer en el país?
Maryam: Ha habido muy poco progreso y podemos decir que ninguno de estos cambios ha arraigado profundamente en la sociedad. Han sido frágiles y, a algunos niveles, ilusorios.
Los últimos 20 años han traído más decepciones y más lágrimas. La inseguridad, la guerra generalizada y la incertidumbre sobre el futuro, los atentados suicidas con bombas, los asesinatos selectivos, la corrupción desenfrenada, las drogas y la adicción a las drogas, la pobreza, el desplazamiento de la población y mucho más, son las preocupaciones diarias de nuestro pueblo, especialmente de las mujeres. Afganistán todavía se describe como "el peor lugar para nacer como mujer". Uno de nuestras militantes dijo proféticamente en una entrevista del 13 de marzo de 2002: “Sabemos que es difícil no querer reaccionar cuando ocurre un evento como el del 11 de septiembre de 2001, pero el bombardeo de Afganistán no librará al mundo del terrorismo. Terroristas y fundamentalistas viven en todo el mundo, y bombardear un país, no acabará con su red”. Hoy vemos el resultado: los talibanes, son más poderosos que antes, gobiernan el país.
¿Cuáles han sido los mayores éxitos y los mayores fracasos de estos veinte largos años de ocupación militar?
Ha habido algunos éxitos, como el hecho de que ya no se prohíba a las niñas asistir a la escuela y que las mujeres puedan realizar determinados trabajos. Los medios lograron llegar incluso a las aldeas más remotas y la gente tuvo acceso a transmisiones de radio y televisión. Se han introducido sistemas de comunicación como los teléfonos móviles y el Internet. Estas cosas pueden parecer obvias, pero para un país muy pobre y atrasado, son verdaderas conquistas. Pero al mismo tiempo, la corrupción se ha generalizado y la brecha entre ricos y pobres se ha ensanchado. Bajo los talibanes, se prohibió el cultivo de opio, pero hoy Afganistán es la mayor base de contrabando de drogas, mientras que las divisiones étnicas y los enfrentamientos armados están en su punto más alto.
También nos gustaría recordarles que si Afganistán ha sido bombardeado por Estados Unidos y la OTAN, es por los talibanes y Al Qaeda. Hoy, los talibanes están de vuelta en el poder y Daesh está presente en todo el país ... Incluso si los talibanes gobiernan Afganistán, el terrorismo, la destrucción y los combates no cesarán.
Mientras Estados Unidos y muchos otros estados cortesanos involucrados como Pakistán, o Irán, Turquía e incluso Rusia, China e India consideran que su interés es apoyar a fundamentalistas religiosos y criminales conocidos, será difícil encontrar una solución.
Según Human Rights Watch, alrededor del 87% de las niñas y mujeres afganas sufren agresiones a lo largo de su vida. Estos números son aterradores ...
Afganistán siempre ha sido un lugar miserable para sus mujeres debido a la fuerte mentalidad patriarcal, el sistema feudal, la falta de educación, cultura y tradiciones, creencias religiosas, etc. Pero los 40 largos años de guerra y especialmente el fortalecimiento del fundamentalismo empeoraron la situación.
Las mujeres afganas son las más afectadas por la guerra y la violencia persistente. Diariamente se denuncian casos de violación, secuestro, matrimonios forzados, matrimonios de menores y violencia doméstica. Hay varias razones por las que estas cifras no están bajando, pero la principal es el fuerte control de estos fundamentalistas que han sido respaldados por Estados Unidos y que son los mismos misóginos que se sientan en el parlamento, que hacen las leyes, que controlan el gobierno, la policía, el poder judicial y todos los órganos gubernamentales.
¿Ha sido positivo o negativo el papel de las ONG occidentales en el país?
Las ONG de nuestro país fueron parte de la ocupación militar occidental. Crecieron como hongos después del 11 de septiembre. Con la excepción de algunos pequeños proyectos exitosos, en su mayoría desempeñaron un papel negativo. USAID (la agencia del gobierno de los Estados Unidos), ha implementado principalmente las políticas estadounidenses, al igual que muchas otras ONG internacionales.
Estas ONG también fueron el principal motivo de la corrupción y los sobornos. Llevaron a cabo proyectos que solo eran buenos en el papel, bajo la supervisión de extraños, y no hicieron ningún cambio real en la vida de nuestra gente.
Los países occidentales han abandonado Afganistán uno tras otro. ¿Fue un error la retirada de Estados Unidos? Y si no, ¿por qué?
Sí, casi todos los países se han ido. Esto no es en absoluto un error para nosotros, es algo positivo. Estábamos totalmente en contra de esta ocupación y la presencia de estas tropas. Pero, lamentablemente, esta retirada es el resultado de un acuerdo diplomático entre Estados Unidos y los talibanes. Una vez más, como en ocasiones previas, son los civiles afganos los que están pagando el precio. Los combates en curso están matando a civiles, quemando sus casas y granjas y obligándolos a abandonar sus aldeas.
Rawa cree firmemente que ninguna nación puede recibir la paz y el progreso como si fuera un regalo. Las naciones deben luchar, construir la paz con sus propias manos, para tener un vínculo sólido con ella.
¿Qué pasará si los talibanes toman el poder?
Ya están en el poder en las principales regiones del país, pero todo sucedió de repente. La gente todavía está en estado de shock. Hasta ahora han actuado de forma diferente según la zona: algunas zonas aún están en disputa, bajo el fuego de los combates, pero otras ciudades y fronteras les han sido entregadas sin resistencia. Tarde o temprano llegarán a Kabul y será difícil predecir lo que sucederá. Los talibanes harán todo lo posible para mantener una imagen positiva y diferente esta vez.
También intentarán ganar apoyo internacional. Pueden organizar "elecciones", pero es imposible ocultar su carácter misógino, criminal y ambiguo. En los últimos días, la gente se ha sentido asustada por sus actos delictivos y ningún afgano puede olvidar los horribles ataques perpetrados en los últimos años, como los atentados contra escuelas y hospitales, asesinatos de periodistas, vacunadores, jueces, policías, médicos, atentados suicidas ...
Incluso las mujeres miembros de la denominada delegación para las conversaciones de paz, como Fouzia Kofi, han afirmado que los talibanes habían cambiando, pero los últimos días han demostrado lo contrario. Los talibanes están esperando el momento adecuado para llegar a Kabul y crear su emirato islámico, que aplicará la Sharia, la ley islámica, e interferirá en todos los aspectos de nuestras vidas.
¿Es la alternativa huir?
No, para nada. Encontraremos la manera de continuar nuestra lucha dependiendo de la situación. Es difícil decir cómo, pero ciertamente continuaremos nuestras actividades clandestinas como lo hicimos en la década de 1990 bajo los talibanes. Por supuesto, esto no estará exento de riesgos y peligros, pero cualquier forma de resistencia requiere sacrificios.