El peligro fundamentalista

Fausto Bertinotti

17/02/2008

Respuesta de Fausto Bertinotti a Simona Argentieri y a las demás firmantes del llamamiento «Querido Walter [Veltroni], Querido [Fausto] Bertinotti, ¡ya basta!»

Queridas amigas, vuestra carta ha venido a acompañar, de hecho, a una movilización de mujeres ayer, suscitada por profundo deseo de participación en la denuncia de una violencia perpetrada en daño de una persona. A través de ella, en Nápoles, se ha golpeado a la libertad de la mujer, a su responsabilidad como madre, se ha violado el respeto al sufrimiento de una mujer empeñada en una opción difícil y legítima.

Pero lo que preocupa de fondo es un clima cultural; la alimentación de un fundamentalismo que, en nombre de una abstracta concepción de la vida, termina por ignorar, y finalmente, por justificar formas de violencia sobre la vida real, sobre la humanidad de las mujeres.

Yo creo que hay que contribuir a poner en discusión, a replicar y a refutar la reviviscencia de todo fundamentalismo, para hacer prevalecer la cultura del diálogo, también sobre los asuntos de la existencia y del sentido de la misma, sobre los grandes interrogantes que gravitan sobre el ser humano y su destino en el mundo contemporáneo, y frente a los procesos de mercantilización y de alienación generados y reproducidos por la actual globalización de la economía capitalista y que las culturas patriarcales estratifican.

Mas es obligación propia de la política, y de alto nivel, por razón precisamente de su basamento autónomo y laico, tomar partido en las cuestiones que afectan al cuerpo y a la vida misma, a fin de defenderlos y valorizarlos; es su obligación organizar la sociedad para defender los derechos de las personas, según reza la Constitución republicana en uno de sus artículos más cargados de futuro, el artículo 3:

«(...) Es tarea de la República remover los obstáculos de orden económico y social que, limitando de hecho la libertad y la igualdad de los ciudadanos, impiden el pleno desarrollo de la persona humana (...)»

No me permitiré aquí anticipar el Programa de la Izquierda Arcoiris, que será presentado en unos días.

Toda nuestra historia reciente no deja la menor dudad al respecto. La participación en todas las manifestaciones a favor de los derechos civiles, las propuestas elaboradas sobre estos temas, la contribución a la definición del programa de gobierno Prodi y la acción, no siempre afortunada, desgraciadamente, a favor de su aplicación, todas las tomas, recientes y menos recientes, de posición creo yo que nos autorizan a decir que el Programa de la Izquierda Arcoiris estará en suficiente sintonía con las exigencias procedentes de las organizaciones de mujeres y feministas, según ellas mismas las han ido articulando y manifestando.

La Ley 194 ha sido una conquista ciudadana de la época en que Italia se quería un país mejor. Nuestro deber es defenderla, y con ella, la cultura que la originó. Su balance es harto positivo. ¡Se ha conseguido arrancar a tantas mujeres del aborto clandestino, a su violencia! El número de abortos se ha reducido sensiblemente. La experiencia holandesa, que tiene el menor número de abortos del mundo (ocho sobre mil), dice que puede hacerse con la educación en la escuela, con la prevención y con el uso apropiado de métodos contraceptivos.

Lo que nadie puede enseñar, porque es tarea de las mujeres y de los hombres de este país, son los nuevos y más elevados niveles de civilidad a conquistar en Italia. En particular en un escenario como el actual, caracterizado por imponentes innovaciones científico-técnicas, en sí mismas ambivalentes, que podrían resultar en daños para la libertad y la responsabilidad de las personas. En un escenario así, es justo e imprescindible que sea la mujer quien decida sobre la procreación y el nacimiento. El parecer del médico, los consejos atendibles, el proceso de participación, todo eso es ciertamente útil, y hay que apoyarlo, pero la última palabra la tiene que tener la mujer, en tanto que madre y activa portadora de humanidad.

Con amistad, Fausto Bertinotti.

Fausto Bertinotti es el principal dirigente de Rinfondazione Comunista y es presidente de la Cámara de diputados de la República italiana. Es el director de la revista Alternative per il socialismo, de cuyo número 3 (noviembre 2007) está extractado el texto aquí publicado.

Traducción para www.sinpermiso.info: Leonor Març

Fuente:
Il Manifesto, 15 febrero 2008

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