Una experiencia de barrio. Sant Antoni de Barcelona

Miguel Salas

et alii

10/07/2016

 

“Las ideas no viven sin organización”

(Gramsci)

 

Ahora que las izquierdas estamos reflexionando sobre lo ocurrido en las elecciones del 26 J presentamos la experiencia de un barrio de Barcelona sobre la relación entre trabajo  de base y resultados electorales, o también entre movimiento y construcción de organización y resultados políticos.

 

La sorpresa de los resultados electorales de las izquierdas y la complejidad de su análisis exigen visiones generales, comparativas y pormenorizadas, pero también análisis locales, a ras de suelo, que nos permitan establecer una relación entre los votos y la actividad organizada. Las campañas electorales tienen mucho de espectáculo, con un enorme peso de los medios de comunicación, pero por debajo, como los topos, hay mucha gente que trabaja, moviliza, se relaciona con los vecinos y vecinas y organiza el trabajo para que las propuestas y las ideas se conviertan en algo estable y organizado. Para que las flores no duren solo un día ni se marchiten hay que regarlas y cultivarlas. No será posible el cambio sin que miles y miles de personas se organicen y se empoderen.    

El barrio de Sant Antoni es un barrio popular situado entre el Raval y el Eixample de Barcelona. Tiene una población de alrededor de 38.000 habitantes y un censo electoral de poco más de 26.000. Es un barrio que había ido perdiendo peso en la ciudad y con una población envejecida. En los últimos años se está recuperando, más gente joven se ha trasladado a vivir al barrio y el empuje turístico también lo está invadiendo, algunas de sus calles son un centro de ocio y diversión de la ciudad, pero no ha perdido su carácter popular con un gran tejido asociativo y participativo.

En las elecciones municipales de mayo del 2015 todavía ganó la lista de Convergencia, 4.365 votos (el 25,9%) por 4.206 (el 25%) de BcnenComú, la lista encabezada por Ada Colau. En las elecciones generales de diciembre de 2015 la lista de EnComúpodem pasó a ocupar el primer lugar entre la preferencia de las vecinas y vecinos. Reunió 5.023 votos, el 26,2%. El 26 de junio EnComúpodem ha vuelto a ser la primera lista, aunque descendió ligeramente el número de votos, 4.837, aumentó el porcentaje al 26,8% (por el descenso de la participación) Es cierto que el aumento de porcentaje es muy pequeño, apenas un humilde 0,6%, pero hay que señalar que de los 72 barrios de Barcelona EnComúpodem sólo creció en 5 y que el de Sant Antoni fue el segundo en aumento. El barrio ha confirmado una tendencia general en la ciudad, el retroceso de Convergencia y que la mayoría electoral se ha decantado hacia posiciones de izquierda, soberanistas e independentistas, EnComúpodem y ERC.

¿Qué explicación podemos dar a este pequeño avance de EnComúpodem en el barrio? Como es evidente de diciembre a enero no ha habido un cambio demográfico ni social en el barrio, los datos de participación son parejos a la evolución del resto de la ciudad, y tenemos muy en cuenta los muy diversos factores que afectan en una votación, pero si alguna cosa encontramos de particular, de específico, es la actividad de la asamblea del barrio.

 

Unitaria y participativa

La asamblea se creó en el proceso participativo de preparación de la candidatura de Ada Colau en las elecciones municipales de 2015. Desde el primer momento se concibió como un espacio abierto a la participación y colaboración de todas las personas del barrio que quisieran involucrarse en el proceso de cambio en la ciudad. A nadie se le pidió el carnet ni se le preguntó por su historia, lo que no quiere decir que no se valorara la experiencia y todo lo que pudiera aportar, tanto en el terreno político como en el asociativo y de experiencia en luchas sociales. Se abrió un proceso participativo para hacer un diagnóstico de los problemas del barrio y así poder aportar al programa general de la ciudad.

Este proceso fue público, digamos al estilo de las plazas del 15M. En una plaza del barrio se convocaron actos públicos para debatir sobre los problemas más cruciales: sanidad (intento de privatizar un centro de referencia de la Seguridad Social); enseñanza: falta de centros y de oferta de plazas para las necesidades del barrio; se habló de turismo, de qué hacer con el mercado del barrio, en obras desde hace varios años; de igualdad de género y lucha contra la violencia contra las mujeres… y en todos los actos se pedía la intervención y opinión de los vecinos. Ese proceso participativo, transparente, de estar en la calle para relacionarse con los vecinos, para movilizarse y para debatir es el guión con el que se ha trabajado, no sólo cuando hay campaña electoral sino durante todas las semanas del año. La asamblea ha hecho suyas las reivindicaciones de vecinos y vecinas y las ha incorporado a su actividad política.

Este trabajo no pretende hegemonizar la vida asociativa y reivindicativa del barrio, al contrario, la asamblea tiene siempre una perspectiva unitaria, tiene en cuenta a las otras fuerzas de izquierdas y su intención es siempre sumar. Hay muchas cosas que hacer y que conquistar. 

La composición de la asamblea es muy variada, probablemente un reflejo de lo que es el barrio. Participan activistas de la asociación de vecinos, delegados sindicales, profesores de universidad, informáticos, amas de casa, jubilados, activistas culturales, inmigrantes, activistas feministas, hay quien tiene trabajo estable y quien arrastra la precariedad que tanto afecta a la juventud… De manera natural se han mezclado distintas generaciones, los que lucharon durante el franquismo con los que se han incorporado a la lucha social y política en los últimos años, y a la hora de la actividad la edad no es un inconveniente, tan activos son algunos de los jóvenes como algunas de las personas de más edad y experiencia.

El trabajo en común ha permitido una confluencia de activistas y militantes de Barcelona en Comú, de Esquerra Unida i Alternativa, de Iniciativa per Catalunya, de Podemos y, sobre todo, de gente independiente. A todos y todas se les escucha, todas las opiniones son respetadas y se trabaja sobre los acuerdos colectivos, y eso es lo que facilita el buen ambiente imprescindible para la acogida de las personas que se aproximan al grupo.

Esta confluencia de personas y política es la que permite una presencia muy activa en la mayoría de las actividades sociales y/o reivindicativas del barrio. Algunos ejemplos. En el barrio está situado un importante centro de la Seguridad Social, en la calle Manso, sobre el que pesan amenazas de privatización y al que ya se ha despojado de numerosos servicios médicos que han sido traspasados a un centro hospitalario privado. Se percibió un cierto malestar sobre su funcionamiento y gente de la asamblea se puso en contacto con otras personas y asociaciones que ya desarrollaban una lucha en ese sentido.  Durante semanas, se realizó una encuesta a los usuarios para conocer su opinión; se estableció relación con las trabajadoras del centro; se organizó un debate público… es decir, la asamblea, junto con otros, ha estado movilizada y ha logrado ser un elemento de relación entre distintos sectores que tienen un objetivo común, la defensa del centro y su carácter público.

Otro tema importantísimo para el barrio es el uso que en el futuro se dará al mercado. Se ha participado en la definición y las propuestas para que el mercado sea para el barrio y no se convierta en otro de esos centros pensados sólo para el turismo. Durante la Fiesta Mayor se organizó un recorrido de memoria histórica por el barrio. Una actividad que parecía iba a ser reducida movilizó a unas 100 personas y de ahí surgió un grupo para trabajar la memoria histórica en el barrio. Otro tema importante ha sido el de concienciar sobre el tema de los refugiados, formando parte de la plataforma unitaria Sant Antoni Refugi realizando actos públicos y recogiendo aportaciones para el reparto de comida a los refugiados en Grecia. O la participación en los grupos que se reúnen en Calabria, 66, un centro del barrio con numerosas actividades.

Siempre con un espíritu unitario, la asamblea intenta estar presente, y hay que decir que prácticamente lo logra, en cualquier actividad que se desarrolla en el barrio y la propia asamblea es un elemento activo en la organización de actividades.

 

Largo recorrido

Por eso cuando llega una campaña electoral, y en Barcelona ha habido unas cuantas estos años, las personas que participan en la asamblea sólo necesitan cambiar un poco el chip y hacer un pequeño esfuerzo para llenar el barrio de carteles, para repartir la propaganda en las salidas de los metros, en las puertas de las escuelas, a la salida del centro de la Seguridad Social y es así como, de una manera natural, mucha gente establece la relación entre el/la activista que lucha por los derechos del barrio con la propuesta política, en este caso el voto a la candidatura de EnComúpodem.

Como es evidente, hay debates y polémicas, no podía ser de otra manera en un organismo vivo, y de vez en cuando se convocan reuniones específicas de debate político. Una de las más interesantes fue sobre si habría que conformar en Catalunya un nuevo sujeto político, o sea una nueva organización y/o movimiento resultado del acuerdo y la confluencia de las izquierdas. La propia experiencia de la asamblea expresa la necesidad de dar ese paso. Otro tema que a menudo surge en los debates es sobre el conflicto nacional en Catalunya. En la asamblea conviven posiciones favorables a la independencia con posiciones soberanistas y federalistas, pero hay un acuerdo general sobre el derecho democrático a decidir, la defensa de los valores republicanos, que hay que cambiar las cosas y que se aceptará lo que el pueblo decida. Existe preocupación sobre la relación entre la política institucional y la movilización en los barrios, sobre cómo mejorar la toma de decisiones, etc. Se tiene la actitud de afrontar los problemas en vez de negarlos. Por ejemplo, uno de los actos convocados durante la campaña electoral fue sobre Europa, que contó con la presencia del concejal del Ayuntamiento, Gerardo Pisarello. Pocos días antes del Brexit y en una plaza pública se pudo hablar abiertamente de un tema que apenas apareció en la campaña. Después de la presencia de Varoufakis en Barcelona, probablemente fue el único acto electoral en el que se pudo debatir sobre esa cuestión.

El 26 de junio también fue un día de movilización. Todos los colegios electorales tuvieron presencia de interventores de EnComúpodem y en el recuento se notaba la sonrisa amplia de quien de nuevo ganaba en el barrio. La frustración llegó después.

La urgencia de compartir el balance hizo que el martes 28 se convocara una reunión con los compañeros y compañeras del vecino barrio de L’Esquerra de l’Eixample. Más de 50 personas compartieron opiniones y reflexiones. Se expresaba preocupación pero para quien sabe que el recorrido es largo, que vamos despacio porque vamos lejos, se mezclaban las opiniones sobre el balance con la necesidad de seguir en la calle, de responder a las preocupaciones de la gente del barrio y con la convicción de que las ideas y las propuestas son la base para organizar el cambio, pero que sólo será posible si se sostiene en una organización bien anclada y relacionada con los vecinos y vecinas del barrio.

Durante estos días el grupo de whatsapp ha echado humo, con cabreos y reflexiones. Una de ellas vale la pena reproducirla: “Mi opinión, resumida, es que la sociedad española está muy espantada y se refugia en concepciones conservadoras, aunque sean ladrones y corruptos. Que el efecto sorpresa que fue Podemos ya no existe pero que se ha de preservar la alianza con IU (que además ha sido muy leal) Que como algunos habéis dicho no somos solo una maquinaria electoral y tenemos muchos proyectos de largo recorrido y que por tanto piden tiempo y paciencia. Lo que queremos hacer es y será más complicado de lo que parece y, por tanto, hemos de hacer un esfuerzo por entender la realidad y no maldecir la mala suerte (no sirve de nada)”

Miguel Salas, Mar Trallero, Enric Bárcena, Carme Pallarol, Marisa Cordero, Fernando Fernández (activistas de la asamblea de BcnenComú del barri de Sant Antoni de Barcelona)

es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso
Fuente:
www.sinpermiso.info, 10 de julio de 2016

Subscripción por correo electrónico
a nuestras novedades semanales:

El responsable de tratamiento de tus datos es Asociación SinPermiso y la finalidad del tratamiento es hacerte llegar nuestras novedades. Puedes ejercer tus derechos en materia de protección de datos contactando con nosotros*. Para más información consulta nuestra política al respecto (*ver pie de página).