México: "Ningún país puede usar al Ejército en tareas de policía, porque lo destruye"

Adolfo Gilly

et alteri

14/08/2011

 

El historiador y
politólogo Adolfo Gilly, con Javier Sicilia, durante el encuentro que el poeta
e integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad sostuvieron con
artistas e intelectuales en las instalaciones de la organización civil
Servicios y Asesoría para la Paz

Fernando Camacho Servín, México,
10 agosto 2011.- Ante la espiral de violencia
desatada por el combate al crimen organizado, el arte puede ser un antídoto que
funcione al mismo tiempo como contagio de la indignación y como forma de sanar
las heridas de un país que se desangra en una guerra contra sí mismo, afirmaron
los creadores que ayer se reunieron con el poeta Javier Sicilia, dirigente del
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.

A su vez, Sicilia hizo un nuevo
llamado a buscar el fin de las agresiones mediante todas las vías posibles,
entre ellas la belleza y la reflexión que provocan la música, la danza, el
teatro, la literatura o el cine.

En una reunión a la que
asistieron artistas como Jesús Ochoa y Julieta Egurrola, y otros con menor
reconocimiento público, Sicilia escuchó varias propuestas encaminadas a generar
más conciencia entre la población sobre el grave problema que vive el país a
causa de la estrategia de seguridad pública que aplica el gobierno federal.

De cara a la violencia, uno de
los ejes principales de la mayoría de las iniciativas planteadas ayer fue,
simplemente, manifestar el amor.

El actor Daniel Giménez Cacho
hizo un llamado a terminar con la polémica que han generado los besos que ha
repartido Sicilia a personajes de la política y llamó a besar a todo el mundo.

Bésame mucho, canción emblemática de
Consuelito Velázquez, podría ser algo así como el himno del movimiento, dijo
alguien en son de broma.

En la reunión, que duró más de
dos horas, se acordó realizar una caminata silenciosa el próximo domingo a las
11 horas del Museo Nacional de Antropología a la residencia oficial de Los Pinos
y de ahí a la Cámara de Senadores, donde se montará una instalación con
zapatos.

Flanqueado por los actores Giménez
Cacho y Diego Luna, Sicilia tomó nota de las propuestas, entre ellas que en
todas las funciones artísticas se guarde un minuto de silencio en memoria de
los más de 40 mil muertos que ha dejado la guerra
contra el crimen organizado.

Durante una pausa en el
encuentro, minutos antes de que partiera a otra cita, el escritor subrayó la
importancia de que el gremio de artistas, académicos e intelectuales se
involucre en la denuncia de las consecuencias catastróficas que provoca la
actual estrategia de seguridad.

El movimiento que encabeza,
dijo, no sólo nace del dolor de las víctimas, sino también del misterio poético,
esa cosa inmortal y pobre que de repente ayudó a visibilizar muchas tragedias
que permanecían en el anonimato.

La comunidad artística forma
parte de ese proceso, ya que tiene gran clarividencia frente a la profundidad
de la vida y sabe expresar con creatividad lo que está ocurriendo en el país,
indicó Sicilia, y afirmó que hay buenas señales de algunos diputados para
reiniciar el diálogo con el Poder Legislativo.

Por su parte, el historiador y
analista político Adolfo Gilly señaló que Felipe Calderón, junto con Antonio López
de Santa Anna, Victoriano Huerta y Gustavo Díaz Ordaz, es uno de los
presidentes que más han dañado a las fuerzas armadas; en el caso actual, al
someterlas a labores de vigilancia policiaca para las cuales no están
entrenadas y en esa medida exponerlas al desgaste y el desprestigio.

“Cualquier conocedor de la
doctrina militar sabe bien que en ningún país del mundo se puede utilizar al Ejército
en tareas de policía, porque lo destruye. (…) No estoy defendiendo a los
militares, estoy diciendo que esto funciona así”, puntualizó.

Gilly advirtió que el principal
interesado en debilitar al Ejército Mexicano es el gobierno de Estados Unidos,
como lo demuestra la injerencia de Washington en tareas de lucha contra el
narcotráfico, y afirmó que la destrucción moral de la institución castrense es
un desastre para nuestro país.

El escritor y periodista Paco
Ignacio Taibo II aseveró que estamos en un país en plena descomposición y
estado de desastre, y valoró las aportaciones del movimiento que encabeza
Sicilia en la búsqueda de un cambio profundo. Aunque está interesado en plasmar
este proceso en alguna novela negra, Taibo II sabe que la realidad lo superaría.
Los artistas tenemos miedo, pero nos da más miedo que todo siga así.

Adolfo Gilly es
miembro del Comité de Redacción de SinPermiso.

Fuente:
La Jornada, 10 agosto 2011

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