Johnny Longstaff, héroe de clase obrera: la lucha contra el fascismo de un adolescente desaliñado

Sean Conney

16/02/2019

Comenzó hace casi cuatro años en  Clevedon. Estábamos en la ciudad costera de North Somerset para un bolo. Después de la actuación, se nos acercó un hombre. Es algo que hace la gente a menudo, y nos encanta escuchar el modo en que responden a nuestras canciones. El hombre se presentó como Duncan y nos alargó dos hojas de papel.

Una era una fotografía de los años 30 de un adolescente desaliñado vendiendo periódicos en la esquina de una calle. “Es mi padre”, nos dijo. La segunda era una lista. “Esto es lo que hizo”. La leías como una lista de verificación de la luchas de la clase trabajadora en el siglo XX. Las marchas contra el hambre, las ocupaciones masivas, la batalla de Cable Street [célebres disturbios de la izquierda londinense contra los“camisas negras”británicos de Oswald Mosley en 1936], el viaje a España para luchar contra el fascismo en la Guerra Civil española.

Debido a que los tres que formamos los Young’uns compartimos lugar de nacimiento con su padre  – Stockton-on-Tees – y dado que  habíamos cantado allí a la lucha contra el fascismo , Duncan tenía la esperanza de que nos sintiéramos inspirados para escribir una canción sobre su padre, Johnny Longstaff.

Parecía que hubiéramos descubierto a un héroe olvidado de la clase obrera. Queríamos saber más.

Duncan nos bombardeó con tesoros de la vida de su padre. Llegó hasta mi puerta la biblioteca entera de libros sobre la Guerra Civil española de Johnny Longstaff, con su nombre y grado tras la portada y con los márgenes repletos de furiosas “correcciones”…Normalmente: “¡Eso no pasó: yo estaba allí!”

Luego llegaron las memorias inéditas de su padre, con sus historias de pobreza infantil en Stockton incluidas: imaginemos lo que es estar tan hambriento como para robar velas de una Iglesias a fin de comérselas. El archivo fotográfico de Johnny dio vida a la gente y los sucesos sobre los que habíamos estado leyendo. Me encantaba que debido a que había aprendido a conducir en un tanque en el desierto durante la guerra se convirtió en una amenaza en carretera hasta bien entrada su mediana edad.

Antes de morir, Johnny grabó la historia de su vida para el Imperial War Museum [museo de historia militar en Londres]. Escuchamos las grabaciones. Nos sentimos cautivados. Quedaba claro que una sola canción no sería suficiente.

Nos sumergimos en los años 30 del mundo de Johnny, leyendo los libros que leyó y oyendo las canciones que cantaba. Descubrimos cosas que ciertamente no sabíamos, como que hubo varias marchas a Londres contra el hambre a lo largo de los años 20 y 30, no sólo la Cruzada de Jarrow en 1936. Estudiantes desdeñosos recibieron a los caminantes en Cambridge tirándoles huevos. Nos enteramos de los héroes perdidos, ignorados e improbables del movimiento laborista que fueron también a luchar contra el fascismo en España; figuras como Lewis Clive, que fue campeón olímpico de remo e inspiración para Oliver en el libro de Mary Wesley, The Camomile Lawn. [El pasto de manzanilla]. Johnny estaba con él cuando murió en España en la batalla del Ebro.

Como muchos músicos, nos inspiraron Charles Parker, Ewan MacColl y las rompedoras Baladas de Radio de la BBC de Peggy Seeger en los 50, documentales que tejían canciones originales en torno a testimonies orales, y de modo radical para la época, ponían en las ondas del país voces de clase trabajadora. ¿Por qué no hacer lo mismo, pensamos, con la historia de Johnny, recurriendo a su propia voz y a nuestras canciones para crear algo que no se pareciera a nada que hubiéramos hecho antes.

Esta labor también desarrolló rápidamente su relato, cómo un muchacho de 17 años del norte de Inglaterra que “no sabía siquiera lo que era el sexo” y que “no podía ubicar España en el mapa”  llegó a determinarse desafiar los designios de su propio gobierno y luchar por la democracia en tierra ajena. No estaba solo. Más de 2,500 hombres y mujeres de Gran Bretaña e Irlanda decidieron también luchar en lo que muchos consideran como precedente de la II Guerra Mundial.

Queríamos retratar la sencilla humanidad del viaje de Johnny y mostrar que su política radical no nacía de la ideología sino de haber visto de primera mano la pobreza y la opresión.  

Johnny se había determinado a hacer campaña en favor de la igualdad cuando fue testigo de la inmensa brecha entre ricos y pobres durmiendo a la intemperie en el Londres de los años 30. Estaba decidido a combatir el fascismo tras haber conocido a refugiados judíos de la Alemania nazi y horrorizarse con las historias que le contaron. Le hicieron llegar de matute hasta París y atravesó a pie los Pirineos hasta llegar a España, donde se unió a las Brigadas Internacionales. Le hirieron tres veces (quedó temporalmente ciego en una ocasión) y tuvo la increíble suerte de poder regresar vivo.    

Sólo unas semanas después de que volviera, en el verano de 1939, acudió a Westminster [sede del Parlamento británico] para encontrarse con el diputado de su distrito. Sucedió que pasaba en ese momento Winston Churchill y le presentaron a Johnny como un joven soldado socialista que acababa de regresar de España. Churchill miró suspicaz al joven de 18 años y le preguntó “¿Están preparados los hombres como tú para luchar contra Hitler?” “Llevo luchando toda mi vida contra Hitler”, respondió  Johnny.

El primer día de la II Guerra Mundial Johnny acudió a alistarse, pero le rechazaron...porque había combatido en España. No cejó, y acabó de sargento, luchó en El Alamein y en Monte Cassino, y se le premió por su valor. De vuelta a casa, se casó con Pauline, formó una familia y se convirtió a regañadientes en funcionario público. A sus hijos les habló mucho de sus primeros años, pero se guardó de contarles la verdadera dimensión de los horrores de la guerra.

Para principios de 2018 la historia y las dieciséis canciones ya estaban listas. Con ayuda del notable Cally, de Antar.cc, creamos un espectáculo en vivo que sumerge al público en el mundo de Johnny. Se proyectan fotografías y recortes de periódico sobre un fondo de  carteles callejeros españoles ya gastados. En cada asiento hay un ejemplar de un diario revolucionario y la voz misma de Johnny sale como de una radio de los años 30.

Nuestra primera gira concluyó en Stockton-on-Tees, casi cien años después de que naciera allí Johnny. Tres generaciones de Longstaffs se alineaban en primera fila. Al término de la función se las señalamos al público y la gente de Teesside se puso de pie para aplaudirlos. Todos lloramos.

Después de la actuación vino alguien más a charlar: “Debe de haber habido miles de  Johnny Longstaffs por ahí cuya historia nunca oíremos”, dijo. Es verdad, pero tengo la esperanza de que Johnnny pueda hablar por ellos. Creo que le habría alegrado eso.

cantautor y músico, es uno de los tres miembros fundadores del grupo folklórico Young´uns. Más información y canciones de esta formación musical, así como del proyecto sobre Johhny Longstaff, pueden encontrarse en su página: www.theyounguns.co.uk
Fuente:
The Guardian, 4 de febrero de 2019
Traducción:
Lucas Antón

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