Foro de libros de Black Agenda Report: “Against Charity” de Daniel Raventós y Julie Wark

Daniel Raventós

Julie Wark

06/10/2018

En esta serie de artículos, hacemos cinco preguntas sobre su libro a autores consagrados. Los que colaboran esta semana son Daniel Raventós y Julie Wark. Raventós es autor de Basic Income: The Material Conditions of Freedom. Es miembro del comité de redacción de la revista política internacional Sin Permiso. Julie Wark, autora de The Human Rights Manifiesto, forma parte del consejo editorial de Sin Permiso y vive en Barcelona. El libro de ambos es Against Charity. La entrevista la realizó Roberto Sirvent, profesor de Ética política y social en la Hope International University en Fullerton, California. También trabaja como coordinador en Political Theology Network.

Roberto Sirvent: ¿Como puede vuestro libro ayudar a los lectores de BAR a entender el actual clima político y social?

Daniel Raventós y Julie Wark: entre las características más destructivas de la vida política y social de hoy se encuentra una escandalosa concentración de riqueza en pocas manos y, con ello, una pérdida terrible de libertad de la gran mayoría de la población no rica. Los inmensamente ricos pueden impresionar, comprar y extorsionar a gente en los lugares donde se toman las decisiones políticas: Davos, por ejemplo, donde famosos como Sharon Stone y, peor, Bill Gates, presionan por agendas económicas y políticas, especialmente en los países pobres cuyas poblaciones son vistas como problemas (básicamente, una amenaza a la seguridad y zonas de confort de los ricos) antes que en términos humanos. La situación es evidentemente antidemocrática y una de las maneras mediante las que se oculta es la caridad ostentosa, la cual, tal y como hemos mostrado a través de la historia, es una manera de hacer parecer respetable e incluso benditas a las grandes fortunas.  Criticamos las versiones modernas de la caridad como parte de la política económica, haciendo que los famosos superricos (que roban la libertad de los demás) parezcan buenas personas en su fachada altruista; criticamos su actividad institucional altamente corrupta, y cuando es practicada como humanitarismo y filantrocapitalismo. Criticamos el hecho de que estamos en un sistema que fabrica una necesidad de caridad. Pero Against Charity no es solo una crítica de regímenes sociales políticos inhumanos y deshumanizantes. También sugerimos un antídoto, una política que puede combatir la desigualdad intolerable de hoy en muchas áreas, a saber, una renta básica incondicional que, para empezar, pueda garantizar, a escala universal, el derecho humano básico sin el cual ningún otro derecho humano podría existir: el derecho a la existencia material.

¿Qué esperáis que los activistas y los líderes comunidadades saquen de la lectura de vuestro libro?

Desenmascaramos el hecho de que la caridad institucionalizada en todas sus formas --organizaciones de beneficencia, oenegés, humanitarismo y filantropía, etc.-- respalda peligrosas concentraciones de riqueza y promueve intereses económico-militares cuando se disfraza de humanitarismo. Al distinguir entre generosidad y caridad, mostramos que la caridad no es un regalo y que pertenece al dominio de la economía política. La caridad es, por definición, una relación arbitraria altamente desigual en la cual los destinatarios, incapaces de ejercer sus derechos de ciudadanía, son impotentes y así han de seguir. Cuando esto se convierte en la norma, poblaciones enteras carentes de derechos --por ejemplo, inmigrantes y refugiados, o poblaciones civiles bombardeadas en peligrosos juegos entre superpotencias-- entran en los cálculos del poder soberano como “redundantes”, desechables. Esperamos que el libro enfurezca a la gente y les anime a reclamar derechos humanos universales. Si los derechos no son universales, son privilegios de unos pocos (normalmente aquellos que reparten caridad).

Ofrecemos argumentos normativos a favor de la renta básica. Es una cuestión de justicia. Mostramos que puede ser financiada mediante impuestos progresivos a los ricos, es decir, que los obstáculos no son económicos sino políticos. Hoy día hay un interés creciente por la medida entre políticos, activistas, académicos y periodistas y, como siempre, la derecha trata de apropiársela, por ejemplo, como forma de acabar con medidas del Estado del bienestar. Pero la renta básica debería implicar más, no menos políticas sociales robustas, como sería lógico si la gente tuviera los medios para poner en práctica sus derechos y reclamarlos. Los subsidios condicionales ofrecidos hasta ahora son insuficientes y un ataque a la dignidad de sus destinatarios. Tener un trabajo remunerado no garantiza la existencia social y material, como muestran las crecientes cifras de trabajadores pobres. Millones de trabajadores están siendo reemplazados por la robotización. Las cosas se están poniendo peor. Pero esta es una medida relativamente simple y puede ser conseguida. No nos será dada por los políticos de derecha y los ricos. ¡Tendremos que luchar por ella!

Sabemos que los lectores aprenderán mucho de vuestro libro, ¿pero qué esperáis que los lectores desaprendan? En otras palabras, hay alguna ideología particular que esperáis desmantelar?

Que un reciente artículo en The Daily Mail nos informe de que Bill Gates y Angelina Jolie son las personas más admiradas del mundo trae el agua a nuestro molino cuando recordamos lo que hace mucho tiempo Adam Smith llamó “la disposición a admirar a los ricos y poderosos (...) la más grande y universal causa de la corrupción de nuestros sentimientos morales”. Debemos desaprender esta fascinación servil por los “bellos”, estas celebridades y millonarios, y entender que su riqueza representa el empobrecimiento y desposesión de millones de personas. Debemos reaprender “sentimientos morales”.

Generalmente usadas como justificación, las ideologías ocultan y deforman la realidad y son fáciles de combatir solo con ideas. Discutir con ideologías rivales es un ejercicio estéril. El mejor modo de desmantelar falsas historias es explicando por qué son falsas y proveyendo datos para probarlo. La ciencia y la tecnología nos dicen qué se puede y qué no se puede hacer, pero lo que debemos y no podemos tener o hacer son decisiones políticas, y las dos esferas están convenientemente confundidas. La verdad existe. Puede ser manipulada u ocultada, pero el honor intelectual requiere que la busquemos. Los ricos invaden e influyen en centros de poder. ¿Verdadero o falso? La desigualdad está creciendo en todos los lugares. ¿Verdadero o falso? La renta básica puede ser financiada mediante una gran redistribución de la riqueza. ¿Verdadero o falso? Si la verdad es “relativa” puede que también nos olvidemos de investigar y denunciar las injusticias en el mundo que todos los días vemos en la tele. La repulsa, si es mera grandilocuencia, no ayuda a nadie y cambia como una veleta porque no está a atada a hechos. Hemos intentado demostrar, con todos los argumentos y datos a nuestro alcance, por qué nos oponemos a la degradante institución de la caridad y a la sociedad injusta que esta apuntala, y por qué una renta básica incondicional sería un modo justo y viable de hacer frente a situaciones graves de abuso contra los miembros menos privilegiados de la sociedad.

¿Quienes son los héroes intelectuales que inspiran vuestro trabajo?

Julie: Admiro de veras a la nueva plataforma IndigenousX en Australia y a escritores aborígenes como Anita Heiss, Luke Pearson, Alexis Wright, Bruce Pascoe, Amy McQuire o Larissa Behrendt, entre otros. Se esfuerzan por la excelencia (de ahí la X) en su trabajo. James Baldwin es una referencia constante. Muchos de mis héroes son rebeldes olvidados que nunca recibieron mucha atención. Mi bagaje académico es la antropología, la sociología y la política, principalmente política indonesia, lo cual me llevó hasta el fondo de las luchas por los derechos humanos contra espantosos abusos. Los activistas de derechos humanos hacen grandes esfuerzos y no consiguen publicar mucho. El “derrotado” líder guerrillero Jakob Prai, quien encabezó la resistencia del oeste de Papua contra Indonesia en condiciones penosas, nunca publicó un libro. Ahora está olvidado… Él es mi héroe “intelectual” porque en su práctica epitomiza el valor filosófico de la integridad moral. Y estoy con Daniel en las referencias que da, especialmente en lo que principalmente nos une, la vieja tradición de la libertad republicana.

Daniel: Tanto republicanos oligárquicos como democráticos (los nuestros) entienden que, sin la existencia material garantizada, no puede haber libertad. La libertad y la igualdad no son “objetivos” independientes. En la tradición republicana democrática hay líderes de los pobres como Efialtes, Pericles y Aspasia, el gran filósofo Aristóteles, el muy denigrado Robespierre, Thomas Paine y Marx (quien pensamos que es difícil de entender si no es a través de la tradición republicana), por citar solo algunos. También tenemos a Manuel Sacristán (uno de los marxistas más originales del siglo XX en el mundo hispanohablante) y, en particular, Antoni Domènech, que murió en septiembre de 2017 y es a quien dedicamos el libro. Prodigio intelectual, es una referencia esencial para entender la tradición republicana. Desafortunadamente, publicó muy poco en inglés porque no estuvo muy interesado en las convenciones académicas. Especial atención merece su extraordinario libro El eclipse de la fraternidad (2004).

¿De qué modo vuestro libro nos ayuda a imaginar nuevos mundos?

Hemos tratado de imaginar nuevos mundos cuando hablamos de algunos aspectos básicos y horribles del mundo real en la actualidad y, con nuestros argumentos por la renta básica,  ofrecemos fundamentos normativos (¿es justa?) y técnicos (¿puede ser financiada?). Esta es verdaderamente una propuesta innovadora porque aboliría, al menos estadísticamente, la pobreza, ya que se situaría por encima del umbral de la pobreza (en cualquiera de las regiones que fuera introducida) y es universal, por lo que cualquier persona, absolutamente cualquiera, tendría su derecho humano básico a una existencia material garantizada. Sobre esta base podemos empezar a pensar en otros derechos. Una renta básica significaría, para empezar, mayor libertad, mejor poder de negociación para los trabajadores y las mujeres. Hemos evitado especular, pero conocemos convincentes estudios, realizados o en marcha, sobre los efectos positivos de programas piloto de renta básica en lugares como Namibia, Kenia, India, Barcelona y Finlandia, y que tiene efectos positivos en la autonomía de las mujeres, la escolarización, los niveles de criminalidad y la salud mental, por ejemplo. Estos estudios son sugerentes y fáciles de encontrar. Entonces de nuevo, debe decirse que la renta básica no es la panacea universal para las enfermedades de la sociedad, y tampoco una propuesta anticapitalista. Es reformista, no revolucionaria per se, pero con sus efectos podría traer cambios que puedan empezar a parecer revolucionarios cuando se otorga a la gente los medios esenciales para expresarse y ejercer sus derechos.

es editor de Sin Permiso, presidente de la Red Renta Básica y profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona. Es miembro del comité científico de ATTAC. Sus últimos libros son, en colaboración con Jordi Arcarons y Lluís Torrens, "Renta Básica Incondicional. Una propuesta de financiación racional y justa" (Serbal, 2017) y, en colaboración con Julie Wark, "Against Charity" (Counterpunch, 2018).
es autora del “Manifiesto de derechos humanos” (Barataria, 2011) y miembro del Consejo Editorial de Sin Permiso. En enero de 2018 se publicó su último libro, “Against Charity” (Counterpunch, 2018), en colaboración con Daniel Raventós.
Fuente:
https://www.blackagendareport.com/bar-book-forum-daniel-raventos-and-julie-warks-against-charity
Traducción:
Iovana Naddim

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