EEUU: La Marcha por Nuestras Vidas

Barry Sheppard

06/04/2018

El 24 de marzo, unas 500.000 personas, principalmente jóvenes, se manifestaron en Washington DC contra los tiroteos continuos en las escuelas de todo el país. También hubo movilizaciones de solidaridad en unas 800 ciudades y pueblos, en las que participaron cientos de miles de personas más. En Nueva York 150.000 manifestantes salieron a las calles, 85.000 en Chicago y 55.000 en Los Ángeles, por señalar solo unos ejemplos. En total, casi un millón de personas.

La chispa que encendió la yesca acumulada de la indignación y la vergüenza por este tipo de tiroteos - desde enero se han registrado 18 tiroteos en las escuelas, y muchos más antes - fue la respuesta a la masacre de 14 de febrero en el Instituto Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.

Una famosa cita de Antonio Gramsci esboza los antecedentes de estos tiroteos: “La crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo está muriendo y lo nuevo no acaba de nacer; en este interregno aparecen todo tipo de síntomas mórbidos”.

Esto es cierto en todo el mundo capitalista hoy y sobre todo en Estados Unidos. Hay demasiados ejemplos de esta morbilidad en EEUU, pero estos tiroteos en las escuelas, extraordinarios en comparación con otros países, es sin duda uno de ellos.

Fueron los sobrevivientes del tiroteo Parkland, donde murieron 17 personas e hirieron a otras 15, los que se reunieron para planificar las acciones a nivel nacional y llamaron a rebato. El llamamiento fue oido a nivel nacional en muy poco tiempo. Las primeras acciones fueron paros en las escuelas de todo el país el 14 de marzo, seguidos por la Marcha por Nuestras Vidas.

Los oradores, mayoritariamente jóvenes, en DC incluyeron muchos sobrevivientes de Parkland, de 13 a 18 años de edad, que fueron universalmente aclamados como jóvenes muy indignados, determinados, articulados y dispuestos a “luchar”, como dijo uno de ellos. Vi los discursos gracias a la cobertura que hizo Democracy Now de toda la jornada (ir a democracynow.org para verla). Los sobrevivientes de Parkland también participaron en una manifestación de 20.000 personas en el sur de la Florida, a poca distancia del complejo de Palm Beach de Trump (su casa cuando no está en la Casa Blanca), donde estaba jugando al golf.

Los sobrevivientes de Parkland comprendieron que tenían que llegar a la juventud latina y negra, que son víctimas de la violencia armada en sus comunidades, también de la policía. Un sobreviviente dijo: “Mi nombre es Jaclyn Corin, y estoy orgulloso de que Parkland es mi casa. Parkland es el corazón de este movimiento. Pero así como un corazón necesita sangre para bombear, mi ciudad natal necesita la alianza con otras comunidades para difundir de verdad este mensaje. Reconocemos abiertamente que somos individuos privilegiados que no hubieran recibido tanta atención si no fuera porque vivimos en una ciudad rica.

“Debido a ello, sin embargo, compartimos el escenario, hoy y siempre, con los que siempre han sido amenazados por el cañón de una pistola. De hecho, tengo un invitado especial para ustedes, así que voy a presentarla”. A continuación, introdujo a Yolanda King, nieta de Martin Luther Luther y Coretta Scott King, de nueve años de edad.

Yolanda dijo: “Mi abuelo soñaba que sus cuatro hijos pequeños no fuesen juzgados por el color de su piel, sino por su carácter. Yo tengo el sueño de que basta, que este debería ser un mundo libre de armas”.

Después dirigió a la multitud en un diálogo de consignas:“Corre la voz! ... ¿Has oído?! ... ¡toda la nación! … ¡Nosotros! ... va a ser ... ¡una gran generación!”.

Otra oradora fue una chica de 16 años de edad, Mya Middleton, una afroamericana de Chicago, la capital del crimen del país, que habló de sus propias experiencias frente al cañón de una pistola.

Edna Lizbeth Chávez dijo, “Hola, buenas tardes. Soy del sur de Los Ángeles, California, el sur de Los Ángeles. Tengo 17 años y estudio en el instituto Manual Arts High School. Soy una dirigente juvenil. Soy una superviviente. He vivido en el sur de Los Angeles toda mi vida y he perdido a muchos seres queridos a golpe de pistola ....

“Durante décadas, mi comunidad ... se ha acostumbrado a este tipo de violencia. Es normal ver velas, es normal ver carteles, es normal ver globos, es normal ver flores recordando las vidas de jóvenes negros y latinos que han perdido la vida por una bala.

“¿Cómo podemos hacer frente, cuando nuestro distrito escolar tiene su propio departamento de policía? En lugar de hacer que los jóvenes negros y morenos se sientan seguros, continuan discriminándonos y criminalizándonos. Deberíamos tener un departamento especializado en justicia restaurativa. Tenemos que hacer frente a las causas fundamentales de los problemas que nos afectan, y comprender cómo resolverlos”.

La presencia de policías en las escuelas fue uno de los temas más mencionados por los oradores, así como su oposición a la propuesta de Trump de armar a los profesores. Los profesores y los estudiantes se manifestaron con pancartas en contra.

Lo que es peor, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha propuesto en el pasado que los estudiantes vayan armados, para ser capaces de matar primero a un estudiante trastornado que les intente atacar. Pero, ¿como se sabría quien dispara a quién? Las escuelas se convertirían en pelotones de fusilamiento circulares.

Uno de los temas principales fue la feroz oposición a la NRA. A esta organización le gusta presentarse como una organización de cazadores, tiradores y propietarios de armas para la autodefensa. En realidad, es un lobby que representa a los fabricantes de armas, y se opone a toda restricción de las mismas. Tiene una gran influencia sobre los políticos republicanos y demócratas.

Una pancarta en la manifestación del sur de Florida mostraba la imagen de Wayne LaPierre, vicepresidente ejecutivo de la NRA, con etiqueta “terrorista”. La política de extrema derecha de los líderes de la NRA quedó patente en un discurso de LaPierre en una reunión conservadora después del tiroteo de Parkland.

El desquiciado discurso de LaPierre se centró en el peligro inminente de que socialistas y comunistas tomen el control del país, y sólo marginalmente sobre las armas. Lamentó que las universidades se organicen seminarios sobre el Manifiesto Comunista y de economía marxista. Dio la voz de alarma de que los Socialistas Democráticos de América tienen agrupaciones en cientos de ciudades y campus, etc… etc… Algo que no habíamos oído de una personalidad desde los tiempos de Joe McCarthy, acuso al Partido Demócrata de estar controlado por socialistas. Dijo que no se refería solo a Bernie Sanders, sino a todo el Partido Demócrata.

Lo relacionó con la cuestión de las armas afirmando que los socialistas y los comunistas quieren acabar con la segunda enmienda que garantiza el derecho a poseer armas como un primer paso para acabar con “todas nuestras libertades”. (La Segunda Enmienda no tuvo nunca la intención de refrendar el tipo de mentalidad del salvaje oeste que hay detrás de los tiroteos masivos y los asesinatos por armas de fuego en Estados Unidos, que solo existe allí, pero esa es otra historia).

Fue interrumpido con aplausos en este punto, lo que indica que muchos “conservadores” se han convertido realmente en extremistas de derechas, la “alt-right”.

Como siempre ocurre en los nuevos movimientos, había muchos puntos de vista diferentes sobre qué hacer en las numerosas manifestaciones en todo el país. Además de la oposición a la NRA y las armas en las escuelas, aparecían otros temas comunes.

Uno de ellos fue la exigencia de que se prohiban los rifles de asalto. En el tiroteo Parkland, se utilizó un rifle de asalto AR-15. Estos rifles de asalto fueron utilizados en otros tiroteos masivos en escuelas y otros lugares públicos. Son rifles de asalto de tiro rápido, armas semiautomáticas, que pueden ser fácilmente transformados en ametralladoras completamente automáticas. Como su nombre indica, son armas ofensivas utilizadas por los ejércitos, que no tienen nada que ver con la autodefensa. Son inútiles para la caza de animales para la alimentación, ya que los destrozan. Su único uso es para matar gente.

Un artículo publicado en el New York Times después del tiroteo de Parkland describe un AR-15, una versión modificada del M-16 del Ejército, que es considerada el “arma de América”, “la preferida por los entusiastas de las armas” en todo el país.

Otro tema fue acabar con los vicios legales que permiten prácticamente a cualquier persona comprar un arma en una feria de armas o a través de ventas de segunda mano sin verificación de antecedentes, e imponer algunas medidas de control de armas de sentido común. Por supuesto, todas las leyes aprobadas por el Congreso en relación con las armas pueden y se han utilizado para victimizar a los negros y ser utilizadas de manera reaccionaria, por lo que este tipo de leyes deben ser cuidadosamente analizadas.

Los antecedentes de estos tiroteos en las escuelas es el hecho de que EEUU es un país muy violento. Los EEUU han estado en guerra desde 1941, sigue estándolo, y hay amenazas de nuevas guerras.

Los EEUU tiene más armas per cápita que cualquier otro país del mundo. La gente tiene en los EEUU diez veces más probabilidades de morir a causa de armas de fuego que en otros países del “primer mundo”. La cifra se eleva a 25 veces más en homicidios con armas de fuego.

La guerra contra las drogas ha creado un enorme mercado capitalista, aunque ilegal, para satisfacer la creciente demanda de drogas consecuencia de la desesperación económica. Dado su carácter ilegal, se utilizan armas para hacer frente a las fuerzas de policía, cuando los “nuevos” capitalistas no son capaces de corromperles.

Cada narco empresa capitalista ilegal utiliza armas para proteger su territorio frente a otros competidores. Los soldados de a pie en el terreno, a menudo reclutados entre los explotados y oprimidos que no ven otra forma de sobrevivir, son otra fuente de la violencia armada en muchas comunidades.

Un ejemplo de la violencia oficial en los Estados Unidos es la disparidad entre los homicidios policiales en este país y los demás. En 2014, por ejemplo, la policía en los EEUU mataron a 1.100 personas. Ese mismo año, la policía mató a 14 personas en Canadá, 1 en el Reino Unido, 12 en China, y ninguna en Alemania.

De esta y otras maneras, incluyendo los programas de policías de la TV, la lección que se enseña es que las armas son necesarias para que los “buenos” maten a los “malos”. No es de extrañar que algunos individuos trastornados lleven a cabo fusilamientos en masa, porque se sienten justificados dado que por todos lados el mensaje es que matar por una “buena causa” como la suya está bien.

Este nuevo movimiento debe ser apoyada con entusiasmo por los socialistas. Estos adolescentes, que luchan por sus propias vidas, están empezando a comprender las conexiones entre el racismo e instituciones reaccionarias como el NRA. Los socialistas pueden ayudarles a ver la relación con los problemas estructurales de toda sociedad capitalista.

Otro aspecto de estas manifestaciones fue su énfasis en las elecciones: “pronto podremos votar”. El Partido Demócrata busca rentabilizar toda esta energía en su campaña. En las manifestaciones representantes del partido recogían firmas de los jóvenes para que se registrasen para votar. Existe una creciente presión en todos los otros movimientos sociales para que apoyen a los demócratas como el partido “no Trump” en las elecciones de noviembre. Lo que es de esperar teniendo en cuenta que no existe ningún tipo de partido obrero de masas en EE UU.

Los socialistas pueden jugar un papel, no sólo explicando que los demócratas no son la respuesta a Trump y la extrema derecha republicana, sino alentando la lucha del movimiento mediante acciones de masas de todo tipo, en las calles, reuniones, publicaciones, etc. siempre que los demócratas les propongan parar, con el argumento de que tales acciones dañan sus posibilidades electorales.

Hay algunos indicios de que algunos de nuestros argumentos pueden encontrar apoyo entre estos jóvenes. En Washington DC, Boston y otras manifestaciones, no se invitó a hablar a políticos, aunque si en otros lugares. En todos lados fue evidente que los jóvenes no aceptan que se les diga qué hacer.

Una consigna electoral avanzada por algunos oradores fue no apoyar a ningún candidato que acepte el respaldo de la NRA. Vamos a ver que pasa con los demócratas aceptan ese apoyo. En cualquier caso, queremos estar ahí cuando los demócratas no sean capaces de cumplir sus promesas, lo que ocurrirá seguro.

Veterano militante e historiador de la izquierda socialista de EEUU, actualmente miembro de Solidarity.
Fuente:
http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article43912
Traducción:
Enrique García

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