¿A dónde va Sudáfrica?: Cómo hacer frente a la desintegración de la hegemonía del ANC

Amandla!

17/12/2017

La crisis económica de Sudáfrica se ha transformado en una crisis política, la crisis política está agravando aún más la crisis económica, y todas las brújulas apuntan a la conferencia del Congreso Nacional Africano (ANC) de diciembre buscando respuestas de cómo salir de este círculo vicioso. Pero ¿qué saldrá de la conferencia del ANC? Cualquiera que sea el resultado, ¿nos va a ayudar a salir de la crisis?

La Conferencia del ANC y la crisis política

La Conferencia del ANC de diciembre se acerca rápidamente. La preparación de la conferencia ha sido una montaña rusa, y nadie sabe cómo va a terminar. Las batallas internas son moneda corriente dentro del ANC y la carrera electoral es muy apretada, por lo que es imposible predecir el resultado de la Conferencia de diciembre de 2017. ¿Conseguirá Zuma lo que quiere y ver como [su exesposa] Nkosazana se impone a Cyril Ramaphosa como su sucesor? ¿O Ramaphosa derrotará a la facción del Presidente Jacob Zuma? Más allá del ANC, la Alianza tripartita que gobierna Sudáfrica se está deshaciendo también. El Partido Comunista (SACP) y la Confederación sindical COSATU han criticado públicamente la corrupción del ANC y del gobierno la mayor parte de este año, pero a causa de la batalla entre facciones, sin que COSATU y el SACP hayan realmente tomado una posición.

Para el SACP parecería que hay esperanza, después de que impugnaran las elecciones parciales en el distrito de Metsimaholo del Estado Libre la semana pasada (29/11). Esta es la primera vez que el partido se presentó a unas elecciones de forma independiente del ANC. A pesar de que el SACP no pudo ganar uno solo de las 21 circunscripciones en las que concurría, es una señal esperanzadora de lo que está por venir. Sería un paso en la dirección correcta si el SACP pudiese mostrar el valor necesario para romper oficialmente con la Alianza, defendiese un programa económico radical y movilizase en contra del inminente presupuesto de austeridad.

Una de las cosas a tener cuidado en la conferencia del ANC de diciembre es el fraude electoral y la manipulación de las elecciones. Tras las acusaciones de discrepancias de voto a nivel de distrito, se han planteado preocupaciones acerca de si las elecciones van a ser legítimas o no. Por ejemplo, el SACP afirmó que más de 1.000 personas en el censo, de hecho han fallecido o vivían fuera del área de Metsimaholo.

Independientemente de lo que ocurra en diciembre, ni el 'New Deal' de Ramaphosa ni la ' transformación económica radical' de Dlamini-Zuma serán diferentes de lo que hemos visto hasta ahora. Las grandes empresas presionan a favor de una victoria de Ramaphosa, argumentando que ello supondría una mejora importante en las perspectivas económicas de Sudáfrica: Ramaphosa es el candidato preferido del capital debido a que sería más compatible con sus exigencias. Nkosazana Dlamini-Zuma, por otra parte, no ha explicado demasiado sus planes - excepto que quiere implementar las políticas del ANC. En una entrevista al canal ANN7 declaró que considera las políticas del ANC “importantes” y que sólo necesitan ser implementadas de manera efectiva, lo que hace duda al capital sobre la expresidenta de la Unidad Africana.

Crisis económica y engranaje 2.0

Mientras que la situación política se desarrolla, la crisis económica se profundiza y las agencias de calificación de crédito observan con ojos penetrantes. Vamos hacia una gran crisis económica. Todo esto explica el ataque a los pobres en forma de medidas de austeridad que se anunciarán con los presupuestos del próximo año. Con nuevas rebajas de calificación crediticia y salidas de capital, Sudáfrica podría quizás declarar una moratoria del pago de la deuda pública, lo que resultaría en la pérdida de nuestra soberanía económica. El ANC y el gobierno nos está llevando por ese camino.

S & P Global acaba de recortar la calificación de la deuda en moneda local a la categoría de bono basura. Moody podría hacer lo mismo, dependiendo de cómo sea el discurso sobre el presupuesto de 2018. El lunes pasado, el Presidente Zuma anunció un presupuesto de austeridad para 2018: según él, tendríamos que aumentar los ingresos fiscales al menos R15.000 millones y recortar el gasto público en R25.000 millones para recuperar un déficit de R40.000 millones.

En 1996, el gobierno puso en marcha un programa de ajuste estructural de la política macroeconómica - Crecimiento, Empleo y Redistribución (GEAR, engranaje). El gobierno dijo que era necesario implementar este engranaje con el fin de reducir la deuda. Coincidente, e irónicamente, una deuda que se debe a sí mismo. Hemos llegado al punto de partida, y en febrero del año que viene, el ministro de Finanzas va a implementar Gear 2.0.

Parece probable que el aumento de los ingresos fiscales se derivará de un aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA)  -  el cual, en lugar de aumentar los impuestos de sociedades y la implementación de un impuesto sobre el patrimonio, golpea a los más pobres. Y lo que es peor: ¿Dónde se va a recortar el gasto? Teniendo en cuenta todas las cosas que necesitamos financiar, entre ellos un seguro de salud nacional y la gratuidad de la educación, el gobierno tiene la intención de utilizar R122 mil millones anuales de dinero público para financiar a los capitalistas negros que quieren una mayor participación en el sector financiero.

Lo que se debe hacer

Una cosa es cierta, el ANC no puede salir de esta crisis. Quieren continuar como hasta ahora: dependiendo de la inversión extranjera y con la extracción de minerales y combustibles fósiles. Al mismo tiempo, las agencias de calificación como Moody van a poner presión sin límites sobre la clase trabajadora y los pobres sudafricanos. Por estas razones, a pesar de que el ANC sigue siendo la fuerza política más importante, su hegemonía está empezando a desmoronarse, y tenemos que mirar más allá de ella. ¿Qué podemos hacer?

A corto plazo, tenemos que movilizar y unirnos más allá de las ideológias. Necesitamos formar el frente más amplio para impulsar nuestras reivindicaciones a partir del consenso. Tenemos que exigir el fin de la corrupción, democracia y decir no a un presupuesto de austeridad. Después de la Conferencia del ANC de diciembre de 2017, el presupuesto de 2018 es lo más importante para el futuro de Sudáfrica, cara a las elecciones de 2019 y más allá.

La historia se repite primero como tragedia, después como farsa. COSATU y el SACP están repitiendo el mismo error que cometieron en 2007, apoyando a un candidato en la dirección del ANC. Es fundamental que estas dos organizaciones históricas de la izquierda desarrollen un proyecto independiente de izquierda fuera de la Alianza.

A medio y largo plazo, tenemos que reivindicar la soberanía de nuestro pueblo, y tenemos que recuperar nuestra soberanía económica. Podemos empezar por exigir nuestros derechos en relación con la vivienda, los alimentos y el empleo, y mediante la reivindicando nuestro derecho a la salud y a la educación. Para conseguir estas reivindicaciones, necesitamos construir la organización política de nuestra emancipación económica.

Recientemente, el secretario general de la Federación Sudafricana de Sindicatos (SAFTU, una reciente escisión de COSATU), Zwelinzima Vavi, habló en el programa El miércoles de los trabajadores y afirmó que es urgente que los trabajadores se manifiesten ante el Parlamento en febrero y marzo del próximo año. Tienen que hacerlo, y COSATU tiene que hacer lo mismo, en el mismo día con los estudiantes y la sociedad civil. Y si el SACP y el EFF (Economic Freedom Fighters, una organización surgida de la escisión por la izquierda de las juventudes del ANC) son serios acerca de la liberación económica, estarán allí también.

En Grecia, la gente habló: Dijeron “Oxi” (No) a la austeridad. Es hora de que hagamos lo mismo, exigiendo de forma unida el final de la austeridad, para pedir un presupuesto para el pueblo con alternativas reales.

Las alternativas

Hay alternativas a la financiación del complejo minero-energético que está matando el planeta y que exacerba la desigualdad rampante, el desempleo y la pobreza en Sudáfrica. El establecimiento de una industria de energía renovable de propiedad social descentralizada será crucial para una transición justa hacia un desarrollo bajo en carbono y salarios altos. 

Independientemente de quién o qué facción gana la Conferencia del ANC, podemos estar seguros de que van a aplicar un duro programa neoliberal de recortes presupuestarios (austeridad) y políticas favorables para los inversores. Podemos incluso sufrir la privatización de empresas estatales y un IVA más elevado. Esto agravará aún más la crisis de desempleo, superior al 40%, a la que nos enfrentamos y provocar una mayor pobreza y desigualdad en Sudáfrica.

Todo esto se aclarará el día del Presupuesto, el 21 de febrero 2018.

Una vez más los trabajadores y los pobres soportarán el peso del saqueo de la compañía de electricidad ESKOM, de Transnet, de AAA, etc. por parte de los Zupta (el corrupto clan hindu-sudáfricano ligado al presidente Zuma) pero también el lavado de dinero y las cambiantes estrategias de las grandes empresas a la búsqueda de más beneficios, con miles de Rands transferidos a paraísos fiscales secretos.

Los movimientos populares de Sudáfrica sufren considerables divisiones políticas e ideológicas. El 21 de febrero estas diferencias se deben dejar a un lado a favor de la unidad de acción por:

  1. Puestos de trabajo y una economía verde al servicio del pueblo,
  2. Una educación descolonizada y libre,
  3. Tierra, alimentación, vivienda y el derecho a la ciudad,
  4. Un transporte público seguro y asequible.
Es un colectivo que publica la revista de izquierda alternativa del mismo nombre en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Fuente:
Amandla!, 7 de diciembre 2017
Traducción:
Enrique García

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